EL CONSTRUCTIVISMO

30/Abril/ 2012

EL CONSTRUCTIVISMO COMO ALTERNATIVA DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

¿Es el constructivismo como escuela de pensamiento y teoría del aprendizaje una clara alternativa para la modernización de modelos educativos en esta era de posmodernidad que marca el siglo XXI, promoviendo la transformación de una aula tradicional de enseñanza a una aula educativa de contextos socio-culturales abiertos tanto en el nivel de efectividad de los miembros que la componen como en la planeación de contenidos, materiales y recursos que internalicen eficientemente el conocimiento en el estudiante estableciendo una identidad personal de acorde a su entorno? Es un cuestionamiento concreto que con frecuencia se debate en torno al sistema educativo en sus diversos niveles educacionales en cuanto a su influencia o efectividad y que conlleva a planteamientos sustanciales en la búsqueda de mejores opciones y soluciones a los problemas que a diario los docentes y alumnos enfrentan en torno a la enseñanza del conocimiento y/o aprendizaje del mismo.

Es importante definir en primera instancia las teorías del aprendizaje que por su forma de abordaje y resultados al proceso educativo muestran una oposición evidente; pero que son escuelas que en ambos casos muestran un objetivo específico: la educación como proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. Es así que se clasifican las teorías conductuales del aprendizaje que afirman que “el comportamiento debe explicarse por medio de experiencias observables, no por procesos mentales. Para los conductistas, la conducta es cualquier cosa que se realice y que pueda observarse directamente, como por ejemplo, un niño que canta una canción, etc.” (González-Pérez J., 2005). En este caso, el objeto de estudio del conductismo son los cambios de conducta observables en el individuo, pero aunque es obvio que los pensamientos influyen directamente en esos cambios para que el estudiante decida hacer positivamente o negativamente una acción, consideran los expertos que no se pueden estudiar puesto que no se pueden observar; por tal razón al conductismo solo le interesa el estudio de los cambios permanentes producidos en la personalidad del alumno y que son observables y medibles, aunque haya múltiples factores. Entre las teorías conductuales del aprendizaje se encuentran: el condicionamiento clásico, el condicionamiento operante y el aprendizaje social; sin embargo, no se detalla cada una, porque las teorías conductuales no son objeto de estudio en el presente escrito.

Por el contrario se encuentran las teorías cognoscitivas y constructivistas del aprendizaje y la instrucción “que entienden el aprendizaje escolar como un proceso de construcción del conocimiento, que depende de los conocimientos anteriormente adquiridos y que esta determinado por la situación en la que se lleva a cabo” (González-Pérez J., 2005). Es así, que los expertos cognitivistas consideran al alumno como el único responsable de crear su propio aprendizaje puesto que construye sus propios conocimientos de acuerdo a hechos ocurridos en su experiencia personal que son la base sobre los cuales construirá los nuevos conocimientos y en donde el docente será nada mas un observador y guía de estos procesos. Sin embargo el constructivismo como escuela del pensamiento y teoría del aprendizaje no es una concepción educativa original sino que se basa en la confluencia de las diversas teorías cognitivas del aprendizaje y las mas relevantes podrían ser: la teoría socio-cultural de Vygotsky, la teoría de Bruner y la construcción del conocimiento y la teoría del aprendizaje significativo de Ausubel, en las cuales se basará la argumentación del constructivismo en el presente estudio.

Es importante definir en primera instancia el constructivismo como: “la actividad constructiva o reconstructiva del estudiante en su aprendizaje, mediante actividades de asimilación y acomodación de los nuevos conocimientos a esquemas precedentes, los cuales a su vez se van reconstruyendo a partir de los nuevos datos” (Suarez Díaz, 2002). Y es que, el estudiante no es un sujeto pasivo ante las enseñanzas de su maestro o de su entorno en sí, porque el conocimiento en tal situación para el estudiante no es un producto unidireccional de los estímulos externos del ambiente, ni mucho menos el resultado de todos los pensamientos, sentimientos y motivos internos del estudiante; sino que se presentan como resultado de la construcción por interacción entre el aprendiz y los estímulos externos mediante procesos llevados a cabo por el mismo estudiante, así como la guía y observación permanente de el docente, el estudiante no es un sujeto pasivo ante las enseñanzas de su maestro o de su entorno. Por tal motivo, se puede afirmar que tal actividad educativa se puede llevar a cabo a través de una serie de métodos y técnicas que propicien la investigación, el pensamiento crítico-reflexivo y la aplicación permanente de lo aprendido.

“El alumno es el encargado de dar sentido y el profesor es un guía que ayuda a los alumnos, mientras ellos tratan de comprender como realizar una tarea académica. El objetivo es ayudar al alumno a construir estrategias cognitivas para el aprendizaje de las tareas académicas” (Mayer, 2002). Al realizar un análisis de lo que es el constructivismo, considerando las variables y puntos de vista de perspectivas filosóficas, sociales y psicológicas permite tener una visión más completa de lo que implica el constructivismo y sus beneficios para lograr en los estudiantes una educación de calidad y con aprendizajes realmente significativos.

Teniendo en cuenta que todo aprendizaje constructivo supone una construcción que se realiza a través de un proceso mental que finaliza con la adquisición de un conocimiento nuevo, se puede comprender que los conocimientos previos que el estudiante posea serán claves para la construcción de este nuevo conocimiento. En consecuencia se puede afirmar que el conocimiento constructivista no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano y que esta construcción se realiza con los esquemas que la persona ya posee, o sea, con lo que desde ya construyó su relación con el medio que lo rodea.

“La construcción del conocimiento es producto de la interacción social” (Vygotsky, 1979). Gracias a los intercambios sociales, los niños aprenden formas de pensar y de comportarse, por ejemplo cuando los niños resuelven problemas matemáticos en la escuela el docente pregunta cual es el primer paso, el segundo y así sucesivamente para resolverlos, cada uno opina de forma diferente pero su objetivo es el mismo, obtener la solución correcta al problema. Una vez resuelto el problema en grupo,

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