Desarrollo Y Modernizacion

El proceso a seguir

Se comprenderá pues, por todo lo que antecede, el importante lugar que otorgamos aquí al fenómeno de la modernización de los países subdesarrollados. Los estudios sociológicos –y más aun los económicos, políticos y antropológicos- de este fenómeno se multiplican de año en año. Pero puede afirmarse sobre todo que este nuevo campo de investigación se ha convertido hoy, para nosotros, en algo equivalente a lo que fue la revolución industrial occidental para los investigadores del siglo XIX. Esto explica que, tras habernos referido a esta ultima en los capítulos precedentes, juzguemos muy natural proseguir ahora al análisis de los países en vías de desarrollo.

Definiremos primero la noción de desarrollo. Dicha noción como podrá comprobarse más adelante, debe entenderse en un sentido más amplio que el usual. Elaboraremos luego un cierto modelo del cambio en los países “En vías de desarrollo”. Esto nos llevara a discutir la noción de la sociedad tradicional, en el contexto nuevo de esas transformaciones.

Para completar el modelo en cuestión, consagraremos el próximo capítulo al análisis de la situación colonial y del proceso de descolonización, porque tales el marco en el que tiene lugar el desarrollo de la mayoría de las sociedades arcaicas y retrasadas.

Definiciones y Distinciones

Riqueza y ambigüedad de la terminología

Digamos, para empezar, que es muy incierta aun la terminología usada para designar los procesos seguidos en los países en vías de desarrollo. Se ha hablado de industrialización y urbanización, de crecimiento económico, de desarrollo económico, de desarrollo político. Más recientemente se ha difundido el término “modernización”. Otras expresiones mas simbólicas han sido utilizadas también, como la de “tercer mundo”, por analogía con el tercer estado de la Francia del siglo XVIII, o, en un lenguaje marxista, la de “Naciones proletarias”

Esta riqueza y a la vez esta ambigüedad de la terminología translucen probablemente la dificultad con que se tropieza cuando se trata de circunscribir una realidad nueva, compleja, cambiante, sumamente variada y en plena ebullición. Cada uno de los términos empleados posee sin duda una connotación diferente, aunque en realidad, la mayoría de los autores los utilizan indistintamente. Por lo que a nosotros respecta, solo recurriremos a los más aceptados por los sociólogos, politólogos, y antropólogos. Nos referiremos a los términos “Industrialización”, “Crecimiento económico” o “Desarrollo económico”, “desarrollo” y “modernización”. Intentaremos primero delimitar el significado exacto de cada uno de ellos.

En qué consiste, en efecto, el desarrollo o la modernización?

Como definir el fenómeno o, por lo menos, circunscribir sus características esenciales, a partir de las principales formas concretas, las diversas y múltiples, que puede asumir?

Cinco estadios del crecimiento económico

Para responder a estos interrogantes partiremos de lo que W.W.Rostow ha dado en llamar los cinco estadios del crecimiento económico, que vamos a resumir en sus líneas principales.

• La sociedad tradicional

La sociedad tradicional se caracteriza por una ciencia y una tecnología prenewtonianas y, consiguientemente, por una producción reducida. La producción de la sociedad tradicional no es necesariamente estática: puede aumentar, pero siempre en medida limitada, dado el estado arcaico de los conocimientos científicos y técnicos.

Primordialmente agrícola, la sociedad tradicional se estructura en torno a la familia y al clan. Facilita solamente una movilidad social restringida y la actitud de la población lleva impreso el sello de un cierto “fatalismo a largo plazo”, es decir, de una aceptación de la situación general tal como es, lo que no excluye, sin embargo, el deseo de algunos progresos individuales limitados.

• Las condiciones previas al despegue

Para que un proceso de desarrollo se inicie en el seno de una sociedad tradicional, deben darse en ellas ciertas condiciones y ciertos factores indispensables al despegue. Son los siguientes: en algunos sectores de la población se difunde la idea de que el progreso económico es necesario para determinados fines, como, por ejemplo el bienestar general, el orgullo nacional o el lucro personal, la instrucción concurre al desarrollo de nuevas necesidades y nuevas aspiraciones, al menos en una parte de la población, algunos empresarios movilizan el ahorro al servicio de empresas privadas o públicas, hacen su aparición los bancos y otras instituciones financieras; aumentan las inversiones; progresan cierta empresas industriales; el comercio se extiende dentro y fuera del país; se establece un poder político central, generalmente sobre la base de conciliaciones fomentadas por un nuevo sentimiento nacionalista.

Este periodo es pues, en realidad, una etapa transitoria entre la sociedad tradicional y el estadio siguiente. En no pocos casos, esos cambios afectan solamente a un sector restringido de la población y de la actividad económica, en el seno de una sociedad que sigue siendo tradicional, sociedad cuya productividad general es muy baja aun.

• El despegue

El despegue constituye el periodo crítico, el punto decisivo que señalará la diferencia entre la sociedad tradicional y la sociedad desarrollada. El despegue supone que las fuerzas favorables a la expansión económica, movilizadas en la fase precedente, no son ya minoría en el seno de una sociedad tradicional, sino que se extienden y alcanzan a la sociedad entera, convirtiéndose en los agentes dominantes y rectores de su evolución. Para ello, las resistencias al cambio que la sociedad tradicional opone, sobre todo a causa de su mentalidad de sus actitudes y de sus estructuras sociales, deben quebrarse o, por lomemos, deben ceder suficientemente.

Se multiplican entonces las empresas industriales y los servicios, gracias al constante aumento de las inversiones, buena parte de la cuales proceden de loa capitales extranjeros. La productividad agrícola debe elevarse también, para liberar a los trabajadores necesarios para el nuevo marcado del trabajo industrial. Las ciudades crecen y se crean nuevos centros urbanos. La movilidad geográfica y social de la población se hace intensa.

Gran Bretaña vivió este periodo de despegue a fines del siglo XVIII, Francia y EEUU, en la primera mitad del siglo XIX. Alemania

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