Discriminación De Precios
karel.oviedo19 de Septiembre de 2014
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Discriminación de precios consiste en asignar precios diferentes a un mismo bien acorde a los distintos parámetros que la empresa fije. Sirve para maximizar los ingresos.
Para poder discriminar hace falta dos elementos fundamentales: Información sobre la demanda y arbitraje. La información sobre la demanda ofrece las características del mercado. El arbitraje es la capacidad que tiene los consumidores de revender el producto, y los bienes tienen que ser almacenables. En función de que se den estos factores podremos distinguir tres tipos de discriminación.
Tipos de discriminación
Discriminación de primer grado
La discriminación de primer grado se asocia con discriminación perfecta. En este caso, un monopolista extrae todo el excedente de los consumidores. El monopolista cobra a cada consumidor el precio que cada uno de ellos está dispuesto a pagar para obtener una unidad de bien (precio de reserva). Por lo tanto los beneficios son equivalentes al excedente total. Para poder aplicar la discriminación de primer grado es importante que exista información perfecta y que no existe reventa entre los tipos de consumidores y dentro de los grupos.
Discriminación de segundo grado
La discriminación de segundo grado Consiste en agrupar el mercado de acuerdo a su disposición a pagar por el bien(elasticidad) y conociendo esto el monopolista cobra un precio distinto a cada grupo de acuerdo a su disposición. esto quiere decir que se cobra un menor precio a medida que se compran mayores cantidades. Dentro de esta discriminación se encuentran los siguientes ejemplos. - por volumen: plan empresa v/s plan persona - tarifa en dos partes: lo más común es planes de celulares( fijo y un variable) - venta en paquete: conocidos packs (televisión, Internet, teléfono) - venta atada: shampoo y balsamo.
Aunque la venta en paquete y la venta atada realmente sería el caso de venta conjunta, no discriminación de segundo grado, dado que la discriminación de segundo grado hace referencia a que se cobran distintos precios por distintas cantidades de un mismo bien, así cuanto más copras de un bien, su precio suele disminuir, en cambio en la venta en paquete y la venta atada se agrupan bienes distintos. Esto se hace porque puede haber individuos que quieran pagar mucho por uno de los bienes y poco por otro y otro individuo puede tener unas demanas contrarias, por lo tanto merece la pena vender los bienes conjuntamente.
Discriminación de tercer grado[editar]
Por último la discriminación de tercer grado consiste en aplicar un precio lineal para cada tipo de consumidor. Debemos saber distinguir el tipo de consumidor y no puede existir reventa entre los tipos de consumidores pero sí entre grupos, es decir podemos agrupar los clientes por ejemplo por edad, sexo, país o profesión entre otros. En comercio internacional se denomina Dumping, ya que se aplican precios diferentes a países distintos. El dumping es la práctica internacional de comercio en el que una empresa fija un precio inferior para los bienes importados que para los mismos bienes vendidos en el país. Sólo puede producirse si se dan dos condiciones: la industria debe ser competencia imperfecta a fin de que las empresas puedan fijar los precios, y los mercados deben estar segmentados, por lo que los residentes nacionales no puede comprar fácilmente bienes dedicados a la exportación. En una discriminación de este grado, el monopolista cobra distintos precios en distintos mercados, por un mismo producto. Es decir a diferentes clases de compradores se les cobran diferentes precios para un mismo producto. un clásico ejemplo de esto puede ser las estaciones de servicios(gasolineras), ya que tienen distintos precios dependiendo el lugar donde este ubicado.
Condiciones necesarias para la discriminación[editar]
Que exista poder de mercado P > CMg. (Si P= CMg no existe discriminación)
Evitar el arbitraje: que los consumidores que compran a bajo precio revendan a los consumidores que compran a precio alto.
Como evitarlo:
• Con garantías del fabricante.
• Aumentando los costes de transacción.
• Acuerdos contractuales para la no reventa en un determinado periodo.
• Integración vertical.
• Adulteración del bien para evitar reventa.
• Restricciones legales para hacer ilegal la reventa.
H. Varian (1992) define a la discriminación de precios como la venta de diferentes unidades del mismo producto a precios distintos, ya sea al mismo consumidor o a consumidores diferentes.[1]
Jean Tirole (1990) matiza esta definición y señala que no debe considerarse que exista discriminación de precios si las diferencias en los precios relevantes para los consumidores reflejan exactamente las diferencias en los costes de venderles el producto. En este mismo sentido, G. Stigler (1987) indica que una empresa discrimina precios cuando el ratio de los precios ofrecidos a diferentes consumidores es diferente del ratio de los costes marginales en los que se ha incurrido para proveerles el servicio. Por otra parte, Tirole considera que existe discriminación de precios cuando se venden productos diferenciados a diferentes consumidores.
Condiciones para que la discriminación de precios sea factible
La discriminación de precios sólo es factible cuando se cumplen las siguientes condiciones:
Las empresas tienen poder de mercado.
Se puede segmentar a los consumidores, directamente o indirectamente.
El arbitraje entre bienes con diferentes precios no es posible.[2]
Cuando se cumplen estas condiciones, la discriminación de precios es posible. Impedir el arbitraje, es decir, que unos consumidores compren el servicio a un precio reducido para revenderlo a un precio más alto a otros consumidores no suele ser difícil. En cambio, es la segmentación de los consumidores donde las empresas pueden encontrar más dificultades. El problema es sencillo cuando los consumidores pueden ser clasificados en función de una categoría exógena, como por ejemplo la edad. Sin embargo, en mucho más complicado discriminar a los consumidores en función de una categoría endógena, como por ejemplo la cantidad comprada o el momento de la compra. En estos casos, las empresas estructuran los precios de tal forma que sean los propios consumidores los que se clasifiquen en categorías en función de sus características. En resumen, la posibilidad de practicar la discriminación de precios depende en gran medida del poder de mercado de la empresa, del tipo de heterogeneidad de los consumidores y de la disponibilidad de utilizar diferentes mecanismos de segmentación de los consumidores.
Tipos de discriminación de precios
La clasificación tradicional de los tipos de discriminación de precios se debe a Pigou (1920):[3]
Discriminación de precios de primer grado.- Es la discriminación de precios perfecta. La empresa consigue apoderarse de todo el excedente del consumidor. Por cada unidad del bien la empresa cobra un precio igual a la disposición máxima a pagar por los consumidores por esa unidad.
Discriminación de precios de segundo grado.- La empresa establece diferentes precios por el producto en función del número de unidades que se compren. Es decir, se establecen precios no lineales. Un ejemplo de este método puede ser cualquier descuento que se realice por la compra de grandes cantidades.
Sin embargo, no se cobran precios diferentes a cada consumidor. Todos los consumidores se enfrentan a la misma lista de precios.
Este sistema de discriminar precios permite a las empresas extraer el excedente de los consumidores a través de una estrategia de autoselección. Sin embargo, si una empresa tiene información imperfecta sobre los consumidores, no logrará extraerles todo el excedente.
Discriminación de precios de tercer grado.- La empresa cobra precios distintos a los diferentes consumidores, pero cada uno de ellos paga una cantidad constante por cada una de las unidades que compra del bien. La empresa observa alguna señal de las preferencias de los consumidores (edad, ocupación, localización, etc) y la utiliza para discriminar precios. Algunos ejemplos de esta práctica son los descuentos a los estudiantes y la fijación de precios diferentes dependiendo del día de la semana.
Un modelo para analizar la discriminación de precios
A continuación analizamos los diferentes tipos de discriminación de precios. Siguiendo el trabajo de Varian (1992)[4] suponemos que hay dos consumidores potenciales que tienen una función de utilidad ui(x) , donde i= 1,2 Para simplificar el análisis, normalizamos la utilidad de tal manera que ui(0)=0 . La disposición máxima del consumidor i a pagar por un determinado nivel de consumo x está representada por ri(x). Por tanto, ri(x) es la solución de la ecuación:
La parte izquierda de la ecuación muestra la utilidad que obtiene el consumidor cuando no consume ninguna unidad del producto. En cambio, la parte derecha representa la utilidad que genera el consumo de x unidades del producto cuando se paga un precio ri(x). Si consideramos que Ui(0)=0 obtenemos ri(x) = ui(x) . Podemos representar la disposición a pagar de los consumidores a través de la función inversa de demanda. Esta función indica cuál debería ser el precio unitario del producto para que el consumidor demandara x unidades. La función inversa de la demanda puede expresarse matemáticamente a través del siguiente problema de maximización de la utilidad:
Sujeto a px + y = m
Es decir, el consumidor busca la producción que maximiza su utilidad, teniendo en cuenta su restricción presupuestaria.
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