Desercion Escolar Y Criminalidad

DESERCIÓN ESCOLAR Y CRIMINALIDAD

Serie Analisis 1

División de Seguridad Ciudadana.

No1 Junio 2002

Gobierno de Chile.

Página: 1- 9

Marcos Barretto Muñoz

1.- ¿De qué trata el estudio?

Muestra una notable asociación entre: deserción escolar y criminalidad (pensada como delincuencia juvenil, en notorio aumento) como problemáticas que rebasan el ámbito escolar, convirtiéndola en una problemática de seguridad ciudadana.

La delincuencia juvenil será estudiada a partir de un factor de riesgo mismo que se, entiende como la característica o circunstancia detectable en relación con una persona, grupo o comunidad, que se estima asociada con la posibilidad de sufrir daño o la vulneración de un derecho.

El delito y la victimización tienen como factor común de riesgo la reducción del desarrollo social de los individuos, las comunidades, y las oportunidades.

Aporta que, para el segmento juvenil, de 14 a 19 años que ocupa dicha investigación, los factores de riesgo más recurrentes son el desempleo, la exclusión y abandono de la escuela, medio precario, estilo de vida criminalizado y ser miembro de una pandilla. Situaciones que ubican la problemática de la deserción escolar como un factor asociado a la aparición de conductas delictivas, ya sea como una causal o como uno de los primeros hitos en la trayectoria delictual de los jóvenes transgresores.

En chile las principales razones de deserción escolar están asociadas a factores económicos y de género y, en menor medida, a factores propiamente escolares.

Existe consenso respecto de los factores psicosociales y económicos que facilitarían el abandono escolar de los jóvenes Chilenos : la precariedad económica -ligada a un ingreso familiar insuficiente, jefes de hogar con bajo nivel educacional (menos de ocho años) y estudiantes demandados para aportar al mantenimiento del hogar- se suman la marginación social, la estigmatización, la ausencia de redes de apoyo, la violencia intrafamiliar, la irresponsabilidad parental y el aislamiento territorial, entre otros factores.

Y también actúan como factores de riesgo aquellas condiciones propias del mundo escolar, donde se puede destacar la experiencia educativa disociada de la cotidianeidad juvenil y marcada por el fracaso (repitencia y sobreedad); el bajo rendimiento académico y la inasistencia sistemática, además de la socialización durante los estudios con grupos de pares en situaciones similares de riesgo.

Aclarando que la deserción escolar por sí sola no necesariamente deviene en generación de conductas delictuales. Por ejemplo en zonas rurales dicho abandono se encuentra ligado a la incorporación del joven al mundo laboral.

La deserción escolar entendida como un factor de riesgo no actúa de manera aislada: factores ligados al contexto socioeconómico, a la inasistencia sistemática, problemas disciplinarios, desinterés, el mal rendimiento académico y la convivencia escolar constituyen un conjunto de elementos que simultáneamente pueden facilitar la aparición de conductas transgresoras en los jóvenes y una constante en aquellos jóvenes que terminan abandonando el sistema educacional.

Una aportación proveniente de EUA afirma que : “la inasistencia escolar constituía el inicio de problemas posteriores, tales como falta de capacitación, desarrollo de conductas violentas, dificultades en el acceso al mercado laboral, vinculación con situaciones delictivas o con drogas, problemas de alcoholismo, etc.” También las situaciones y ambientes de violencia e inseguridad en los colegios y cercanías generaban mayores índices de deserción e inasistencia y obligaba a generar mecanismos de defensa que, en algunas ocasiones, involucraba portar armas y la incorporación a pandillas.

Dicho estudio analiza por medio de datos cuantitativos la relación existente entre los jóvenes, su nivel escolar cursado y el delito cometido en diferentes intervalos de tiempo, resultando así la propuesta de un perfil de los “jóvenes vulnerables” a partir de los factores de riesgo asociados a la deserción escolar. Puntualmente menciona que la deserción escolar se manifiesta en un espacio restringido y delimitado, susceptible de ser intervenido y donde pueden concurrir los diferentes actores de la comunidad.

Expone entonces a los programas internacionales como Quantum Opportunities (EE.UU) y HALT (Países Bajos) la experiencia del Programa Multidimensional en Hanko (Finlandia) permiten abrir las posibilidades de complementariedad entre los programas locales en seguridad ciudadana que hoy se están llevando a cabo con los programas educacionales vinculados a la retención y reinserción escolar o tendientes a mejorar la convivencia al interior de las escuelas. En ese sentido, programas como Comuna Segura –Compromiso Cien o el Proyecto 24 horas de Carabineros constituyen espacios privilegiados para el trabajo coordinado en Chile.

2.-¿Cuál es el objetivo?

El presente análisis tiene por objeto aportar a la discusión la relación entre criminalidad y deserción escolar, dando cuenta de los posibles alcances de ella.

3. ¿Qué metodología utiliza?

Para efectos del estudio se restringió el grupo de estudio a los que se encuentran en edad escolar y, particularmente a los de 14 a 19 años, el 33,9% de la población juvenil de Chile.

a) Para tal efecto, se abordará en primer lugar algunos de los antecedentes teóricos que nos permitan vincular los fenómenos propuestos.

1ª EUA : Con el objetivo de reducir los arrestos mediante inversiones en juventud, se implementó en cinco ciudades de Estados Unidos -entre 1989 y 1993- el Programa Quantum Opportunities, destinado a otorgar incentivos a los jóvenes para que finalizaran su educación media .A través de este Programa, se les estimuló a completar su formación escolar mediante actividades de reforzamiento académico, tutorías de pares, asistencia escolar en domicilios y actividades comunitarias, entre otras.

Los resultados, luego de 4 años de intervención, fueron significativos: se logró una reducción del 71% de los arrestos. Del mismo modo, el grupo beneficiario del programa, comparado con un grupo de control, “resultó con menor propensión a la deserción escolar (23% versus 50%) y con mayor probabilidad

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