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Democracia Y Mercados En El Nuevo Orden Mundial

Wandinam2 de Octubre de 2012

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Democracia y Mercados en el Nuevo Orden Mundial

NOAM CHOMSKY

ESTADO / GLOBALIZACION / ANARQUISMO / TERCER MUNDO / DEMOCRACIA

Existe una imagen convencional acerca de la nueva era en que estamos entrando y las promesas que implica. Esa imagen fue formulada con claridad por el asesor de Seguridad Nacional, Anthony Lake, cuando presentó la Doctrina Clinton en septiembre

de 1993: "Durante la Guerra Fría, contuvimos la amenaza global hacia las

democracias de mercado: ahora deberíamos tratar de ampliar su alcance". El "nuevo

mundo" que se abre ante nosotros "presenta inmensas oportunidades" para

adelantarse a fin de "consolidar la victoria de la democracia y de los mercados

abiertos", agregó un año después.

l. La "verdad duradera"

Las temáticas son más profundas que la Guerra Fría, dijo Lake. La "verdad duradera"

es que nuestra defensa de la libertad y justicia contra el fascismo y el comunismo fue

solamente una fase en una historia de dedicación hacia "una sociedad tolerante, en la

cual líderes y gobiernos existen, no para usar o abusar de la gente, sino para

proveerles con libertad y oportunidades. Ésta es la "cara constante" de lo que Estados

Unidos ha hecho en el mundo, y "la idea" que estamos "defendiendo" nuevamente en

la actualidad. Es en la verdad duradera sobre este nuevo mundo" en que podemos

perseguir nuestra misión histórica de una manera más efectiva, enfrentando a los

"enemigos de la sociedad tolerante" -a la cual siempre estuvimos dedicados- que

siguen en pie, moviéndonos desde la "contención" hacia el "agrandamiento". Por

fortuna para el mundo, la única superpotencia es, "por supuesto", única en la historia

en el sentido de que "no estamos buscando expandir el alcance de nuestras

instituciones mediante la fuerza, subversión o represión", utilizando la persuasión,

compasión y medios pacíficos'

Los comentaristas estuvieron debidamente impresionados con esta lúcida "visión de

política exterior". Este punto de vista domina el discurso público y académico a tal

grado que es superfluo contrastarlo con la realidad Su temática básica fue

posiblemente expresada de manera más sucinta por el Eaton profesor para la Ciencia

de Gobierno y Director del Instituto Olin para Estudios Estratégicos de Harvard en la

revista académica International Security: los Estados Unidos tienen que mantener su

"primacía internacional" en beneficio para el mundo, explicaba Samuel Huntington,

porque de manera única entre las naciones, su "identidad nacional está definida por

una serie de valores políticos y económicos universales", particularmente "libertad,

democracia, igualdad, propiedad privada, y mercados"; "la promoción de la

democracia, los derechos humanos y mercados son (sic) mucho más importantes para

la política americana que para la política de cualquier otro país".

Dado que esto es un asunto de definición, como enseña la Ciencia de Gobierno,

podemos ahorrarnos la aburrida tarea de la confrontación empírica. Una medida sabia.

Una indagación revelaría rápidamente que la imagen convencional presentada por

Lake tiene un rango de verdad desde dudoso hasta falso en todos los aspectos

cruciales, excepto en uno: tiene razón en urgirnos a que miremos la historia para

descubrir las "verdades duraderas" en lo referente a ciertas estructuras institucionales

y tomarlas en serio cuando consideramos el futuro probable, cuando esa estructura

queda esencialmente sin cambios y libre para operar con pocas restricciones. Una

revisión honesta sugiere que "este nuevo mundo" podría caracterizarse por un

marcado cambio de la "contención" hacia el "agrandamiento", aunque no precisamente

en el sentido que Lake y el coro de seguidores procuran hacernos entender. Adoptanlo

una retórica ligeramente diferente de la Guerra Fría, lo que estamos viendo en proceso

de evolución es un cambio de la "contención" de la amenaza de una democracia y de

mercados que funcionan, hacia una campaña para "hacer retroceder '' lo que se ha

avanzado en un siglo de luchas frecuentemente amargas.

Aquí no hay espacio para revisar la "faz constante del poder estadounidense, pero

podría ser de ayuda ver algunos casos típicos que ilustran estructuras que son

bastante generales y que son instructivos en cuanto a eventuales desarrollos futuros.

Primero, una verdad trivial metodológica. Si queremos aprender algo sobre los valores

y objetivos de los líderes soviéticos, observamos lo que hicieron dentro de sus ámbitos

de poder. El mismo curso será seguido por un analista racional que quiere acerca de

los valores y objetivos del liderazgo americano y el mundo que trataron de crear. Los

contornos de este mundo fueron delineados por la embajadora ante las Naciones

Unidas, Madeleine Albright, justo cuando Lake elogiaba nuestro histórico compromiso

con los principios pacifistas. Ella informó al Consejo de Seguridad, que estaba

dudando de una resolución dictada por Estados Unidos acerca de Irak, que Estados

Unidos seguirá actuando de manera "multilateral, cuando podamos, y unilateral,

cuando tengamos que hacerlo". Haga su juego como quiera, pero en el mundo real "se

hace lo que nosotros decimos", como expresaba el presidente Bush sobre esta

doctrina fundamental de una manera más brusca, mientras que bombas y misiles

llovían sobre lrak. Estados Unidos tiene derecho a actuar unilateralmente, la

embajadora Aibright instruía al errado Consejo, porque "nosotros reconocemos al

Medio Oriente como vital para los intereses nacionales estadounidenses". No s

requiere mayor concesión de autoridad.

De hecho, Irak sería un buen ejemplo para ilustrar las "verdades duraderas" del mundo

real, pero es más informativo volver la mirada hacia la región donde Estados Unidos

ha tenido la mayor libertad para actuar corno te plazca, de tal manera que los valores y

objetivos de] liderazgo político y su versión del "interés nacional" que representa son

exhibidos con la mayor claridad. Volvamos hacia "nuestra pequeña cercana región que

nunca ha preocupado a nadie", como el secretario de Guerra Henry Stimson describió

el hemisferio a final de la Segunda Guerra Mundial, mientras explicaba que todos los

sistemas regionales tienen que ser desmantelados excepto el nuestro, que tiene que

ser extendido., una posición perfectamente razonable, dado que "lo que era bueno

para nosotros era bueno para el mundo" y cualquier cosa que hacemos es "parte de

nuestra obligación para con la seguridad del mundo", agregaba el colega liberal de

Stimson, Abe Fortas, descartando las sospechas irracionales de Churchill de que

Estados Unidos albergaba ideas de dominación.

El derecho de Estados Unidos de actuar unilateralmente y de controlar esas regiones

que selecciona es único, tal como compete a la única potencia que está "definida" por

su dedicación hacia todo lo bueno. El intento de Japón de mimetizar la Doctrina

Monroe en su "pequeña región" produjo la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, y la

Guerra del Golfo fue una reacción a la propuesta de Saddam Hussein de que los

asuntos de otra región "vital para los intereses estadounidenses" fueran manejados

por una organización regional. Dentro de "nuestra pequeña región", la organización

regional que nosotros seguramente dominamos está autorizada para funcionar, pero

dentro de límites. Si los latinoamericanos "intentaran usar irresponsablemente su

fuerza numérica dentro de la OEA", explicaba John Dreier en su estudio de la

organización, "si llevan a extremos la doctrina de la no-intervención, si no le dejan a

Estados Unidos otra alternativa que la de actuar unilateralmente para protegerse a sí

mismo, entonces habrán destruido no sólo la base de la cooperación hemisférica para

el progreso sino toda la esperanza de un futuro seguro para ellos mismos". Estados

Unidos tendrá que actuar "unilateralmente cuando esté obligado a hacerlo". Esas

condiciones están aún vigentes en los límites extremos de la tolerancia, bajo la política

del Buen Vecino, de Franklin Delano Rooseveit, que llevaban una "obligación implícita

de reciprocidad", enfatizo el oficial para América Latina del Departamento de Estado,

Robert Woodward: "La admisión de una ideología extraña en un gobierno americano

obligaria a Estados Unidos a tomar medidas defensivas" unilateralmente. Huelga decir,

que nadie más tiene tal derecho, en particular, ningún derecho de defenderse de

Estados Unidos y su, "ideología" que no son "extranjeros", sino, de hecho, nada más

que la vindicación de objetivos que cualquier persona

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