DE LOS CODIGOS A LOS DISCURSOS
peconetitoApuntes16 de Agosto de 2017
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DE LOS CODIGOS A LOS DISCURSOS
Introducción general.
Lo que intentamos hacer es un relevamiento fragmentario de las “facetas” teórica y aplicada de una disciplina, la semiótica, que teniendo por meta describir y explicar la construcción del sentido, ha adoptado frente a todos y cada uno de los objetos a que se ha enfrentado un punto de vista que privilegia, respecto cualquier otra consideración, la del análisis.
Dado que 1. nos ocuparemos de la semiótica teórica y de la aplicada conviene saber cuáles son las relaciones que entablan y dónde residen sus diferencias. 2. Es necesario tener en cuenta que la diferencia no pasa por la presencia, en la semiótica aplicada, de un componente, el metodológico, que estaría ausente en la otra. La elaboración de “modelos” analíticos no le es ajena a la semiótica teórica.
Las diferencias se concentran en la índole de los problemas que las investigaciones afrontan y en la naturaleza de las finalidades que su planteo y resolución persigue. La semiótica teórica se propone elaborar nociones, conceptos y, según los casos, modelos, que descifran fenómenos generales de la producción de sentido, la semiótica aplicada tiene por meta resolver cuestiones específicas, y ligadas, en la mayoría de los casos, de manera directa o indirecta, con el éxito o fracaso... económico.
1° Módulo
Teorías semióticas
Introducción.
Una de las principales problemáticas a resolver es la distinción de los términos semiótica y semiología que funcionan en la práctica como sinónimos, y que en otras que se las consideran no sólo distintos entre sí sino antagónicos e irreconciliables. Esto comporta diferencias profundas.
Los autores que tratan los términos como equivalentes, tienen en cuenta el “origen”, el contexto en que el término fue emplazado por primera vez: semiología, en el Curso de lingüística general de Ferninand de Saussure; semiótica, en los Collected Papers de Charles Sanders Pierce - una oposición entre padres fundadores -. Los investigadores que distinguen semiótica de semiología se sitúan en una perspectiva distinta. Para ellos existe una “oposición” que excede el límite de la “procedencia” de sus autores, de su “origen” europeo o “norteamericano”, ya que atañe a los principios en los que cada una de las teorías se sostiene, principios que remiten a una tradición filosófica particular que condiciona el punto de vista.
Tal es así que el término semiología no podría nunca equivaler al de semiótica –reservada para aludir a la disciplina tomada en su conjunto -, pues semiología se hace cargo de una concepción de signo que a- no se centra en todos los signos sino únicamente en los lingüísticos, b- se afirma en la noción de sistema, y c- define a los términos del sistema como unidades opositoras de naturaleza abstracta.
Otra posibilidad es la de Umberto Eco que nombra a la disciplina a través de la palabra semiótica pero sin que esta decisión comporte tomar en cuenta las implicancias filosóficas o metodológicas que los términos semiótica y semiología conllevan.
En nuestro caso limitaremos la palabra semiología a aquellos momentos en que nos refiramos a la primera de las dos etapas con las que la historia de la disciplina se halla conformada hasta el presente, lo haremos con semiótica toda vez que aludamos a la disciplina en general.
La unidad 1 se ocupará de tomar contacto con la llamada lingüística estructural. Su familiaridad será muy cercana con los caracteres básicos de Saussure y con los desarrollos que a partir de él se han producido en la lingüística. Se adquirirá conocimientos sobre la expansión de tales principios y caracteres en el dominio de la semiótica.
En la unidad 2 conocerá los lineamientos generales de la teoría perciana del signo y profundizará su conocimiento de la teoría de la enunciación y de la teoría de los discursos sociales de Eliseo Verón. Los objetivos de la 2° unidad son el poseer una visión general de la semiótica teórica.
Unidad 1
La semiótica de inspiración saussuriana
En el lenguaje verbal, la aparición de la teoría saussuriana denota un cambio cualitativo importante – cursos de lingüística 1907 y 1911-. Se forma un contraste no solo en el aspecto de las teorías lingüísticas, sino que se contrapone a los campos actuales de la gramática.
Actualmente sabemos que las gramáticas funcionan como entidades normativas, y tienen como objetivo el buen uso de la lengua aportando lo que es correcto de lo que no lo es. Distinta es la finalidad de la lingüística saussuriana: procura efectuar un acercamiento descriptivo a la lengua “objetivamente” su funcionamiento.
La lingüística que precedió a la de Saussure realizó un estudio diacrónico – sentido histórico evolutivo -, en cambio la de él es sincrónica: le interesaba la descripción exhaustiva de un estado de la lengua. Otra de las oposiciones eje de la lingüística saussuriana es: la de lengua – habla. Esto se explica que en un principio se trataba la lingüística del habla, mientras que la saussuriana es una lingüística de la lengua. Esta comparación la realiza el propio Saussure y monta las oposiciones – diacronía / sincronía; lengua / habla – y realiza comentarios de los aspectos positivos y negativos de la gramática anterior a sus estudios –es necesario tener en cuenta que Saussure fue el primer lingüista que le dio carácter científico a la lengua- La crítica que realiza a la gramática anterior es que no tomaron en cuenta los estados de la lengua, esto limita la validez de sus conclusiones y la lleva mas allá de las fronteras de la lingüística. Y gracias a las investigaciones se pudo ver la existencia de una clase de fenómenos lingüísticos: los diacrónicos que pasaba totalmente desapercibida.
Para Saussure, la interpretación de la corriente que le precede, son importantes los aportes para su propia obra. No solo pone en el acento en los fenómenos diacrónicos, sino que le permite desplegar uno de los principios estructurantes de su teoría, el del binarismo. Además, para él, el rejuvenecimiento de la lingüística depende de que esta tome el punto de vista estático (sincrónico) de la gramática tradicional, pero de una nueva forma que reconozca:
a.- que a los fenómenos lingüísticos sincrónicos se les debe agregar como existentes los diacrónicos,
b.- que los órdenes a los que remiten ambos tipos de fenómenos se oponen entre sí,
esto trae aparejado una división de la lingüística en dos ramas: la Lingüística estática o sincrónica y la Lingüística diacrónica.
Se dice que el eje vertebral de la lingüística de Saussure es el binarismo porque todo en ella reposa en oposiciones, en dualidades cuyos términos se oponen entre sí, al tiempo que operan como dicotómicas, son interdependientes porque se suponen recíprocamente.
Conviene tener en cuenta que el binarismo forma parte de una visión nueva de los fenómenos lingüísticos , cuya originalidad provocó la diferenciación radical con las lingüísticas que la precedieron , no presta atención a lo sustancial, a lo sustantivo, sino que se detiene sólo en lo relacional.
Lo que hace Saussure es definir el signo lingüístico “lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre sino un concepto y una imagen acústica, la imagen acústica no es el sonido material, cosa puramente física, sino una huella psíquica”. Pero para él no solo es una cuestión psíquica, sino que también es arbitrario y convencional Esta convencionalidad permite distinguir el signo lingüístico de otro tipo de signos.
El haber señalado el carácter convencional del signo implica otorgarle el carácter sistemático subrayando lo relacional. Para Saussure “el significante lingüístico es incorpóreo; está constituido no por una sustancia material sino únicamente por las diferencias que separan su imagen acústica - de las otras -. Lo que importa en la palabra no es el sonido por sí mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir esas palabras de todas las demás”. Dicha cuestión es comparada con un juego de ajedrez, al cambiar una sola pieza del juego por otra cambia profundamente a la ‘gramática’ del juego.
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