Desplazamiento y probreza.

Tema:

Desplazamiento, retorno y pobreza

“El desplazamiento forzado y las migraciones regionales son una de las principales consecuencias de las guerras civiles y del enfrentamiento armado por el poder. Colombia es el segundo país del mundo en número de desplazados, después de Sudán (Ibáñez, 2008).” (LeGrand, y otros, 2008) La violencia trae consigo miedo y desolación en aquellos que la sufren, datos estadísticos muestran la magnitud de la violencia y la lucha por el poder en el territorio colombiano, como consecuencia de esto el desplazamiento de más de cuatro millones de personas.

“El conflicto armado que se presenta hace decenas de años en Colombia no ha permitido que las heridas que esto deja, sanen en la vida de las personas que la viven. La zona bananera que hace muchos años sufrió un golpe que ha se consagro en la historia del país además de llevar este peso en su espalda también carga consigo el sufrimiento y llanto de una guerra que parece no tener fin” (LeGrand, y otros, 2008)

Con el trabajo de investigación se pretende analizar las consecuencias que los actos violentos han dejado en niños y niñas pertenecientes a la población desplazada situados en la zona bananera del departamento del magdalena en su desarrollo integral y directamente en la educación de los mismos, de igual forma investigar acerca de las decisiones que se han tomado para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas e implementar estrategias en pro de la mejora.

Para describir de un modo general  el contexto que va a ser objeto de investigación es preciso describir la situación aberrante en la que se encuentra la comunidad que está inmersa en este territorio,  las observaciones que se realizaron con el fin de establecer un diagnóstico de las diferentes problemáticas que se presentan allí nos arroja como resultado, niños con mala alimentación, viviendas que no son adecuadas para el pleno desarrollo de los niños y calidad de vida de los de más integrantes de una familia, consumo y venta de drogas que son fáciles al acceso de los niños y niñas de esta población, prostitución y violaciones de los derechos que por obligación deberían ser cumplidos a la primera infancia.

Estas comunidades están habitadas por padres y madres cabeza de hogar, victimas de desplazamiento forzado, las cuales coinciden en el año de 1994, momento en el que este municipio se encontraba atravesando por la ola de violencia más sangrienta hasta el momento a manos de la Guerrilla, grupo armado que son los principales responsables de miles de muertes y desplazamientos en este municipio, Causa que los ha llevado a despojarse y alejarse de sus hogares o de sus terrenos, estas personas en su gran mayoría eran oriundas del Guacamayal – Magdalena, debido a este movimiento, tuvieron que desplazarse a pueblos cercanos como Origueca, Sevilla, piloto, soplador, la perdida, entre otros pueblos.

Durante esta época hasta la actual, estas familias se vieron obligadas a vivir las peores situaciones de pobreza, desigualdad, inequidad, desolación, corrupción, violencia, drogadicción, extorción entre otros factores que prácticamente acabaron con las aspiraciones de superación social, familiar de estas personas. Es importante aclarar que estos individuos padres y madres cabezas de hogar, al ser víctimas del desplazamiento y de la pobreza nunca tuvieron un hogar definido ni mucho menos propio, es decir, todos han tenido que vivir en hogares ajenos, en alquileres e incluso en las calles y en potreros.

Esta grave situación ha obligado a estas familias a instalarse de manera invasiva hace aproximadamente ocho meses en terrenos que hacen parte de propiedades privadas. Al ser terrenos privados, éstas han sido desalojadas de manera repetida de esos terrenos, e incluso a la fuerza, pero estos intentos de desalojos han sido fallidos ya que las familias han dado a entender que no saldrán de ellos hasta que el gobierno local les dé una solución, aquí cabe preguntarnos ¿Qué medidas ha tomado el gobierno en pro de ayudar a estas poblaciones? Estas personas, más allá de sufrir todas las consecuencias que generan este movimiento de  violencia, tienen que vivir con la inmensa desigualdad e inequidad y olvido por parte de los gobiernos locales, regionales y nacionales.

Las invasiones sobre las cuales hemos hecho tanto énfasis son tres: Cuatro caminos, ubicada en el corregimiento de Guacamayal en terrenos privados pertenecientes a empresas palmeras; la segunda llamada Los Cauchos, ubicada en el corregimiento de la estación Sevilla, terrenos que pertenecen a la empresa privada CORPOICA; por último tenemos a la Invasión, la cual lleva ese mismo nombre, ubicada en el corregimiento de Sevilla, ésta también hace parte de terrenos CORPOICA, no es de poca importancia aclarar porque estas invasiones fueron hechas en estos terreno privados, la causa es simple, las familias están cansadas de tener que vivir en la miseria, no entienden como las entidades locales y regionales no les ayudan a pesar de la gravedad de la situación en la que viven, ellos dicen que se toman esos terrenos “porque realmente no tienen donde vivir”.

La situación por la cual atraviesan los habitantes va más allá del desplazamiento, en el modo de vida se ve reflejado abandono y un grado alto de pobreza, circunstancias como desnutrición por la falta de una alimentación adecuada, de agua potable que sea apta para el consumo humano, falta de un lugar digno donde dormir, un espacio para el disfrute de los niños o por lo menos un baño digno donde puedan hacer sus necesidades fisiológicas revelan el degradante modo de vivir de estas personas. Una población en especial sufre mucho más las condiciones de este drama y son los niños y niñas que allí viven y que por la etapa en la que se encuentran van a estar en un mayor grado de vulnerabilidad.

Todas estas problemáticas afectan de manera directa en el desarrollo integral de niños y niñas del municipio zona bananera que se ven envueltos en situaciones tanto conflictivas como de riesgos en su salud y en su integridad moral.

No es posible ver un crecimiento  adecuado en niños que no cuentan con ambientes sanos y ricos en vivencias que propicien en el  un desarrollo en todas sus facultades ni le permitan adquirir las destrezas que este periodo de vida (de 0 a 5 años) requiere.

“El desarrollo de un niño o niña durante la primera infancia depende esencialmente de los estímulos que se le den y de las condiciones en que se desenvuelva. Es por esto que en la etapa comprendida entre los cero y los cinco años de edad es necesario atender a los niños y las niñas de manera armónica, teniendo en cuentan los componentes de salud, nutrición, protección y educación inicial en diversos contextos (familiar, comunitario, institucional), de tal manera que se les brinde apoyo para su supervivencia, crecimiento, desarrollo y aprendizaje.” (Ministerio de Educación)

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