DESERTIFICACION
karenjamartpink23 de Junio de 2013
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INTRODUCCION
La desertificación actual es el resultado de la acción de dos factores, uno de tipo natural y otro originado por la sobre explotación de las tierras por los seres humanos (Tolba, 1991). La degradación antropogénica de las tierras se inicia con la disminución o destrucción de la capa vegetal natural como consecuencia del cultivo excesivo, especialmente cultivos en pendiente y el monocultivo de cereales (Di Castri, 1990); el sobre pastoreo, la aplicación de prácticas de riego deficientes, y la tala de árboles destinados a la leña (Dregne, 1986), en consecuencia, se observa un proceso progresivo de agotamiento de las tierras desde el estado normal hasta la degradación que impacta directamente sobre la productividad de los cultivos, fenómeno que afecta la disponibilidad de alimentos en las poblaciones humanas, también se reduce la diversidad de la micro y macro fauna, la flora y vegetación en general (Osorio, 1989).
Los procesos de desertificación tienen causas subyasentes tales como la mala administración del ambiente deteriorado, las influencias de fuerzas económicas y políticas, que manifiestan la no equidad de las relaciones de intercambio que predominan en la distribución de los recursos, favoreciendo aún más el grado de vulnerabilidad y riesgo que presenta la población de zonas desertificadas.
Los estudios de desertificación del medio natural depende a la vez de la naturaleza física y biológica (suelos, flora, fauna) pero también de las prácticas técnicas utilizadas por las sociedades humanas para valorizar los recursos naturales. Por esta razón, los estudios de desertificación deben tomar en su conjunto los procesos socio-economicos que influyen en la evolución del medio natural.
La desertificación es agravada por el comportamiento social de las poblaciones que viven en las zonas áridas, los cuales en períodos húmedos favorables para la agricultura intensifican el uso de las tierras para luego, en las épocas de sequías continuar la presión antrópica sin considerar la pérdida de resistencia a la presión humana.
DESERTIFICACION
Se conoce como desertificación a la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultantes de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas. O al menos esta es la definición que la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación maneja . De igual manera se habla de la degradación de las tierras que es la reducción o pérdida de productividad biológica o económica de las tierras.
La desertificación se produce como resultado de un desequilibrio a largo plazo entre la demanda de servicios por parte del hombre y lo que los ecosistemas pueden proporcionar. En la actualidad, existe una presión creciente sobre los ecosistemas de las tierras secas en cuanto al suministro de servicios como la alimentación, el forraje, el combustible, los materiales de construcción y el agua, que es necesaria para el hombre, el ganado, el riego y el saneamiento.
Este incremento se atribuye a una combinación de factores humanos (como la presión demográfica y el modelo de uso del suelo) y climáticos (como las sequías). Aunque la interacción de dichos factores a escala mundial y regional es compleja, sí es posible entenderla en la escala local. Aproximadamente entre el 10 y el 20% de las tierras secas se encuentran ya degradadas y, de no tomarse medidas al respecto, la desertificación pondrá en peligro futuros avances en el bienestar humano y posiblemente hará perder el bienestar ganado en algunas regiones. Por todo ello, la desertificación es en la actualidad uno de los mayores desafíos medioambientales y un obstáculo de primer orden a la hora de satisfacer las necesidades básicas del hombre en las tierras secas.
LA DESERTIFICACION EN EL MUNDO
La desertificación ocurre en todos los continentes excepto la Antártida y afecta los medios de subsistencia de millones de personas, incluyendo una gran proporción de los pobres en las tierras secas. La desertificación ocurre en las tierras secas de todo el mundo, y sus efectos se experimentan en el nivel local, nacional, regional y mundial. Las tierras secas ocupan el 41% de la superficie terrestre del planeta y son el hogar de más de 2.000 millones de personas—un tercio de la población humana en el año 2000. Las tierras secas incluyen todas las regiones terrestres donde la escasez del agua limita la producción de cosechas, forraje, madera y otros servicios de aprovisionamiento de los ecosistemas. Formalmente, la definición de la EM abarca todas las tierras donde el clima se clasifica como subhúmedo seco, semiárido, árido, o hiperárido.
Las tierras secas, que suponen un 41% de la superficie terrestre del planeta, albergaban en el año 2012 a un tercio de la población humana, es decir, 2.000 millones de personas.
Los servicios de los ecosistemas son los beneficios que el hombre obtiene de los ecosistemas; por ejemplo, cosechas, forraje y madera. En las tierras secas, la producción de estos servicios que proporcionan los ecosistemas está limitada por la escasez de agua. La reducción sustancial y persistente de la oferta de dichos servicios, que está provocada por la escasez de agua, el uso intensivo de los servicios y el cambio climático, supone una amenaza mucho mayor en las tierras secas que en el resto de sistemas. Las zonas más vulnerables a la desertificación son las tierras secas subsaharianas y centroasiáticas.
La reducción persistente y substancial en la provisión de los servicios de los ecosistemas como resultado de la escasez de agua, el uso intensivo de los servicios y el cambio climático son una amenaza mucho mayor en las tierras secas que en los sistemas que no lo son. Particularmente, la intensificación proyectada de la escasez de agua dulce como resultado del cambio climático causará un mayor estrés en las tierras secas. Si no se lo mitiga, ese estrés exacerbará aún más la desertificación. La vulnerabilidad más grande se atribuye a las tierras secas subsaharianas y del Asia central. Por ejemplo, en tres regiones clave de África—el Sahel, el Cuerno de África y el sudeste de África—tienen lugar severas sequías en un promedio de una vez cada 30 años. Estas sequías triplican el número de la gente expuesta a la escasez severa de agua por lo menos una vez en cada generación, desembocando en importantes crisis de alimento y salud.
La desertificación es el resultado de una falla de larga data en el logro del equilibrio entre la demanda y el suministro de los servicios de los ecosistemas en las tierras secas. La presión está aumentando sobre los secas para la provisión de servicios tales como alimento, forraje, combustible, materiales de construcción y agua para los seres humanos y el ganado, para la irrigación y para el saneamiento. Este aumento se atribuye a una combinación de factores humanos y factores climáticos. Los primeros incluyen factores indirectos como la presión de la población, los factores socioeconómicos y de políticas y fenómenos de la globalización como las distorsiones en los mercados internacionales de alimentos, y factores directos como los patrones y las prácticas de uso de la tierra y los procesos relacionados con el clima. Los factores climáticos de consideración incluyen sequías y la reducción proyectada en la disponibilidad de agua dulce debido al calentamiento global. Mientras que la interacción a escala mundial y regional de estos factores es compleja, es posible entenderla a escala local.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la desertificación amenaza a la cuarta parte del planeta, afecta directamente a más de 250 millones de personas y pone en peligro los medios de vida de más de 1 000 millones de habitantes de más de 100 países al reducir la productividad de las tierras destinadas a la agricultura y la ganadería. Estas personas incluyen muchas de los países más pobres, los más marginados y los ciudadanos políticamente más débiles. Aunque la desertificación puede ser provocada por las sequías, en general su causa principal es la actividad humana: el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego.
Superficie de tierras secas en América
(millones de hectáreas)
Tipo de tierras América del Norte América del Sur Total Mundial
Hiperáridas 3 26 978
Áridas 82 45 1571
Semi Áridas 419 265 2305
Sub – Húmedas secas 232 207 1296
Total 736 543 6150
CAUSAS DE LA DESERTIFICACIÓN
Se puede establecer que existe una vulnerabilidad a la desertificación que depende del relieve, las condiciones de los suelos y la vegetación y está asociada al riesgo de situaciones periódicas, episódicas o permanentes de carencia de agua (tendencia a la aridificación), que dan lugar a periodos prolongados de sequía o a la irregularidad de las precipitaciones, en forma de tormentas de elevada intensidad, acelerando los procesos locales o regionales de desertificación.
Aunado a lo anterior, tenemos algunas prácticas de gestión ambiental, tales como la deforestación, sistemas inadecuados de producción agrícola y el sobrepastoreo, que propician la degradación del suelo (erosión física, degradación física y química, salinización) y/o la destrucción de la cubierta vegetal.
Cada año, en México, cerca de 400 mil hectáreas presentan procesos de desertificación, lal cual, como vimos en los párrafos anteriores está determinada por varios factores sociales, económicos
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