EL CONDUCTIVISMO

Introducción

Las teorías de aprendizaje son aristas fundamentales para cualquier docente, pues serán estas las que permitirán conocer los principios psicológicos involucrados en cualquier proceso de enseñanza.

Gran parte de estas teorías han sido resultados de modelos explicativos obtenido de situaciones de laboratorio, sin embargo y a pesar de sus explicaciones, debemos recordar su relatividad en cuanto a la efectividad que poseen en sala de clases.

Las diferentes teorías existentes no responden estrictamente a resultados prácticos, ya que no son transferencias automáticas ni lineales, al contrario, es necesaria su comprensión y, por sobre todo, crear reflexiones en cuanto al contexto escolar y su efectividad.

Una de las teorías que ha tenido importantísima incidencia en prácticas educativas es la teoría conductual del aprendizaje, lo que popularmente conocemos como conductismo.

Las teorías al no ser lineales ni automáticas, se debe tomar en cuenta estrictamente el contexto en el cual se desarrollaran, llevando a cabo una reflexión por parte de los/as docentes de manera que logren ser efectivas y, por sobre todo, perseguir el aprendizaje.

Las teorías del aprendizaje no son culturalmente neutras ni libres, por ello su reflexión debe ser bastante rigurosa en el lugar que se desarrollen, debido a los diversos contextos en el cual pueden impactar.

Por ende, es de suma importancia no olvidar la reflexión, ni dejar de lado fines éticos, sociales y culturales que nos permitan llevar a cabo una enseñanza plena, no sólo efectiva en cuestión metódica sino que una enseñanza integral que permita el desarrollo del estudiante física y espiritualmente.

Por ello es necesario indagar en las diferentes teorías, en este caso particular del conductismo, puesto que al pasar las décadas de ser una tremenda opción para la educación ha pasado a convertirse en indeseable práctica, tanto así que el docente pocas veces se definiría como tal.

Sin embargo, la realidad en aulas muestra lo contario, aspectos que de ninguna manera se condena, si no más bien demuestra como esta teoría mantiene su practica y de alguna u otra manera su efectividad, ante esto, complementada con una infinidad de teorías renovadas y centradas en el estudiante y su formación integral, para que cuestione como el entrenamiento, repeticiones y castigos no sean ejes centrales en la educación y logren ser reemplazada por teorías centradas en el “ser” más que en el “hacer”.

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