DOS PREGUNTAS EN TORNO AL CONCEPTO DE "PRÁCTICA"

La dimensión social y su relación con la dimensión personal.

El texto: “DOS PREGUNTAS EN TORNO AL CONCEPTO DE <PRÁCTICA>” presenta varias lecturas de diferentes autores que plantean concepciones específicas, las cuales tienen como denominador común “la preocupación por esclarecer la idea de <práctica social>”. A través de ellas se busca tratar de conocer lo que se entiende por “práctica” y concretamente “práctica social” como elemento muy importante que en el ser humano (de acuerdo a lo que los diferentes autores aportan) es básico en el proceso de entender lo que se da a su alrededor, del conocimiento y aprendizaje, de sus modos de proceder, la formas en las que la mente se va construyendo.

Parte de dos preguntas: ¿Quién protagoniza las prácticas sociales? y ¿Cómo se construye la mente en el interior de una práctica social?

A través de la visión de dos autores Giddens y Bourdieu se interioriza sobre uno de los problemas centrales de la sociología: si las personas son realmente protagonistas de lo que hacen son ellos quienes las conducen, si son sujetos de su “práctica”, o son solo quienes actúan bajo la “influencia coactiva de las estructuras sociales”.

Giddens plantea su teoría sobre la “estructuración” en la que da una gran relevancia, casi única -en relación a las personas-, a las estructuras sociales, lo cual lleva a entender que en su concepción la conducta humana es el “producto de fuerzas sociales que los sujetos ni gobiernan ni comprenden”, la sociedad tiene primacía sobre el individuo; las pautas de la sociedad tienen vida propia y se imponen en forma coercitiva sobre las personas, en forma opuesta a las sociologías hermenéuticas en las que el protagonismo lo tiene el sujeto y la sociedad viene a ser el resultado de múltiples acciones e interacciones de las personas. El autor quiere ver cómo vincular la acción, el sentido y la subjetividad con la estructura y la acción coercitiva de la sociedad sobre el individuo. Para esto considera que el sociólogo debe fijarse no en la acción del sujeto ni en las estructuras sino en las “prácticas sociales”, esto es “el conjunto de métodos o técnicas que realizan los agentes sociales", las prácticas sociales ordenadas en un espacio y un tiempo”. Considera que en las prácticas se expresa la dualidad de estructura, que muestra cómo las acciones de todos los sujetos están influidas por las características estructurales de la sociedad, pero a su vez, todos participamos en la construcción y la reconstrucción de la estructura social en el curso de nuestras actividades diarias.

Analiza al sujeto o más bien a lo que él llama “agencia”, analiza la fuerza coercitiva de las estructuras y los nexos que unen esos dos aspectos de la realidad. Su teoría de la agencia lo lleva a aceptar el descentramiento del sujeto sin admitir la total desaparición de la subjetividad y de su relativa eficacia social, lo que supone rechazar el determinismo absoluto y la libertad ilimitada. De acuerdo a sus planteamientos los sujetos son agentes en la medida en que pueden actuar de distintas formas y pueden transformar sus prácticas y las mismas estructuras sociales; no es una entidad sin mente sino alguien capaz de actuar de modo intencional y apoyado en razones que justifiquen su acción, lo cual no significa que siempre actúa guiado por razones. El agente sabe, puede saber y su conocimiento le resulta eficaz para participar en las prácticas sociales. Cuando habla de las estructuras sociales considera que estas no son una entidad sino un conjunto de propiedades gracias a las cuales se hacen posibles las prácticas sociales, las prácticas no tienen estructuras sino propiedades estructurales lo que lleva a considerar que solo existen en sus actualizaciones en las prácticas sociales y en la memoria que orienta la conducta de los agentes. Son coercitivas pero no hacen imposible su modificación lo cual hace posible la acción de los sujetos.

Giddens pues otorga a las “prácticas” una importancia especial

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