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Ensayo De Cronicas


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2014  •  898 Palabras (4 Páginas)  •  203 Visitas

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En la antigüedad se utilizaban materiales jabonosos que eran un producto hecho con cenizas de corteza de árbol. En el siglo I d.C. las mujeres utilizaban jabones duros o blandos que contenían colorantes que eran utilizados para limpiar su cabello o para teñirlo.

En el siglo VIII la producción del jabón era más común en Italia y en España. Alrededor del siglo XIII, la industria jabonera llego a Francia desde Italia, estos se producían a partir de sebo de cabra y cenizas del álcali. Ellos desarrollaron otro método de fabricación utilizando aceite de oliva en vez de grasas animales.

Alrededor del año 1500 se introdujo el jabón a Inglaterra y esto creció rápidamente en el país y en 1622 el rey Jacobo I le dio el título de “especial”.

En 1783, Carl Wilhelm Scheele creó el proceso de fabricación que se utiliza actualmente, descubrió que cuando el aceite de oliva hervido con oxido de plomo (PbO), producen una sustancia sabor dulce llamada glicerina. Este descubrimiento permitió al químico francés Michel Eugene Chevreul investigar la naturaleza química de las grasas y los aceites que se utilizan en el jabón. En 1823 Chevreul descubrió que las simples grasas no se combinan con el álcali, sino que se descomponen antes de formar ácidos grasos y glicerina.

Mientras en 1791, Nicolas Leblanc invento un proceso de obtención de carbonato de sodio (Na₂CO₃) o sosa, utilizando sal o cloruro de sodio (NaCl), que revolucionó la fabricación del jabón. Sin embargo, hacia el año 1700, los habitantes de algunas zonas obtenían la mayor parte de sus ingresos de la exportación de cenizas y grasas empleadas en la fabricación del jabón.

El jabón en todas sus variedades, tienen amplias utilidades en: productos para lavado, limpieza, tratamiento de fibras textiles, etc.

Los procesos tienen variaciones en función del tipo de jabón a obtener, por ejemplo, en caso de jabones de cosmética, se añaden aditivos de perfumes, esencias y colorantes; y para obtener los detergentes en polvo de uso doméstico, se hace pasar el jabón fundido por boquillas de pulverización.

Para utilizar un jabón se debe tener claro el tipo de piel que tenemos. Los jabones neutros son recomendados para todo tipo, ya que tienen un pH similar al de la piel, lo cual minimiza la sobre exposición a los efectos de la grasa y la resequedad que pueden producir los que son muy alcalinos, o muy desengrasantes (pueden secar la piel produciendo irritaciones y molestias.), o demasiado aromatizados (ya que puede que seamos alérgicas).

En la actualidad, se han creado ciertos mitos alrededor de los jabones, como por ejemplo, que un jabón entre más espumoso sea, mayor va a ser la limpieza que proporciona; o entre más intenso sea su aroma o color, mayor será su efectividad.

En el mercado podemos encontrar muchos tipos de jabones, con propiedades y características propias para cada necesidad:

-Jabones de glicerina: tiene un efecto mucho más duradero que los jabones comunes. Se recomienda para las pieles grasas ya que tienden a resecar la piel.

-Jabones dermatológicos: se recomiendan para pieles que tienen irritaciones, hongos o algún tipo de bacteria. Tienen agentes de limpieza sintéticos, a los que se añaden aceites vegetales que contribuyen a cerrar los poros aliviando la irritación y previniendo el acné.

-Jabones normales: Se pueden utilizar para todo tipo de piel, son sólidos y hechos con sebo grasoso y potasio.

-Jabones líquidos: su presentación es una loción o gel. No todos tienen la misma efectividad.

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