Desarrollo Ascendente

Retos del modelo de desarrollo ascendente

En la realidad social, económica y política de varios países de Latinoamérica, se han planteado diversas alternativas para atender las necesidades de los habitantes. Como una búsqueda por una gobernabilidad que descienda hacia el reconocimiento de las problemáticas locales, se requieren vínculos entre agentes sociales y agentes públicos. Por cuanto dichas relaciones, representan las expectativas de mejores vías para el emprendimiento del desarrollo y la innovación de los territorios. No obstante, la relación entre sociedad y gobiernos locales, no representa la totalidad de la solución para la gobernabilidad; dicho esto se plantea la pregunta de ¿hasta qué punto el modelo de gestión ascendente puede operar en forma independiente a los gobiernos nacionales?

Como primer punto, es necesario poner en consideración que el modelo de desarrollo ascendente incorpora como protagonistas al campo local y a la sociedad civil, siendo éste un resultado de la crisis del fordismo (Klein, 2005). Por lo tanto se habla de una intencionalidad por mejorar una anterior condición, tanto económica, política y social, y con ello generar una relación entre sociedad y gobiernos locales. Por una parte estas iniciativas, sí han expresado resultados positivos, como en el caso de las innovaciones que surgen desde lo local y han sido evidenciados en varios países de Latinoamérica; sea que surgieran como “esfuerzos descentralizadores de gobiernos centrales”, o como “despertar” de las localidades (Cabrera, 2008). De todas formas, han representado vías alternativas para la atención de requerimientos más cercanos a las necesidades de la población.

Estas innovaciones, por un lado, no sólo representan aportes a nivel de proyectos que impulsan, social, cultural, o económicamente a la localidad, sino que también sirven como precedentes para ejemplificar la aplicabilidad y funcionalidad del desarrollo en el ámbito político a partir de lo local; sin excluir el lado social como un enfoque necesario para la conjugar lo económico y lo social en el campo de la identidad territorial (Klein, 2005). Sin embargo, este inicial éxito, se ve debilitado por la falta de “acción pública de alta intensidad” que Cabrera (2008) explica como la dificultad para generar cambios realmente profundos a nivel de las instituciones gubernamentales.

Sobre todo se habla del nivel institucional, por cuanto se considera que las localidades, pese a contar con cierto nivel de autonomía siguen formando parte de una nación en la que, en la expectativa de condiciones democráticas y equitativas de gobernabilidad, se esperaría un equilibrado desarrollo para todas las localidades. Sin embargo, contrariamente en muchos casos estas iniciativas aplicadas por los gobiernos ocultan lo que Klein (2005) explica como “estrategias contrapuestas” que si bien por un lado brindan

...