Desarrollo Humano

La diversidad plantea muchos retos y conlleva la obligación de, al menos, la intención de abogar por la justicia en los salones de clase. Hoy día no se puede responder con una educación “one size fits all”. Por lo tanto, la educación tiene que ser diferenciada. Como bien dijo: William G. Spady, “Todas las personas pueden aprender y tener éxito, pero no en el mismo día, ni en la misma forma”. Esto exige que se conozca la personalidad de los estudiantes y que nos ocupemos en obtener información sobre su proceso de desarrollo y estilos de aprender. Las capacidades pueden potenciarse tanto como el éxito escolar, cuando a los estudiantes se les atiende de modo personalizado, planteando contextos y procesos personalizados. Quiere decir, se provee actividades, contenidos y estrategias instruccionales y evaluativas que se atemperen a las necesidades de los estudiantes para optimizar su ejecución, desarrollo y aprendizaje.

Por otro lado, el personal administrativo y docente en una escuela al no tener el potencial, interés, la responsabilidad que amerita lo que es la educación en el desarrollo de cada ser humano se cae a la deserción escolar. Según el Periódico Primera Hora publicado el 2 de diciembre 2013, revela la alarmante deserción escolar en Jayuya. El Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud, del Instituto de Desarrollo de la Juventud, Jayuya es el municipio con mayor número de adolescentes entre 16 y 19 años de edad no matriculados en la escuela ni con diploma de cuarto año, debido a que ocupa la nefasta primera posición (26 por ciento) entre los 78 pueblos evaluados en este indicador de bienestar. También está en el primer lugar (14 por ciento) en el indicador de adolescentes, de las mismas edades, no matriculados y desempleados.

Sin embargo, Maestros, Directores Escolares, Facultad y Departamento de Educación, ¿Cómo se está trabajando para minimizar los desertores escolares en la Isla? El establecimiento educativo deberá tener planes que incentiven a los escolares desde su más temprana edad a la clarificación y satisfacción de las propias necesidades, al desarrollo de su afectividad, de su capacidad solidaria y de su compromiso como ser social. Parece ser que el tercer milenio augura una sociedad ya cansada de luchar por el tener y competir por aspectos poco transcendentes. Las personas intentarán volver a sus orígenes, simplificando su vida, rescatando y respetando la naturaleza. La educación tiene mucho que decir y hacer al respecto, y la vía más directa es a través de los objetivos fundamentales transversales. Esto permitirá al educador transmitir y favorecer en el educando la gestión de autodesarrollo como personas en una sociedad competitiva y cambiante.

La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. Así mismo, la educación es necesaria en todos los sentidos.

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