Descripción de la obra "El Tirol" Franz Marc

El TIROL

“No se desprende de la imagen natural, sino que se destruye para mostrar las fuertes leyes que tienen vigencia tras las bellas apariencias”

Franz Marc, 1912

La fusión entre las oposiciones, la unión entre la materia y el espíritu, entre lo orgánico y lo anorgánico a fin de formar un nivel totalmente nuevo del ser aparece en forma de visión artística principalmente en las últimas obras, de carácter abstracto, de Marc¹.

En estos cuadros se penetral mutuamente formas cristalinas con elementos redondos y formas geométricas; de este modo, muestra la vieja oposición existente entre materia y espíritu, pero que ha de ser superada antes de que pueda instaurarse el nuevo reino de lo espiritual. Precisamente este antagonismo se puede encontrar en los últimos cuadros de Marc que permiten entrar en juego con una radiante visión de lo cristalino como la utopía de libertad espiritual que se trata de llevar a la práctica.

-El Tirol, 1914

-Franz Marc

-Óleo sobre lienzo

-135,7 x 144,5 cm

-Múnich, Pinakothek der Moderne

1. Franz Marc: fue uno de los principales representantes del movimiento expresionista alemán. Miembro del grupo El Jinete Azul.

El cuadro surge a partir de un viaje que realiza el pintor junto a su mujer, María Marc, durante la primavera de 1913, al Tirol del sur².

De nuevo, Marc recurre al mundo cristalino de colores que para él son un signo de espiritualización y purificación, como ya hemos mencionado anteriormente.

El espacio, totalmente dividido en facetas tanto desde el punto de vista del color como de la forma, puede recordar a cuadros del Cubismo analítico. Pues los elementos del cuadro se integran de forma irreal dentro de una composición en algunos casos abstracta de colores hasta el punto de que no se reconocen muy bien los elementos que conforman el lienzo.

Pero, a diferencia de cuadros anteriores, aquí se han introducido claros elementos de paisaje, que parecen formar un extraño contraste con la prometedora utopía. El país Tirol se agacha bajo las emanaciones de color, o bien se rompe en fragmentos a lo largo de los rayos de los distintos planos del lienzo. Un árbol que se cae hacia la izquierda divide claramente el cuadro y parece como la guadaña que quiere segar con todas las vidas del lugar.

La impresión apocalíptica del cuadro queda subrayada por otro detalle más, que Marc introdujo posteriormente, después de retirar la obra del “Primer Salón Alemán de Otoño” de 1913 mientras que la primera versión aún tenían un sol en el centro, ahora Marc representa a la Virgen María como Señora apocalíptica sobre la media luna, rodeada de estrellas cuya extinción hace referencia a la inminente catástrofe. La idea de un “sacrificio de sangre” purificador, que Franz Marc tenía como mucho intelectuales de su tiempo, estaba muy marcada ya desde varios años antes de la Guerra Mundial.

De modo similar a Kandisnky³, también

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