ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL DESENCUENTRO DEL HOMBRE.


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2016  •  Apuntes  •  2.198 Palabras (9 Páginas)  •  191 Visitas

Página 1 de 9

EL DESENCUENTRO DEL HOMBRE;                         HOMBRE, MISERICORDIA Y MEDIOAMBIENTE        

EL FENÓMENO HUMANO                                

JORNADAS DE ANTROPOLOGIA 2016

Sede UCC San Luis

Universidad Católica de Cuyo San Juan

Profesora Marcela Del Carril

Alumnos:

-CAMERA, PAULA

-METOLA SAN NICOLÁS, RODRIGO

ABOGACIA 1º

Introducción.

Para la realización de este trabajo, se toma como punto de partida el tema central en el que se basa la jornada: el hombre, ser único e irrepetible, que a lo largo de su existencia ha sido amigo y enemigo de sí mismo, se ha relacionado con sus semejantes uniéndose en comunidades para su desarrollo y supervivencia. No debemos dejar de lado que ha sido objeto de luchas y enemistades con aquellas comunidades en las que no reconocía algún tipo de pertenencia o tenía algún interés común por el cual luchar, por lo que comenzamos a adentrarnos en el tema eje del trabajo: la guerra, su impacto en el medio ambiente y la misericordia.

¿Qué es la guerra?

Es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más naciones. Supone el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales, humanos, el desarme, sometimiento o destrucción del enemigo y el objetivo principal que se busca es el mantenimiento o aumento de poder. Se puede afirmar, que las guerras nunca dejan de ser un instrumento político.

Aristóteles decía, “la guerra solo sería un medio en vista de la paz, como lo es el trabajo en vista del ocio y la acción en vista del pensamiento”. Otro autor llamado Marques de Olivart dijo “la guerra es el litigio entre las naciones que defienden sus derechos, en el cual la fuerza es el juez y sirve de sentencia la victoria”.

Como bien sabemos en la actualidad y a lo largo de la historia de la humanidad, los conflictos bélicos entre hombres han formado parte de grandes procesos, ya sean revolucionarios, represores, totalitaristas, económicos, sociales y naturales, pero siempre con una característica demarcada, una impresa desvalorización de la vida humana.

Ocasionadas generalmente por diferencias entre personas, voluntad de un pueblo de aumentar su poder o riqueza, tomando así, el control sobre su sometido, sus recursos e inclusive la ideología del mismo.  A menudo los agresores se sienten superiores a quienes quieren dominar, ellos creen que su religión, cultura e incluso raza es mejor. Este sentimiento de superioridad opaca los valores morales de las personas, logrando que lo último que piensen sean las graves afecciones que producen, dígase, vidas de personas inocentes, cultivo de enfermedades, destrucción medioambiental, pobreza y sobre todo pánico en el pueblo, quien resulta ser la principal víctima.

Evolución histórica de las guerras.

De modo inevitable, los distintos pueblos y naciones del mundo están continuamente compitiendo entre sí. Se ha calculado que en tres mil quinientos años de historia solo uno de cada quince ha estado libre de sangre ocasionada por guerras.

Como origen a esto, distintos antropólogos sostienen que la guerra fue una práctica muy común entre cazadores y recolectores del Paleolítico, pero dichos enfrentamientos deben haber ocurrido de forma esporádica y no tan frecuente, debido a los amplios territorios y la escasa cantidad de pobladores.

En un segundo período ubicamos la guerra en el Neolítico, como un producto de la aparición de la vida sedentaria, y se desarrollaba entre las culturas agrícolas en aldeas. Prueba cabal de dichos sucesos, son las atalayas y distintos tipos de fortificaciones primitivas que poseían algunos pueblos, desarrollados para la defensa y el cuidado de la comunidad.

Ya en la edad de los metales y en la edad antigua, pueden percibirse enormes ejércitos en planes militares con objetivos de largo alcance, como lo fueron los persas y los asirios. Desde un punto de vista cultural y social, la guerra tuvo enorme influencia en el hombre, tal es el caso del pueblo griego, en donde el niño comenzaba a formarse desde temprana edad para servir en la guerra. Asimismo numerosas obras de arte fueron desarrolladas bajo inspiración de la guerra, y no se debe pasar de largo el culto a los dioses de la guerra, como lo fueron Ares y Marte, para el pueblo griego y romano respectivamente.

La concepción de la guerra comenzó a tornarse como un suceso plenamente estratégico, en donde obtenía la victoria aquel que aprovechara más los distintos factores que influían en las batallas, tales como la posición del sol, el terreno, el ataque de puntos estratégicos y demás. Los pensadores de la época tomaban la guerra como un suceso necesario, e incluso, se mostraban como amantes de la misma.

Inevitablemente, los distintos sucesos de carácter bélico han transformado el transcurso de la historia y modificado culturas, a tal punto de hacer desaparecer enormes civilizaciones, como fue el caso de la caída de sendos Imperios Romanos o el exterminio de las comunidades originarias de América, en mano de los conquistadores europeos en búsqueda de nuevas tierras para sus naciones.

Dejando de lado solamente la codicia humana de expansión, las guerras en el siglo XX, tuvieron un trasfondo netamente económico o imperialista. En dicho siglo han perecido más de cien millones de personas a causa de la guerra. La edad moderna es civilizada pero sin embargo en ella se han dado una mortandad en batallas del orden de 2.500 por ciento más que en las guerras del siglo XIX.

La relación con el medioambiente.

El fenómeno bélico, además de su evidente impacto en la población humana, repercute de forma considerable en la naturaleza. Esta última, “hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”, sostiene San Francisco, ha sido víctima del desmesurado trato abusivo que le ha dado el hombre.

El actual sumo pontífice nos relata en su encíclica “Laudato si”, la problemática en que se encuentra nuestra casa común: la tierra. Cito:

“Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra.”

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.2 Kb)   pdf (164.2 Kb)   docx (349.5 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com