Conductivismo
jkcgjkacfkjvbkjb28 de Noviembre de 2014
3.915 Palabras (16 Páginas)272 Visitas
Instituto de Investigaciones Psicológicas - UNMSM Revista de Investigación en Psicología Año II No. 2
123
LAS PRINCIPALES CONCEPCIONES PSICOANTROPOLÓGICAS
COMO REFERENTE PARA LA ACTIVIDAD PROFESIONAL DEL
PSICÓLOGO
Ps. Luis García Vega
RESUMEN
En este artículo se presentan los lineamientos generales de 5 modelos teóricos
provenientes de la Psicología que en la actualidad se utilizan para describir al
hombre. Estos son los modelos: Conductista, Psicoanalista, Humanista,
Materialista, Cognitivo y Cognitivo Emocional.
En todos los casos se presentan a los principales representantes, se señalan los
antecedentes históricos de cada modelo y el tipo de explicación que desarrolla.
Finalmente se presenta la bibliografía especifica para cada modelo.
PALABRAS CLAVE: Psicoantropología, actividad profesional, conductismo,
psicoanalista, humanista, materialista, cognitivo, cognitivo emocional.
ABSTRACT
The article the usual lineamients of 5 theoricmodels proceeding of the psycholy
what in the actuality be use for to sketch or man. It's are the models:
Conductist, Psychoanalist, Humanist, Materialist, Cognitive and Emotional
Cognitive.
In alls the cases be present or the principals representantings be to signal the
histories antecedents of each model and the type of describe which development.
Finally be present the specific bibliography for each model.
KEY WORDS: Psychoantropology, professional activity, conductist, psychoanalist,
humanist, materialist, cognitive, emotional cognitive. Instituto de Investigaciones Psicológicas - UNMSM Revista de Investigación en Psicología Año II No. 2
124
EL MODELO CONDUCTISTA
Los psicólogos conductistas, entre los que destacan J.B. Watson (1878-1958) y
B.F. Skinner (1904-), querían encontrar unos principios objetivos para controlar la
conducta de los organismos vivos. Su afán era ser absolutamente fieles a las más
rigurosas reglas del método científico. Esta idea fue expuesta por primera vez por
Watson en "La psicología tal y como la ve el conductista" (Psychol. Rev., 20, 158-177,
1913). Esclavos de esta exigencia los psicólogos conductistas llegaron hasta sus últimas
consecuencias, la eliminación del hombre del escenario de la psicología; quedando
reducido, como afirma Skinner, a un simple epifenómeno, objeto tan sólo de
"descripciones literarias".
El "hombre" conductista en muchos aspectos es equiparable a una máquina,
porque en ambos sistemas el comportamiento puede ser predecido y controlado
mediante leyes. "El hombre: una máquina", este es el título del cap. IV de la conocida
obra de Skinner ciencia y conducta humana; lo mismo afirma Watson en El
conductismo (Buenos Aires: Paidos, pag. 253 y siguientes).
El conductista reduce el comportamiento humano a las mismas leyes reguladoras
de la conducta animal (véase, por ejemplo, Watson, El conductismo, pags. 67-68).
La postura conductista minimiza o prescinde del papel diferenciador de la
herencia individual, defendiendo que, a efectos prácticos todos los hombres normales al
nacer están igualmente dotados y poseen una gran flexibilidad para ser moldeados de
formas muy diferentes, según los tipos de condicionamiento a los que quedan expuestos
a lo largo de su vida:
"Un hombre está hecho del mismo material que los demás hombres y tiene
idéntico plan arquitectónico general" (Watson, El conductismo, cap. VI). A nivel
práctico se pueden ver las consecuencias de esta afirmación en un elocuente texto de
Watson: "Dadnos una docena de niños sanos, bien formados y un mundo apropiado para
criarlos, y garantizamos convertir a cualquiera de ellos, tomado al azar, en determinado
especialista: médico, abogado, artista, jefe de comercio, pordiosero o ladrón, no
importando los talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones y raza de sus
ascendientes (J.B. Watson, El conductismo, pags. 110-111).
Partiendo de estas premisas la conducta ya no es del hombre, y éste es
simplemente un organismo de naturaleza biológica, que necesariamente reacciona a la
situación estimular, según unas leyes que no dependen de él en lo más mínimo. La
psicología deja pues de ser la ciencia que estudia la conciencia y la conducta del
hombre, para convertirse en ciencia de la conducta sin más, que depende
exclusivamente del estímulo. Instituto de Investigaciones Psicológicas - UNMSM Revista de Investigación en Psicología Año II No. 2
125
Skinner pretende explicar, predecir y controlar (provocar y modificar) la conducta
de los organismos vivientes (incluyendo al hombre), partiendo del siguiente principio,
que con frecuencia es usado en la pedagogía: Si reforzamos una conducta, ésta volverá a
repetirse, y si no la reforzamos no se aprende. Si esto es verdad, cualquiera que con
cierta habilidad (tecnología de la conducta) premie o castigue puede hacer que otro haga
lo que él quiera mediante el refuerzo o su ausencia.
Skinner trabajó con muchos colaboradores durante casi 40 años en su Laboratorio
y durante muchas miles de horas, y demostró al mundo que mediante este principio
podía controlar la conducta de los animales, haciéndoles aprender a hacer lo que él
quería. Según él, este principio es válido para explicar también la conducta del hombre,
que inexorablemente se va haciendo desde la niñez por medio del condicionamiento de
padres, educadores, sociedad, etc. en base al premio o al castigo.
El lector interesado en los tipos de programa de refuerzo y en las consecuencias
que tiene cada uno en la Conducta, puede consultar a Skinner en Ciencia y conducta
humana, pags. 128- 136 y algunos articulo del mismo autor en Registro acumulativo.
Según esta postura psicológica el hombre no puede ser libre, porque la conducta
es función exclusivamente del condicionamiento. Al no ser libre no puede responder de
sus actos ante los demás (responsabilidad). Tampoco, por tanto, es digno ni de premios
ni de castigos, "No podemos, afirma Skinner, reconocer los méritos de una persona
cuyas obras son de hecho debidas a fuerzas sobre las que no ejerce control alguno".
Creemos con el conductista que el condicionamiento es algo insustituible en la
formación del hombre, pero por sí solo no puede explicar todas las conductas del
hombre. Con frecuencia el hombre aprende y se comporta de un modo parecido a un
autómata o a un animal, pero los procesos cognitivos y otros de índole superior
intervienen modificando cualitativamente la conducta humana.
Los psicólogos conductistas se despreocupan inicialmente del hombre, y
partiendo de una concepción metodológica cientificista, concluyen con su inoperancia a
nivel de conducta, que es lo que a ellos les importa. Instituto de Investigaciones Psicológicas - UNMSM Revista de Investigación en Psicología Año II No. 2
126
EL MODELO PSICOANALISTA
Para Freud el hombre es un organismo cuya energía surge del "ello", la
"provincia" o "instancia" más antigua del "aparato psíquico", su contenido más
importante son los instintos, "causa última de toda actividad"; se definen
operativamente como "exigencias somáticas planteadas a la vida psíquica" y funciona
en virtud del inexorable "principio del placer", cuya característica es buscar inmediata e
incondicionalmente la satisfacción, sin tener en cuenta las consecuencias futuras.
Las exigencias de la realidad van convirtiendo un sector del ello en el "yo". Según
Freud "originalmente todo era ello, el yo se desarrolló del ello por la incesante
influencia del mundo exterior". El yo se rige por el "principio de realidad" (busca el
placer en el momento y manera más oportunos). El yo trata de resolver los conflictos
entre el ello y las exigencias sociales. El superyo, heredero y continuador del "complejo
de Edipo", resulta de las relaciones del niño con los padres, educadores, cultura, etc.,
que tienen lugar durante el prolongado periodo de "dependencia infantil" y cuya
principal misión es "restringir las satisfacciones del ello".
El psicoanálisis como técnica pretende que el yo se fortalezca a costa del ello y
frente al superyo, y logre un equilibrio.
De un yo débil resulta la neurosis. La práctica desaparición del yo da lugar a la
psicosis.
La naturaleza del hombre en el psicoanálisis la constituyen estas tres instancias, y
el cariz de sus relaciones dinámicas mutuas definen a cada hombre. El hombre,
originaria y primariamente, es de naturaleza biológica (los instintos son la pieza clave
de la vida del hombre) y, secundariamente, el hombre se socializa. Los instintos generan
y se manifiestan en el hombre a través de estratos muy profundos de carácter irracional.
En su dinámica este modelo es homeostático y geneticista porque depende del
pasado, de las primeras etapas de
...