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¿Cómo Generar Interés En El Alumno?


Enviado por   •  27 de Diciembre de 2013  •  2.655 Palabras (11 Páginas)  •  411 Visitas

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Justificación

En esta investigación, se procurará informar a los futuros maestros como es que debemos actuar para poder aplicarnos en la docencia con calidad, esto para favorecer nuestro trabajo y para hacerlo más significativo para nuestros alumnos del mañana.

Hago referencia a fomentar el interés por el estudio a nuestro campo de estudio, los niños, y pues cómo hemos de motivarlos para que logremos la meta propuesta, y para alcanzar esta meta debemos conocer el mismo interés de los niños, qué los motiva, cómo es que les gusta trabajar, además, también será necesario conocer las opiniones de la sociedad, ya que ésta hace interferencia fundamental dentro de la educación de sus consecuentes.

El interés por el estudio es el principal requisito que necesita el alumno para poder sobresalir, ya que si no lo tiene, no pondrá de su esfuerzo y simplemente desertaría. Cabe mencionar que existen casos en los cuales si existe tal elemento fundamental, pero sin embargo no existe la debida motivación que requiere dicho interés, por lo consecuente este último se pierde y llegamos al mismo fin.

Como conclusión tenemos que es necesario apoyar a nuestros alumnos, motivándolos para que estos mismos se vayan inyectando el interés por seguir aprendiendo cada vez más, por lo que hay que integrar temas dentro de su contexto, que estén a su alcance y que les agraden, y si es requerido emplear materiales útiles para que se les haga mas vívida la enseñanza y tengan ganas de estudiar para que lleguen a ser personas sobresalientes dentro de su comunidad, y así mas personas se vayan motivando como en secuencia, e ir formando una sociedad grande y con gran capacidad.

¿A que nos referimos con “interés”?

Según la Real Academia Española 2009 el interés es la inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona, una narración, etc.

Evidentemente, en la actividad docente, buscamos que esta inclinación la posea el alumno por estudiar. Y entonces aparece la inevitable incógnita ¿cómo hará que la tenga? E inminentemente viene a nuestra mente una palabra clave: motivación.

Y ¿Qué es la motivación?

Recurriendo una vez más a la RAE, podemos encontrar el siguiente resultado: ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla en interés y diligencia. Se ha de aceptar esta definición, únicamente si con la palabra “preparar” se hace alusión a las operaciones necesarias para obtener un producto, de manera constante.

Enfocándonos ya al ámbito escolar, encontramos que para algunos autores de peso la motivación constituye uno de los factores psico-educativos que más influyen en el aprendizaje. Esta no se refiere únicamente a la aplicación de una técnica o método de enseñanza en particular, por el contrario, la motivación escolar conlleva una interrelación de diversos componentes cognitivos, afectivos, sociales y de carácter académico que se encuentran involucradas y que de una u otra manera tienen que ver con las actitudes de los alumnos y sobre todo de sus profesores, ellos juegan un papel clave para la adquisición de esta motivación.

Mitos acerca de la motivación

Seguramente mas de algún maestro en algún momento de su vida, ha escuchado decir a sus alumnos expresiones cómo: “¡Que flojera!”, o “¿Cuánto falta para que salgamos?”, entre otras expresiones que denotan una completa falta de entusiasmo en lo que se refiere a las actividades escolares. Ante esto, existen bastantes actitudes o posturas que los docentes podríamos tomar ante esta situación pero, lamentablemente, una gran mayoría se da por vencida con justificaciones de por medio, buscando la salida fácil, para no aceptar la responsabilidad que corresponde.

A continuación se enumeran algunos de los mitos más frecuentes que surgen alrededor de la motivación.

• La motivación escolar es un proceso exclusivamente endógeno, intrapersonal, donde intervienen poco los factores interpersonales.

• La disposición favorable para el aprendizaje es inherente a la personalidad del alumno y no está determinada por su ambiente familiar o contexto socioeconómico de procedencia.

• La motivación escolar es un proceso básicamente afectivo: “me gusta” o “no me gusta estudiar”.

• La motivación es un proceso que se origina al inicio de un actividad o tarea de aprendizaje (como si fuera una especie de interruptor de luz que una vez encendido permanece así hasta el final).

• Para motivar a los alumnos sólo se requiere trabajar alguna dinámica o juego grupal que sea atractivo para ellos.

• Los buenos alumnos están motivados para el aprendizaje por sí mismos; los malos estudiantes, por las recompensas externas que pueden obtener.

• Los profesores no son responsables de la motivación de sus alumnos.

¿Qué les interesa a los niños?

Como ya sabemos, la eficacia de la acción educativa depende del grado de interés que ésta pueda generar en el ánimo del alumno, lo cual explica la preocupación de los educadores por hacer atractiva la enseñanza.

Para que algún hecho u objeto suscite interés, es necesaria cierta predisposición psicológica del sujeto; y que las actividades satisfagan o respondan a una serie de exigencias o necesidades existentes de una persona. Evidentemente, éstas evolucionan dependiendo la etapa del individuo.

El cuadro de intereses sufre las mayores transformaciones cuando sucede ese tránsito de la casa a la escuela porque amplía considerablemente su campo de experiencias, poniéndole en contacto con un grupo social más amplio que el familiar.

Según la clasificación de Claparéde, los alumnos de entre seis y doce años, se encuentran en el estadio de la producción. Es ahí cuando el conocimiento del niño es de carácter concreto y, por tanto, debe estar necesariamente referido al objeto. Por esta razón las actividades que incluyan material serán decisivas en la adquisición de aprendizajes.

El juego, como en la etapa preescolar, es un interés dominante. Pero en esta etapa es de carácter (sobre todo al principio) fundamentalmente motriz y no está sometido a reglas fijas. Por lo que es importante recurrir a la utilización de actividades lúdicas, en espacios de igual características para poder guiar al alumno en el desarrollo de competencias por medio de juegos. De esta manera, al aprender jugando, la actitud y disposición del estudiante mejora, pues está haciendo lo que le gusta en un entorno ameno, donde se siente en confianza, ya que convive entre iguales y observa las reacciones positivas de ese grupo social al que pertenece.

En nuestra experiencia personal, podemos agregar que una de las actividades que más interesan a los alumnos es la de dibujar, pero exaltamos la necesidad de que esa actividad pueda tener tanto propósitos libres como encaminados y que serán útiles además para la evaluación de la percepción del alumno de la realidad, plasmándola simbólicamente. Para poder encaminar eficientemente esta y otras actividades, es imprescindible conocer a fondo tanto los planes de estudio como a los alumnos con los que se va a trabajar –este conocimiento personalidad, como en actividades y programas televisivos que les gustan-, y por último mantenerse actualizado (más que los estudiantes) en lo que se refiere a las TICS, pues serán de gran apoyo para el docente al hacer la clase más interactiva y llamativa, en cualquier contexto que se encuentre.

Factores que influyen en la motivación, sociedad, familia y escuela

Familia: (relaciones familiares)

Es el factor más importante ya que desde que nacemos la familia se convierte en nuestro primer referente en el desarrollo personal y social, de manera que tiene mucho que ver en la manera que los niños actúan.

Es necesario que la familia sea donde comience la motivación por el estudio, ya que si esta se hace responsable por hacerlo, los resultados del niño en la materia educativa serán favorables.

También es necesario y es tarea de la familia informarle al niño el por qué es importante estudiar, informarle que si lo hace logrará tener éxito en la vida.

La familia también actúa como un ejemplo para el niño, los padres son los responsables de mostrarle el camino que hay que seguir, depende de cada familia el como lo hace, es importante destacar que existen diferentes tipos de familias, pero sin embargo considero que en cada una de ellas debe existir el buen ejemplo.

Los hermanos también influyen en la forma en que el niño visualiza la educación, ya que ellos al igual que sus padres les dan un ejemplo al ver como estos llevan a cabo los estudios.

Sociedad: (contexto e integrantes de la sociedad)

La sociedad, otro factor que influye totalmente en la mentalidad por el estudio en el niño.

Existen contextos en los cuales un niño puede desarrollarse perfectamente, apoyado por los integrantes de la misma, ¿cómo? Pues con un buen ejemplo, con la misma relación que se lleva que mejor que una afectiva.

En cambio si el niño habita en un contexto desfavorable, su mentalidad es diferente, si observa a los integrantes de la comunidad, sin estudiar, despreocupados y en malos pasos, el niño tratará de adaptarse y como consecuencia continuará con el mismo ejemplo.

Escuela: (ambiente de aula, compañeros y maestros)

En esta, los niños tienden a formar relaciones sociales que serán importantes porque definirán el ambiente del aprendizaje. Sin embargo, será en el docente sobre el que caiga el mayor peso, evidentemente, pues será ahí donde los conocimientos más formales serán adquiridos y él será el responsable de causar la debida motivación para que se adquieran de buena gana los conocimientos necesarios que serán utilizados a lo largo de toda la vida del niño.

Complementando:

Las causas por las que un niño se niegue a estudiar dependen en gran medida de su edad y la etapa que esté atravesando.

Estas son las principales causas por las que un alumno podría no tener motivación para estudiar.

• Si es un niño puede estar teniendo dificultades de aprendizaje que lo frustran y que lo llevan a no querer afrontar esa dificultad.

• Si es un adolescente puede ser que el joven esté teniendo uno o varios puntos conflictivos que lo lleven a perder interés.

• Pueden haber causas sociales, como por ejemplo, que el joven o niño tengan problemas familiares o con otros compañeros.

• Pueden haber habido cambios importantes que están perjudicando la vida emocional del niño o joven; por ejemplo, una mudanza, una separación de los padres, una muerte o pérdida.

Metas en los alumnos. Motivación intrínseca y extrínseca

Es de vital importancia para el docente conocer las metas que persiguen sus alumnos cuando están en clase.

La motivación se ha dividido en dos clases: motivación intrínseca y motivación extrínseca. La motivación intrínseca se centra en la tarea misma y en la satisfacción personal que representa enfrentarla con éxito. La motivación extrínseca, por su parte, depende más bien de lo que digan o hagan los demás respecto a la actuación del alumno, o de lo que éste obtenga como consecuencia tangible d su aprendizaje.

Lo cierto es que en comportamiento de los alumnos se unen ambos tipos de motivación. Además, es válido e indispensable que el maestro intervenga en ambas, pero con un punto de equilibrio.

A continuación se presenta un cuadro que señala las metas de la actividad escolar de los alumnos.

Internas

Tarea • Motivación de competencia, saber más

• Motivación de control, ser autónomo

Autovaloración

“el yo” • Motivación de logro

• Miedo al fracaso

Externas

Valoración social • Obtener aprobación

• Evitar el rechazo de adultos y compañeros

Obtención de recompensas externas • Lograr premios o recompensas externas

• Evitar castigos o pérdidas externas

Las metas señaladas no son necesariamente excluyentes, pero es objeto de preocupación que los alumnos sólo consideren el valor “instrumental” de la realización de una tarea o actividad de aprendizaje, sin tomar en cuenta lo que en sí misma les pueda aportar, ante esta situación el docente debe hacer uso de diversas estrategias para hacerlos conscientes de su adquisición de competencias, ayudándolo así a comprender el significado de la satisfacción interna del aprendizaje y qué puede hacer para incrementar su autonomía.

Aunque ya admitimos con anterioridad que ambos tipos de motivación se pueden encontrar en un mismo sujeto, tomamos en cuenta las concepciones de los investigadores Dweck y Elliot, que diferencian a los estudiantes en cuanto los motivos que preponderan en ellos para estudiar y el como conciben el aspecto de la inteligencia. Por ejemplo, los alumnos que tienen deseo de aprender interpretan sus errores como algo natural y que producen aprendizajes; a diferencia de los que están preocupados por no quedar mal que traducen esos mismos errores como fracaso; también se da el caso de que al momento de elegir tareas, los sujetos interesados las ven como una situación para poder aprender más, en cambio los que se ocupan más de la opinión pública las ven únicamente como una oportunidad de lucirse. Estas ideologías también afectan la manera en que el estudiante ve al maestro, pues mientras uno lo ve como una fuente de orientación y ayuda, el otro lo ve como un juez sancionador.

Para evitar que los estudiantes tengan filosofías apáticas sobre la educación, o bien, cambien las positivas que tienen de ella, los docentes deben procurar:

evitar caer en el error de muchos que creen que porque alguna actividad comenzó de manera activa y con motivación, así será hasta el final.

Que los alumnos den más valor al hecho de aprender que al de tener éxito o fracaso

Que consideren a la inteligencia y las habilidades de estudio como algo modificable y no como inmutables

Que centren más su atención en la experiencia de aprender que en las recompensas externas

Facilitar su autonomía y control a través de mostrar la relevancia y significatividad de las tareas.

Manejo docente de la motivación.

Algunos puntos al respecto que tenemos que tomar en cuenta:

• Borra lo “aburrido”

“No creo en esa palabra,” dice la Dra. Deborah Chesnie Cooper, una psicóloga educacional y de desarrollo de Toronto. Cuando los niños dicen que les aburre, asegura la Dra., lo que realmente quieren decir es que se sienten frustrados con su aprendizaje (porque es muy difícil o muy fácil), no se relacionan con la materia (por ejemplo, en qué les ayudan las matemáticas en la vida diaria), no les gusta cómo se les enseña, o porque están preocupados por su rendimiento.

Es necesario darnos cuenta del porqué no le agradan ciertas asignaturas a nuestros alumnos, para poder adaptarlas con retos, competencias, juegos, etc., que de un modo u otro las actividades se vuelvan motivantes, y aprendan de manera sencilla, en su ambiente, esto quiere decir que estén cómodos trabajando con las actividades elaboradas por el docente provocándoles el afán de estudiar.

• Que se enteren del propósito

Además de que les mencionemos el propósito de la asignatura, si son matemáticas por ejemplo, tenemos que vincularlas con la vida diaria, de este modo el niño se interesa por conocerlas y aplicarlas, además de que se dará cuenta al momento de aplicarlas de lo importante que es saber matemáticas o cualquier asignatura que haya aplicado.

• Recompénsalos

Así como recompensarles el esfuerzo, sin amenazas ni sobornos.

Puede ser que le recompensemos el esfuerzo con un detalle o buenas palabras que lo hagan sentir conforme con lo que él trabaja.

Se le puede mencionar antes de la actividad que será recompensado si lo hace bien, aunque este método no resulta muy productivo, ya que el niño estará pensando en el premio, y tratando de hacerlo bien que en lo que de verdad importa, aprender.

• Es importante:

Hablar con los padres de familia, para que estos nos brinden apoyo, y se interesen de igual manera por el estudio de sus hijos, ya que al ver que sus padres se interesan ellos responderán de igual manera y se empeñarán en ser mejores estudiantes, para hacer felices a sus padres.

Conclusiones

Lo más importante en la educación de un niño es la motivación que éste tenga para llevarla a cabo, y es tarea del docente brindarle esa debida motivación para obtener el debido interés por parte del niño.

Debemos trabajar lúdicamente, ya que a los niños les interesa el juego y estarse moviendo, además de que de esta manera aprenden de manera más fácil y practica.

No debemos dejar de lado la motivación y los intereses de los niños, ya que podemos iniciar muy bien, pero con el paso del tiempo dejar atrás las actividades lúdicas significativas, sino siempre estar mejorando nuestras propias actividades e ir desechando las que carecen de propósito o de relevancia para los niños.

Bibliografía:

Frida Díaz Barriga Arceo, Gerardo Hernandez Rojas. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo: Una interpretación constructivista, Mc. Graw Hill, 2002, 465 págs. (35-49)

Hilda Fingermann, http://educacion.laguia2000.com/ensenanza/intereses-del-alumno, “intereses del alumno”

Bernardo Carrasco, José “una didáctica para hoy” Ediciones RIALP, 2004 – 379 páginas.

Fuentes de internet:

http://www.innatia.com/s/c-como-educar-a-los-hijos/a-como-motivar-a-un-nino-a.html

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