Deontología jurídica Semana 1. Problemas éticos ¿Qué es la eutanasia?

Deontología jurídica 

Semana 1. Problemas éticos

Ivana Camila Roa Mejía

Sara Cerón Herrera

19 de noviembre de 2017 [pic 2][pic 3]

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Introducción

La eutanasia desde el principio de los tiempos ha sido un tema que causa gran controversia, debido a las perspectivas, creencias y principios de cada persona.

¿Qué es la eutanasia?

En su etimología proviene de las raíces griegas eu, bueno, y thanatos, muerte; podríamos decir: muerte serena y tranquila. En su esencia, es “el acto de proporcionar una muerte indolora a las personas que sufren enfermedades incurables”, es decir, que se encuentran desahuciados. (Diccionario de Webster 1867); mientras el Diccionario de la Lengua Española menciona a la eutanasia como la muerte sin sufrimiento físico y, en sentido estricto, la que así se provoca voluntariamente.

Antes de iniciar me gustaría que entendiéramos las diferencias entre eutanasia activa y eutanasia pasiva, ya que es crucial distinguirlas, toda vez que, dicha distinción cobra importancia a la luz de juicios legales, morales y religiosos, es importante entender que la forma activa implica precisamente el acuerdo entre el médico —u otra persona— y el enfermo para procurar la muerte mediante “alguna acción”. Ante todo debe entenderse que el acelerar la muerte tiene el fin, meramente, de minimizar el sufrimiento del doliente.

Cuando se habla de eutanasia pasiva se hace alusión a una de dos formas: la abstención terapéutica o la suspensión de medidas de apoyo. En esta variante, el enfermo no es abandonado totalmente; se continúa apoyándolo con fármacos que moderen el dolor, medidas de aseo, hidratación, etcétera.

En resumen, la eutanasia activa es la provocación de la muerte a solicitud del paciente y la eutanasia pasiva es la privación de medidas de soporte.

Ahora bien, es un principio humano respetar la vida, pero... ¿Es humano permitir el sufrimiento de nuestro prójimo?

Desarrollo.

Como bien sabemos, este tema ha causado un gran impacto en la sociedad religiosa, ética, médica y jurídica. En el sentido ético y moral, nos vemos entre dos vertientes, el de terminar con el sufrimiento de una persona desahuciada, o el de matar a una persona.

El provocar la muerte tanto en sentido religioso, como en el sentido legal, es nada menos que atentar contra la vida. En la primera violamos los planes de Dios y en la segunda transgredimos los derechos humanos esenciales, el derecho a una vida digna como lo menciona la Constitución Política de los Estados Unidos de Mexicanos.

Cabe mencionar que la Iglesia católica romana acepta la eutanasia pasiva y rechaza la activa. A continuación compartimos la declaración del Vaticano de 1980 sobre la eutanasia, que dice:

1. Nadie puede atentar contra la vida de un inocente sin oponerse al amor de Dios por esa persona, ya que violaría un derecho fundamental y, por lo tanto, cometería un crimen de extrema gravedad.

2. Todos tienen la obligación de llevar a cabo su vida de acuerdo con los planes de Dios. Esa vida es encomendada al individuo como un bien que deberá dar fruto en la Tierra, pero que encontrará su completa perfección sólo en la vida eterna.

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