De La DiscapaciDaD A Las NecesiDaDes Educativas Especiales
miriamchiquita19 de Febrero de 2014
611 Palabras (3 Páginas)425 Visitas
Gracias a los profesionales y algunos sectores de la sociedad que atienden a las personas con discapacidad han podido cambiar algunos términos utilizados para referirse a personas con discapacidad.
En vez de utilizar términos ofensivos como “inválido”, “idiota, buscaron un vocablo menos despectivos; se les ha llamado “personas excepcionales”. Pero no solo se busca eliminar esas expresiones sino que también el modo de pensar y de sentir que refleja.
Las modificaciones en los términos se han propuesto con la intención de eliminar las connotaciones negativas que adquieran los términos usados para que la sociedad cambie de actitud ante esas personas, es decir que deje de considerarlas anormales.
Gran parte del problema radica en que la sociedad estima demasiado la belleza y la riqueza. Por eso menosprecia a los que son menos inteligentes, atractivos o a los que son pobres.
Por otro lado creo que la sociedad no está funcionando de modo adecuado puesto que se dice que las personas con discapacidad no se adaptan a la sociedad y no es que no se acoplen sino que la misma sociedad es la que no se adapta a aceptar en igualdad a todos los miembros.
En 1980 se publicó un documento en que se plantea una nueva aproximación conceptual y se habla de tres niveles diferentes: deficiencia, discapacidad y minusvalía, teniendo como objetivo de adquirir criterios comunes y reducir progresivamente la variedad de términos ya que cada uno tiene un significado diferente. ç
Deficiencia es cuando hay una pérdida o anormalidad de alguna estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. (Problemas de audición, visuales…)
Se habla de discapacidad cuando, debido a la deficiencia, hay restricción o ausencia de ciertas capacidades necesarias para realizar alguna actividad dentro del margen que se considera “normal” para el ser humano. (Dificultad para comunicarse, vestirse, socializar…)
Por último minusvalía es cuando, como consecuencia de la deficiencia y de la discapacidad, y desde el puno de vista de los demás, se tiene limitaciones para desempeñar un determinado rol y por tanto se encuentra en una situación desventajosa.
De cualquier manera sin importar la clasificación que se haga de estas personas, las definiciones que habitualmente se utilizan, sin duda, implican una etiqueta.
Asimismo generalmente al niño que tiene alguna discapacidad se le relaciona con sus pares que compartan la misma etiqueta sin permitirle relacionarse con otros niños “normales”, así mismo se les diseña un currículo especial, generalmente menos exigente.
Se puede observar que hay casos en que alguna persona “normal” llegue a tener necesidades diferentes o especiales en comparación con un grupo. En el caso del niño sin discapacidad y con serios problemas para aprender, no se le considera candidato para recibir apoyo de educación especial, sino que se considera flojo, apático o rebelde.
Es un grave error por parte de las maestras encargadas etiquetarlos como flojos sin antes diagnosticarlos, observarlos y prestar más atención a los problemas que presenten ya que cada niño es diferente, sus capacidades y necesidades son diferentes, es ahí donde la educadora tiene que observar si el problema es temporal o permanente.
Por otro lado en muchas instituciones ya poseen maestro de apoyo y les benefician a los infantes para su desarrollo y mejor desempeño; también la misma educadora busca estrategias para que el pequeño se integre, realizando modificaciones a sus planeaciones basándose en las necesidades de cada niño y dedicándole tiempo aquellos que más lo necesitan.
Se pretende dejar de etiquetar y señalar a las personas que presentan problemas físicos o de cualquier otra índole; además, es posible
...