Cuales son los Principales problemas de las carceles en México

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ANTECEDENTES

Desde hace treinta años nuestras prisiones nunca habían estado peor. A pesar de los esfuerzos de la federación y las entidades federativas que hicieron en el lapso de entre 1967- 1976 por que no se llegaran a sobrepasar las capacidades y mantener el control de las cárceles al llegar los ochenta todo cayó en un abismo sin fondo. Caída que se hizo más notoria en la década que estamos por terminar.

PERSONAL INADECUADO

El personal que yace confinado hacía la administración, salvaguarda y custodia de los centros penitenciarios se ha visto corrompido e infiltrado por el crimen organizado. La capacidad económica de este último hace que los esfuerzos del gobierno por mantener la honestidad de sus empleados sea fácilmente quebrantada. Los principales males a los que se enfrentan el personal son la falta de capacitación, las malas condiciones de las instalaciones, bajas prestaciones laborales, equipo deplorable y la falta de seguridad para ellos y sus familias.

SOBREPOBLACIÓN Según el INEGI hay sobrepoblación del 48.6% en promedio en los 272 centros penitenciarios presentes en al menos 21 estados de la república mexicana. Entre las más saturadas se encuentran las de Nayarit, Edo. De México, Hidalgo y CDMX. Al cierre del 2016 el total de personas recluidas en los centros penitenciarios era de: 237 mil 595, mientras que su capacidad total es de 169 mil 227.

SEXUALIDAD La ausencia de personas del sexo contrario y la obligada convivencia con otros del mismo sexo muchas veces en condiciones inadecuadas y en unos espacios muy reducidos y deteriorados, constituye una de las causas más importantes, junto con la propia privación de libertad, que se vuelve un desencadenante de problemas emocionales y generadoras de ansiedad para las personas privadas de su libertad. Y que a veces recurren al sexo entre ellos y esto genera aún más problemas como la violencia, corrupción y sometimiento entre sí de grupos rivales.

DROGAS Y ALCOHOL Sustancias legales e ilegales que no deberían llegar a manos de los internos, pero que por la corrupción son más fáciles de conseguir que una botella de agua al interior de los centros penitenciarios. Los propios directivos, custodios y demás personal en conjunto con los presos suelen ingeniárselas para introducir de todo en cuanto demanda se exija para consumir, desde las legales como el alcohol, el tabaco y coca-colas hasta las ilegales como marihuana, cocaína, cristal, etc. Donde los costos también suelen traer jugosas ganancias a los involucrados.

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