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Desarrollo Motor


Enviado por   •  13 de Junio de 2013  •  3.914 Palabras (16 Páginas)  •  425 Visitas

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EL DESARROLLO MOTOR

El desarrollo motor sigue un patrón el cual va paralelo al proceso de maduración neurológica, dicho patrón corresponde al Céfalo caudal, “que se refiere a la progresión gradual en el control del movimiento muscular de la cabeza a los pies y que está presente en la fase prenatal, fetal, y más tarde en el desarrollo postnatal” (Ministerio de Educación Pública, 1996, p.16) y al Proximodistal: “que se refiere a la progresión gradual en el control muscular del centro del cuerpo hacia las distintas partes. O sea, el niño controla primero músculos del cuerpo y la espalda y luego los de la muñeca, manos y dedo” (Ministerio de Educación Pública, 1996, p.16).

Con base a esta definición se puede afirmar que el niño requiere primero tener control de los músculos grandes de su cuerpo para poder luego desarrollar los músculos más finos. Es importante aclarar que dentro del desarrollo motor existe una clasificación la cual es: Desarrollo motor grueso y Desarrollo motor fino.

Por su parte la Motora fina corresponde al control de los movimientos finos (pequeños, precisos), como por ejemplo señalar de manera precisa un objeto pequeño con un dedo en lugar de mover un brazo hacia el área en general.”Abarca las destrezas que el niño va adquiriendo progresivamente en el uso de sus manos, para tomar objetos, sostenerlos, y manipularlos en forma cada vez más precisa” (Hernández y Rodríguez, 2000, p. 16).

La motora gruesa hace referencia a las habilidades que el niño va adquiriendo para mover armoniosamente los músculos del cuerpo de modo que puede, poco a poco, mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco y extremidades para sentarse, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad caminando y corriendo (Hernández y Rodríguez, 2000, p. 16).

DESARROLLO PSICOMOTOR

De los dos a los cinco años: La acción y el movimiento predominan sobre los elementos visuales y perceptivos. Se inicia la lateralización, predominio motor de un lado del cuerpo respecto al otro (lo que determinará que sea diestro -que no torero- o zurdo).

• De los cinco a los siete años: Se produce una integración progresiva de la representación y la consciencia de su propio cuerpo; cada vez más, el niño/a va afinando en el control de las diferentes partes de su cuerpo y del de los demás. El proceso de integración del esquema corporal se alarga hasta los once-doce años.

Lateralidad

Con esta palabra, nos referimos al predominio motor de un lado del cuerpo respecto al otro (ser diestro o zurdo). La base a partir de la cual el niño va diferenciando uno de otro lado del cuerpo es el equilibrio, ya que para mantenerlo debe realizar una serie de movimientos de compensación con uno y otro lado del cuerpo. A medida que va experimentando con uno y otro lado va estableciendo las posibilidades y diferencias de cada lado.

A nivel social, existe una marcada tendencia hacia lo diestro, y años atrás incluso se «forzaba» a niños y niñas de tendencia zurdos a «cambiar». Hoy en día está comprobado el error que supone forzar al niño a este cambio, y lo más conveniente es favorecer y estimular sus habilidades teniendo en cuenta que progresivamente irá manifestando cada vez más su predominio lateral. Respetar e incluso potenciar sus tendencias naturales será positivo para sus aprendizajes, tanto manipulativos como intelectuales (orientación en el espacio, aprendizaje lecto-escritura, etc.). La lateralización se consolida siguiendo el siguiente esquema:

• Al principio, el niño/a realiza movimientos bilaterales, es decir, lo que hace con una mano repercute en la otra. Su cuerpo reacciona global mente.

• Más adelante, hacia los dos años, incluso antes, experimenta alternativamente con una y otra mano, lo que le permite comparar resultados. Hay que destacar que no tiene adquirido el concepto de izquierda o derecha; la adquisición de dichos conceptos se alarga hasta los seis-siete años. La mano no es el único miembro de predominio lateral, sino que, en general, es todo el eje, de cabeza a pies (visión, mano y pie de un mismo lado). En algunas personas se puede desarrollar lo que se denomina lateralidad cruzada (por ejemplo, se es zurdo de mano y diestro de ojo y pie).

• De cinco a siete años podemos decir que la noción de derecha e izquierda se tiene en relación al propio cuerpo; Entre los ocho y los doce años el niño/a es capaz de comprenderlos desde el punto de vista de los otros y de los objetos (está situado en el espacio).

La representación gráfica

Hemos visto a lo largo del apartado del desarrollo psicomotor que en los niños y niñas el proceso de aprendizaje está estrechamente ligado al desarrollo físico, y a la posibilidad de ir ampliando cada vez más su capacidad de movimiento y el conocimiento de su propio cuerpo.

Progresivamente, las niñas y los niños son capaces de hacer representaciones mentales de lo que ven y observan, muy ligadas a sus vivencias y experiencias. La capacidad de representar gráficamente, mediante dibujos, la realidad que ven también se desarrolla mediante unas etapas o procesos. Veamos estas etapas y observemos mediante los ejemplos del dibujo de la figura humana que su representación se corresponde a las etapas de integración del esquema corporal.

• 2-4 años: etapa del garabateo. El niño/a hace garabatos, experimenta con el lápiz o colores el gesto que realiza y el trazado que hace (por ejemplo líneas desordenadas circulares). Necesita espacios amplios (porque el trazo es largo) y por eso pintará en el suelo, paredes o también en papeles grandes, con lápiz o colores de trazo grueso, ya que los de trazo fino son para una precisión que aún no tienen. Los primeros trazos de experimentación no tienen sentido para el niño/a, y se puede salir fácilmente del papel, ya que aún no han desarrollado una coordinación viso-manual. Poco a poco van coordinando la vista y el gesto y realizan garabatos con gestos controlados (líneas más o menos rectas y circulares). En educación infantil, sobre todo en el segundo ciclo, se estimula mucho el dominio del gesto, básico para el aprendizaje de la escritura. Finalmente, el niño empieza a realizar garabatos y a darles un nombre (es mamá o soy yo), aunque no se pueda reconocer nada, aspecto muy importante porque se tiene la comprensión de que a través de los movimientos que realiza puede representar lo que le rodea.

• 4-7 años: etapa pre-esquemática. Se caracteriza por la creación consciente de la forma, es el inicio de la comunicación gráfica. El niño/a tiene un cierto grado de conocimiento de su cuerpo

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