De Las Rayitas A Las líneas

De las rayitas a las líneas

Rosa Ilescas Vela.

Publicado en la revista Tepalcates

www.tepalcates.mx

No imaginaba el alcance que tendría el hacer un enlace de comunicación con los alumnos, algunos de ellos egresados ya del Colegio; hace unos días recibí un mensaje in box, de Marianne, en el que agradecía las clases del Taller de Diseño Ambiental y en especial las de perspectiva y proyección isométrica porque en su materia de química orgánica "… todas las estructuras hay que pensarlas en plano y pasarlas a tridimensional y viceversa", puesto que ahora tiene la capacidad de imaginar las formas de manera tridimensional "… y aun más, soy de las que hacen mejor las proyecciones en su libreta, a todos mis compañeros les cuesta encontrar su horizontal y sus diagonales, hacia arriba, abajo y todo eso…"

Fue entonces cuando vi el resultado de lo que había calculado con mi modo de enseñar a dibujar. No se trata de copiar, sino de observar, de mirar todo, formas, direcciones, texturas, colores, en fin, de convertirse en un observador de pedacitos para construir una unidad gráfica.

En la enseñanza del dibujo me interesa hacer de este un medio para desarrollar la percepción visual utilicé, en primer lugar, las enseñanzas de mis maestros de dibujo, desde el entonces llamado dibujo académico, con el uso de medidas hasta el gestual, es decir, de manera libre y espontánea, también apliqué el método de Betty Edwars, quien utiliza los estudios que se realizaron sobre el funcionamiento de los dos hemisferios del cerebro, realizados en el tratamiento de enfermos de epilepsia y que fueron rehabilitados con ejercicios de percepción en los que se averiguó que el hemisferio izquierdo cumple con funciones lógicas, de organización, para desarrollar el habla, la escritura, las matemáticas, las normas sociales, etcétera; mientras que el hemisferio derecho es capaz de percibir, mediante los sentidos, las formas, colores, texturas, sonidos, movimientos, olores y otras sensaciones (Edwars, 2000).

En su práctica, Edwars ejercita el hemisferio derecho desconectando la parte racional para desarrollar las percepciones, uno de los recursos que maneja es descontextualizar el objeto de estudio quitándole su significado, es decir, despojándolo de su nombre, quedando solamente un conjunto de líneas que deben reconocerse visualmente para activar de manera coordinada el binomio ojo-mano.

Desde pequeño, el niño dibuja lo que ve, cómo él lo entiende y durante su proceso de enseñanza se le va indicando cómo dibujar, por ejemplo, un árbol, no se trata de un manzano o de un ciruelo, es "el árbol", el objeto carece de características particulares, cualquier forma que tenga tronco, ramas, hojas y en ocasiones frutos, ya ni pensar en sus flores, es "el árbol". En la primaria el niño le asigna símbolos a las formas y su percepción se limita.

En la secundaria ocurre otra limitante de la percepción, el muchacho "tiene" que entregar mapas, imágenes del aparato respiratorio, la biografía de algún libertador, un mapamundi, en fin, una serie de encargos que le llevan a comprar estampitas de último momento para copiarlas o calcarlas; pensar en la posibilidad de asistir a ver un mural en donde Hernán Cortés es representado como un adefesio, con llagas y enfermo realizado por Diego Rivera o a un Cuauhtémoc en el momento del suplicio pintado por Siqueiros resulta imposible, sólo se trata de cumplir con las tareas, así se va construyendo un archivo de imágenes que en la adolescencia, ya en la edad adulta, es difícil eliminar, más que otra cosa, por comodidad.

Más adelante, cuando el alumno de bachillerato quiere dibujar, utiliza los escasos recursos de la copia, la calca y los símbolos esquemáticos que se quedaron guardados en su archivo mental.

La conciencia del espacio corporal, comenzando desde la distancia íntima, personal, social y pública (T. Hall, 2007), permite reconocer nuestro entorno y nuestra relación con los otros, se inicia desde niños y se va manifestando en la conducta social, sin embargo, su aprendizaje se va dando a través de la experiencia de cada individuo y pareciera una broma de mal gusto si se le pregunta a los alumnos cuál es la línea vertical y la horizontal y después de un breve silencio alguien pregunta ¿es la rayita acostadita?

Antes de comenzar a dibujar es importante reconocer las diferentes líneas, su ubicación y su dirección, una vez que se ha hecho este reconocimiento, podemos comenzar… a observar, a mencionar lo que se observa, no por el nombre del objeto que se va a dibujar, sino por las características de cada línea que conforma a la totalidad, y reconocer lo que se ve en el papel mediante la relación que hay entre cada línea.

La representación tridimensional, una aportación al pensamiento.

Los estudios de la perspectiva con un punto de fuga, durante el Renacimiento muestran el interés de pintores, escultores y arquitectos por el estudio del espacio y la percepción del efecto óptico que se produce entre el observador y el espacio que contiene las formas (Tr. Ezcurra, 1989), tal es el caso de Tomasso Masaccio o de Rafael, quienes procuraban representar la tridimensión de estructuras arquitectónicas clásicas, en escenas religiosas, sin embargo estos estudios se vieron enriquecidos por la obra de Andrea Mantegna con el Cristo muerto en un interesante escorzo del cuerpo humano.

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Uno de los recursos que se han utilizado para representar objetos de manera tridimensional es la unidad de medida, en el caso de la figura humana se mide por el tamaño de la cabeza, de manera que el canon de un cuerpo humano ideal, desde la visión occidental, es de siete cabezas y media.

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Andrea Mantegna, Cristo muerto.1474

Utilizando esta técnica, es posible seleccionar una parte del todo para medir sección por sección, por ejemplo, para un retrato se toma la medida de

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