Ensayo Sobre Las Cronicas

Una pieza fundamental de la alimentación preventiva de otoño son las frutas de estación. Empiezan a madurar los cítricos. Naranjas, mandarinas y pomelos son las mejores fuentes de vitamina C, de amplio papel anti infeccioso, especialmente frente a las virosis propias de esta época.

Se deben aumentar:

Los cereales, como la Avena, Mijo y Quínoa.

Las sopas, especialmente con verduras redondas (cebollas, zapallos, coliflor, etc).

Las proteínas Vegetales con legumbres como los garbanzos y porotos.

Las proteínas animales; pescados (excepto atún y salmón), huevos y cantidades moderadas de carne.

Verduras redondas y de raíz como las cebollas, zanahorias, betarragas, rabanitos, zapallos, coliflor. *Verduras de hoja verde como acelgas, espinacas, repollo dándoles cocción para que generen calor o preparadas en purés o cremas.

Las frutas en compotas (manzanas, peras, membrillos) o al horno.

Las frutas secas y semillas como higos, pasas, damascos, ciruelas, almendras, nueces, semillas de zapallo, castañas y piñones.

Aceites y grasas en esta época se pueden incrementar ya que es fundamental para que el organismo se abrigue y pueda protegerse contra el frío venidero.

ROPA:

La mejor cosa del clima de otoño es que es usualmente no muy frío para que tengas que ponerte todas tus cosas pero es lo suficientemente fresco para incorporar unos cuantos accesorios clave como bufandas y sombreros modernos. La joyería y los zapatos son dos elementos que ayudan

Se utlizan elementos que sean para empezar a alistarse a entrar a un clima frio, como sueters, blusas manga larga, pesqueros, tenis, chaquetas, busos, pantalones y jeans

DEPORTE:

Parece que con la llegada del verano a todo el mundo le apetece realizar actividades deportivas al aire libre para disfrutar del buen tiempo y del sol que tanto echaremos de menos cuando llega el otoño. Y cuando comienzan a bajar las temperaturas son muchos los que prefieren practicar deporte entre las cuatro paredes de un gimnasio, como:

Senderismo, Footing, Ciclismo.

INVIERNO:

Esta estación está caracterizada por ser los días más cortos, noches más largas y temperaturas más bajas, que varían en dependencia de la distancia que nos encontramos del Ecuador.

El invierno es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas. Astronómicamente, comienza con el solsticio de invierno (alrededor del 21 de junio en el hemisferio sur y el 21 de diciembre en el hemisferio norte), y termina con el equinoccio de primavera (alrededor del 21 de septiembre en el hemisferio sur y el 21 de marzo en el hemisferio norte). El invierno dura aproximadamente 4 días más en el hemisferio austral respecto al boreal.

El comienzo del invierno coincide con el día en que el Sol alcanza una menor altura aparente sobre el horizonte al mediodía, lo que corresponde a la jornada con menos luz del año.

En esta época llueve mucho, y en los países y ciudades más cercanas a los polos neva.

COMIDA:

Con el frío los platos calientes resultan imprescindibles ya que muchos de ellos son ricos en calorías. Durante el invierno se tiende a consumir más calorías. En esta temporada fría el organismo funciona más lento, por eso requiere alimentos menos pesados, que sean a base de frutas y verduras. En estas fechas, las temperaturas bajan y nuestro organismo necesita más calorías para mantener el calor corporal.

La sopa es el mejor primer plato de la dieta invernal, porque aporta riquísimos nutrientes que cubren las necesidades calóricas y proteicas esenciales para enfrentar el frío y brinda sensación de saciedad. Los guisos constituyen un plato típico de la temporada. Las legumbres también brindan un aporte calórico adecuado al gasto energético.

En invierno disponemos de alimentos de temporada

...