Desarrollo Motor
anamaryedu31 de Enero de 2015
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Anatomía neuromotora y desarrollo motor.
La función motora es una de las capacidades más importantes que posee el ser humano. En este tema vamos a prestar especial atención a su base fisiológica, a los factores que condicionan su desarrollo desde la más temprana edad y a las leyes que intentan sistematizar su evolución.
Dentro del marco del desarrollo motor, estos conocimientos teóricos ayudarán a los Técnicos en Educación Infantil a entender la motricidad infantil desde una perspectiva descriptiva, como un primer paso para poder potenciar esta facultad dentro de la especificidad de cada caso.
Introducción al desarrollo motor (I).
Si nos planteamos una dificultad motora que impida un desarrollo óptimo del bebé, podemos presuponer que esta circunstancia va a dificultar su conocimiento del mundo exterior. Es obvio, que, por ejemplo, si queremos trabajar con un niño la percepción cinestésico-táctil, necesitamos de la realización de ciertos movimientos coordinados por parte de éste para que pueda manipular texturas.
Es por ello, que un adecuado desarrollo de la motricidad en los niños no sólo es un valor en sí mismo, sino que va a condicionar al resto de desarrollos que afectan a su formación. El movimiento del cuerpo abre las puertas a la maduración del sistema nervioso que, a su vez, propicia el progreso de otros procesos como son el desarrollo cognitivo, sensitivo y, a largo plazo, social y emocional. Existe, pues, una evolución paralela y una influencia recíproca entre el desarrollo psicomotor, el afectivo-social y el cognitivo.
Antes de continuar con el desarrollo de éstos y otros contenidos, es conveniente que hagamos una primera aproximación al concepto de desarrollo motor para definirlo como:
La adquisición de ciertas habilidades que evolucionan en el niño de forma continua durante toda su infancia, gracias a la maduración del sistema nervioso y a las acciones y movimientos que el niño realiza.
Históricamente, las diversas investigaciones que se han realizado sobre la estimulación y la aceleración del desarrollo motor, afirmaban que la estimulación temprana en los niños no era capaz de provocar un desarrollo precoz de aquellas capacidades motrices estimuladas (Arnold Gesell, 1929).
Sin embargo, investigaciones más recientes vienen a demostrar que, la estimulación temprana de ciertas habilidades motrices fuerza al sistema nervioso central a madurar más rápidamente, por lo que el niño es capaz de adquirir ciertas destrezas antes de lo que su ritmo biológico habría conseguido de una manera 'natural' (Zelazo, 1993 y C. Collins, 1994).
En cualquier caso, debemos ser conscientes de que, ninguna acción que diseñe un educador puede hacer que un niño utilice los cubiertos antes de que su sistema nervioso esté preparado para hacerlo, pero se pueden diseñar determinadas actividades que favorezcan su maduración, siempre y cuando su contexto individual lo permita.
Introducción al desarrollo motor (II).
Es importante que aprendas que existen diversos factores que afectan al desarrollo motor del niño y se clasifican de la siguiente manera:
• Factores endogenos, que incluyen:
o Factores genéticos: los seres humanos estamos condicionados por nuestra herencia biológica, quedando determinado nuestro desarrollo por los genes que nos transmiten nuestros progenitores. Se han realizado estudios que reflejan la relación que existe entre talla de los progenitores y la de sus hijos, al igual que entre la edad de aparición del período en las madres y en las hijas, etc.
o Factores sexuales: podemos decir que estamos condicionados por el sexo ya que el crecimiento es más rápido en los varones y la maduración en las mujeres.
o Alteraciones psicológicas y médicas importantes: cualquier enfermedad en la gestación o en la infancia pueden enlentecer el crecimiento normal y aspectos emocionales negativos pueden detener una secreción hormonal normal.
• Factores exógenos, de entre los más relevantes, podemos destacar:
o Ambientales: El ambiente o entorno en el que nos desenvolvemos condiciona el desarrollo motor de los niños. Esta afirmación es la base de diversas investigaciones que se han llevado a cabo en orfanatos de Irán. Los niños que residían en estos centros, no cursaban con un desarrollo 'normal' para su edad, porque carecían de la pautas de cuidados y atención necesarias: bebían de biberones fijos, lo que significa que no tenían ningún cuidador de referencia que se encargarse de cubrir las necesidades más básicas; no tenían juguetes por lo que no podían experimentar, explorar y conocer el mundo que les rodeaba, y nunca se les colocaba sentados, por lo que presentaron diversos retrasos en su desarrollo motor.
o Culturales: lo que es 'normal' en una cultura, en cuanto al desarrollo motor, podría ser considerado como un retraso si lo comparamos con otras. En referencia a este factor podemos mencionar un estudio realizado por Solomons en 1978 sobre como las costumbres, normas y hábitos de una cultura condicionan el desarrollo motor. Su estudio lo realizó con bebés recién nacidos de la península de Yucatán, en México, y los comparó con bebés de Estados Unidos. Sus investigaciones demostraron que, a los tres meses de edad, los primeros estaban más adelantados en cuanto a destrezas motrices, pero que, a los once meses, estos presentaban tales retrasos que podrían considerarse neurológicamente discapacitados; hábitos como envolver a los recién nacidos completamente en telas, restringiendo así sus movimientos, o creencias locales que impedían que los niños jugasen en el suelo por miedo a los 'pisos fríos', propiciaron estos retrasos.
o Estilos de vida: hábitos como la alimentación, la higiene, el descanso, el ocio y el tiempo libre también influyen en el desarrollo motor.
Sistema nervioso.
La estructura y la función del sistema nervioso permiten al organismo dar respuestas complejas y organizadas a una amplia variedad de estímulos. El sistema nervioso está dividido en tres partes: sistema nervioso central, sistema nervioso periférico y sistema nervioso vegetativo o autónomo.
El sistema nervioso central (SNC) es una estructura muy compleja que se encarga de realizar todas las funciones cognitivas y emocionales y es el responsable de la motricidad humana. Se encuentra protegido por el cráneo y por la columna vertebral.
En el siguiente enlace encontrarás una descripción detallada de las características y funciones de cada una de las partes que conforman el sistema nervioso central.
El sistema nervioso central
El sistema nervioso periférico está formado por todos los nervios que están fuera de la médula espinal y del cerebro. Estos nervios reciben el nombre de nervios periféricos y se dividen en nervios raquídeos y nervios craneales.
Los nervios periféricos salen de la medula espinal y se insertan en todos los órganos y tejidos del organismo, intercambiando impulsos entre los órganos y la medula espinal.
El sistema nervioso autónomo es un conjunto de fibras nerviosas cuya misión es regular el funcionamiento de los órganos internos del ser humano; es el encargado de dirigir las actividades sobre las que el individuo no tiene control consciente como la digestión, la respiración, etc.
Para ello dispone de dos mecanismos bien diferenciados: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Ambos intervienen en el organismo mediante acciones contrapuestas en las complejas funciones internas.
Leyes del desarrollo motor.
Tras las observaciones realizadas a miles de bebés, tanto en las limitaciones de control del cuerpo que tienen en los primeros meses, como en los logros que realizan posteriormente, Coghill, en sus trabajos realizados en 1929, defiende que los patrones que rigen el desarrollo motor se ajustan a dos grandes leyes fundamentales:
• Ley céfalo-caudal: defiende que el control del desarrollo motor progresa en orden descendente, desde la cabeza hacia los pies.
De esta forma, el niño va a dominar su cuerpo: primero, controlando los movimientos de la cabeza y, posteriormente, los de los pies. Esta ley explica el hecho de que el niño sea capaz de mantener erguida la cabeza antes que la espalda, y ésta antes que las piernas.
• Ley próximo-distal: sostiene que el control del desarrollo motor parte del centro del cuerpo, desde la parte más cercana al eje corporal (línea imaginaria que divide en dos partes iguales al cuerpo humano) y finaliza en los miembros extremos o más alejados del eje corporal.
Por lo tanto, el niño va a dominar su cuerpo comenzando por los brazos, para controlar luego las muñecas, las manos y, finalmente, los dedos.
Otra de las leyes a destacar en función del desarrollo motor es la ley de lo general-específico, la cual señala que en su proceso de desarrollo el bebé pasa de movimientos globales a movimientos localizados. Así, el bebé pasará de tener movimientos generales incontrolados a movimientos específicos controlados. Por ejemplo, un bebé de pocos meses, al ver a una persona conocida agitará todo el cuerpo fuertemente, mientras que un niño de mayor edad sonreirá y realizará un solo gesto para que éste se acerque.
El conocimiento y la comprensión de estas leyes harán más fácil la tarea del educador gracias al entendimiento del progreso motor de los niños. Sin estos conocimientos, no podríamos adecuar las acciones educativas, las actividades y los juegos motores al nivel que busque el estímulo
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