EL FRAUDE A LA LEY EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL

EL FRAUDE A LA LEY EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL

Una Constitución es la norma fundamental de un país; que de ella deriva todo el orden normativo positivo y que es la que establece los criterios para determinar la idoneidad y legalidad de la actuación de particulares y autoridades.

Pero también se da el fenómeno inverso; que sean las diferentes ramas del derecho, que no son estrictamente las constitucionales, las cuales proporcionen los criterios para resolver los problemas que en aquellas se presentan o que, en el peor de los casos, apunten vías de solución a temas que en la actualidad se han presentado y que frecuentemente han sido resueltos al margen del derecho y con procedimientos y soluciones propios de gobiernos absolutistas.

Los problemas que se han presentado hasta ahora son tres tipos:

1.-Conflictos que surgen por la actuación de autoridades y particulares de un estado que recurren a otro sistema normativo con el fin de eludir el principio de supremacía constitucional.

2.-Conflictos que se dan por motivo de la actuación de las autoridades federales, que procuran eludir el principio de supremacía constitucional y la distribución de competencias en perjuicio de los estados.

3.-Conflictos que se presentan entre autoridades y particulares de un estado con la intención de invadir la jurisdicción de otro estado y evadir el principio de territorialidad del derecho de los estados.

Los problemas se originan por la coexistencia de dos sistemas jurídicos: el federal y el local; y por la interferencia de sus aspectos formales y materiales. La solución debe buscarse en una interpretación de los textos legales que permita la subsistencia del principio de la supremacía constitucional.

El fraude a la ley.

La aplicación del fraude a la ley al derecho constitucional. En su aspecto federal, requiere el análisis de la figura en  dos aspectos; el relativo a su integración, que supone la presencia de una serie de elementos constitutivos del concepto; y el que se refiere a su papel en el problema de relación entre sistemas jurídicos diversos.

Las normas jurídicas tienden a orientar la conducta de los sujetos y a propiciar el logro de ciertos fines, abstractos o concretos; estos objetivos también forman parte de la norma, integran su contenido; aún cuando el legislador no lo señale en forma explícita en el texto legal, son los que dan vida a la norma.

Elementos del fraude a  la ley.

De acuerdo con la definición clásica existe fraude a la ley cuando por medios lícitos, apegados al texto de la norma, se logra obtener lo que esta prohíbe y que constituye su espíritu.

Para que la figura se integre es necesario que se presenten ciertos elementos: una norma imperativa, es un sujeto idóneo, una conducta real y licita, la obtención de la finalidad prohibida o la alteración del mandato jurídico.

1.- Para que tenga sentido hablar de eludir una norma es necesario partir del supuesto de que esta es obligatoria.

2.- El segundo elemento para que el fraude a la ley se presente es la existencia de un sujeto idóneo, en quien se realicen los elementos personales del supuesto jurídico a eludir. No bastan los vínculos de obligatoriedad general del sistema que se impone a todo aquel que actúe en su ámbito de aplicación.

3.-  La maniobra que se requiere llevar a cabo para lograr evadir una norma no puede concebirse sin una intención clara y precisa de lo que quiere lograrse. El elemento de la mala fe, la intención, es constitutivo de la figura del fraude; no puede pensarse en un fraude a la ley sin dolo.

4.- Los medios empleados en el fraude a la ley deben ser eficaces , tanto desde el punto de vista material , para lograr la finalidad deseada , como desde jurídico , a fin de hacerlo sin incurrir en la sanción impuesta por la norma para su violación.

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