EL ARTE DE LOS VIDEOJUEGOS

EL ARTE DE LOS VIDEOJUEGOS

Elaborado por:

Maria José Londoño González – 1094954776

Juan José Hincapié Ortiz - 1094973943

Universidad del Quindío

Facultad de Ingeniería

Ingeniería de Sistemas y Computación

Catedra de Lectura y Escritura en Contexto de Ingeniería

Grupo 02-N

Armenia, Quindío

2019

EL ARTE DE LOS VIDEOJUEGOS

Hay un nivel de realismo que solo puedes lograr a través de lo imaginario.

Fumito Ueda

Maria José Londoño González

Juan José Hincapié Ortiz^[1]

Aunque parezca irreal, 18 horas es el tiempo promedio semanal que pasa un aficionado de los videojuegos (VJ) delante de la consola. Según la Real Academia Española (RAE) los videojuegos son dispositivos electrónicos que permiten, mediante mandos apropiados, simular juegos en las pantallas de un televisor, una computadora u otro dispositivo electrónico; y el arte es la manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros ¿Pero, cómo estos dos campos tan diferentes pueden llegar a fusionarse y lograr algo realmente increíble? Este es el tema que vamos a desarrollar en el presente ensayo.

El Museo de Arte Moderno de New York (MoMA) considerado como uno de los lugares más importantes de la cultura artística en donde se alberga un sinnúmero de obras; en el año 2012 adquirió una selección de 14 videojuegos para su nueva categoría de obras de arte, juegos como Pac-Man, Tetris, entre otros fueron publicados en la exposición de Diseño Aplicado de las Galerías Philip Johnson del museo. 

Así mismo, la Corte Suprema de los Estados Unidos clasificaron los videojuegos en la misma categoría que las películas, los libros y obras de teatro por la capacidad que tienen de trasmitir ideas y mensajes. Muchas personas los ven de una manera superficial teniendo un concepto muy básico, obteniendo únicamente diversión, y no van más allá de lo que realmente estos pueden llegar a comunicar.

Fumito Ueda un gran exponente de este arte dice que “aunque un juego no tenga un argumento muy complicado, una persona puede emocionarse cuando siente que eso que está pasado es real, cuando siente que eso podría existir en la realidad. […]. El hecho de que parezca tan real es lo que, quizá, provoque esa intensa emoción para la persona que afronta el juego”.

Podemos analizar que estos no solo logran emitir emociones, sino que también profundizan y tienen la capacidad de involucrar al jugador no como una pieza fundamental del juego, más bien, lo cataloga y lo hace parte de ese mundo. Por lo cual el videojuego conlleva a crear un estilo propio, que da gran importancia al escenario y a el mutismo para así contrastarlos con la euforia y lograr sumergirlos en la historia que quieren mostrar.

Debemos tener en cuenta que un videojuego desarrollado únicamente para prestar un servicio de diversión, sin una historia sólida, y con mecánicas genéricas producen que estas no conecten y nos lleven a la disonancia ludonarrativa. Según José Altozano ‘Dayoscript’, la define como “un término muy amplio casi exclusivo del mundo de los videojuegos, la “ludonarración” o “ludo-narrativa” se refiere a la íntima relación entre el gameplay y la historia del juego, este nuevo medio de entretenimiento tiene algo que ningún otro logra a su nivel: Interacción con sus usuarios, las historias se experimentan no como un simple espectador sino como el protagonista, los juegos narran sus historias mientras son jugados, cada giro del plot, cada revelación se experimenta como si uno estuviese allí”.

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