Cuento - El Campesino.

EL CAMPESINO  

Érase una vez, en la tierra del tricolor; una tierra llena de hermosos paisajes y flora y fauna muy bella, un campesino que vivía en un lindo pueblo, cuyos cultivos y ganado los tenía allí a unos minutos del mismo, sus dos hijos lo ayudaban en el oficio de criar y cultivar y su esposa esperaba con ansias en casa con su cena todos los días[pic 1]

Siempre salían muy temprano, el campesino a criar a su ganado y sus cultivos, sus hijos, uno de 8 y el otro de 12, se iban a la escuela, cuando ellos volvían de sus estudios, llegaban directamente donde estaba su padre y le ayudaban

Todos los días era siempre igual, el campesino criando, los hijos ayudando, y la madre esperando, en los fines de semana lo hijos hacían sus tareas y jugaban con sus amigos, la madre afuera de su casa hablando con la vecina, y el campesino siempre en su trabajo.[pic 2]

Un día, un compadre del campesino llega corriendo a donde él estaba, y agitado y sin respiración, le dice:

-Compadre una tragedia ha ocurrido.- Le dice con la voz agitada  

El campesino casi sin palabras, sudando frio responde:

        -Cuéntame compadre, por favor cuéntame. – Dice angustiado

        -Han invadido el pueblo unas Fuerzas Armadas, y se están llevando a las mujeres y niños, incluso vi que estaban asesinando a los que se opusieran o resistieran.

El campesino sin decir nada más sale corriendo hacia el pueblo y su compadre lo sigue diciendo – ¡No, es peligroso!, el campesino sin importarle nada sigue. Llegando al pueblo, ve que hay casas incendiadas, escucha disparos, personas gritando y corriendo.

Su compadre llega y le dice:

        -Vamos a tu casa, temo mucho por tu familia. – Dice

        -¿Qué hay de tu familia? – angustiado dice

        -No te preocupes por ellos, están bien.

El campesino corre a su casa, escabullido para que no lo vean, llega a su casa y no ve a nadie, se le escurre una lagrima, y sin impórtale nada, sale a la calle y comienza a gritar sus nombres, las fuerzas armadas lo ven y lo cogen llevándolo a la plaza principal del pueblo, allí lo dejan con un grupo de hombres, a lo lejos ve que también estaban agrupando a las mujeres y niños, ve entonces a su mujer con sus do hijos. Se levanta y se dirige hacia ellos, pero uno de las fuerzas lo detiene pegándole con el arma y casi dejándolo inconsciente.

Recuperándose del golpe, ve que ya casi no hay mujeres ni niños, quedaban unas pocas, pero allí seguían sus hijos y esposa, él los llama a la distancia y ellos lo ven, los hijos gritan - ¡Papa! Y sale el de 9 años corriendo adonde él, se percatan de esto y el mayor ordena que lo detengan, pero no lo logran, el niño llega donde el papá y lo abraza diciéndole llorando:

• Papá te amo.
• Y yo a ti hijo mío, a ti, a tu hermano y a tu madre, cuídalos por mi ¿quieres? – Se lo dice sonriendo y con sus lágrimas escurriendo

Los de la Fuerzas se lo llevan y lo suben en un camión junto a su hermano y su madre, el campesino llorando sin parar, dice - ¡Los amo familia, pronto nos veremos!

Todo este holocausto se detuvo muy tarde, aproximadamente a las doce de la noche, la Fuerza de iba yendo poco a poco, dejando solo a su paso desesperación, incertidumbre y tristeza.

Muchos años después de haber ocurrido este trágico suceso, él seguía cultivando y criando su ganado como siempre, pero sin la ayuda de sus queridos hijos y sabiendo que su esposa no lo esperaba en casa con la cena lista y con esa esplendida sonrisa que les daba cuando llegaban, él tenía el apoyo de su compadre, todos estos años lo había apoyado.

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