Deber O Moral

En nuestros días conseguir un trabajo no es una cosa tan sencilla es por eso que muchas personas se aferran al primer trabajo que encuentran y no lo dejan ir. Pero ¿qué ocurre cuando ese trabajo va en contra de las normas jurídicas y morales de la sociedad? Varias personas al no encontrar trabajo en alguna compañía y al no irles bien en sus planes de abrir un negocio o de cultivar algún alimento se ven forzados a entrar en trabajos que no están aprobados por la ley tales como: sicarios, secuestradores, servidores sexuales, entre otros puestos para una “empresa” ilegal. Aceptar un trabajo de estos significa ir en contra de las normas pero debemos juzgar que está mal lo que hacen por la necesidad del dinero. Usando como comparación la necesidad del dinero y el cumplimiento del deber analizaremos si realmente estas personas están obrando mal.

El holocausto causado por los diferentes generales alemanes que estaban a la orden de Hitler fue uno de los mayores genocidios que el mundo, pero al acabarse la guerra aquellos generales que no se quitaron la vida fueron buscados y llevados a juicio, tales son los casos de Wilhelm von Keitel, director de la extinta OKW, y de Adolf Eichmann, un funcionario del gobierno nazi y miembro de las SS, los cuales al igual que muchos otros funcionarios de este gobierno se vieron obligados a aceptar un juramento de obediencia en el que prometían cumplir con las responsabilidades de su puesto y no fallarle al führer. Al momento de ser detenidos ambos terminan declarándose como dijo Keitel “culpable como militar, pero inocente como criminal”, esto se lo atribuye a que el solo estaba cumpliendo con las ordenes que recibía y que no estaba haciendo su voluntad si no la de Hitler, a pesar de estas explicaciones muchas personas dijeron que ellos podían haber tomado la decisión de cumplir con su deber y así haber salvado muchas vidas, de hecho Kant dijo que todas las personas nacemos con un “sensus communis” que no es más que una serie de conocimientos que todos compartimos y si bien estos podríamos aplicarlos en la definición de bien y mal el mismo Kant dice que “La imaginación no solo produce sus propias leyes, sino que activa conceptos” y ¿por qué metemos la imaginación aquí? Sencillo, porque es imposible no vivir en mundo imaginario cuando como dice Javier Aranguren en su Artículo “Las claves del holocausto y la solución del problema judío” “Eichmann era un sujeto “perfectamente normal”. Es más, su comportamiento con la familia y los amigos era envidiable.”

Haciendo comparación entre la situación que vivieron nuestros amigos alemanes y la situación por la que están pasando varias personas en este momento podemos darnos cuenta que no hay mucha diferencia, pues aunque en la actualidad no sea del todo envidiable el estilo de vida de las personas que están trabajando para “empresas” ilegales podemos encontrar gente como Keitel y Eichmann que están ahí por el cumplimiento de su deber, que en este caso sería llevar pan a la mesa de su casa, y que como dice Aranguren que el caso de Eichmann se debió más a la coincidencia que en si a su maldad y si él no hubiera estado en ese momento probablemente no habría sido participe de semejante acontecimiento. Contestando a si estas personas están obrando mal debemos responder tal y como lo dijo Keitel en su puesto son culpables, pero como personas son inocentes, pues sin duda algunos de ellos no lo hacen por puro gusto si no que cumplen órdenes y como el mismo Keitel dijo “Culpar al hombre de la primera línea de combate o al jefe subalterno, mientras las más altas autoridades de mando rechazan cualquier intento de cargarles la responsabilidad. No solo no sería correcto, sino seria indigno”

Bibliografía:

1.- Nieto Ma. Eugenia (2008) El caso Keitel México Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

2.-Aranguren Javier (1999) La banalidad

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