EL MISTERIO MAS GRANDE DEL UNDO

El SECRETO MAS GRANDE DEL MUNDO DE OG MANDINO

(Versión sintetizada de Enrique Lefevre)

* Tomado de la Estrella de Panamá. Domingo 10 ele diciembre ele 1978.

Mucho se ha escrito sobre el éxito alcanzado por el autor de esta obra, y quien ha registrado los más altos índices de venta con su libro. Og Mandino es un convencido de que el triunfo en la vida depende de cada, cual, en la medida en que seamos capaces de organizar y trabajar en nuestros propósitos, a través de un sistema de autocontrol. Enrique Lefevre ha resumido las 200 páginas en 20, que contienen 10 pergaminos. He aqu í el resumen: EL GRAN SECRETO. Hace casi 2000 años un camellero se enamoró de la hija de un rico mercader y la pidió en matrimon',o, y convenció a éste de que \0 probara como vendedor. Patras, el viejo mercader, entregó a Hafid, su yerno, los diez pergaminos que él recibió cuando era joven y sin fortuna. (Lo valioso de esta enseñanza, quizás de la educación en general, es enseñarnos a hacer las cosas a tiempo nos guste o no; sin embargo, a menudo es la última lección que aprendemos). Para aprovechar las lecciones de estos pergaminos le conviene dedicarles 10 minutos cada día por 45 semanas. Lea cada día al levantarse un pergamino, correspondiente, comenzando con el número 11. A cualquier hora después lo releerá, y al acostarse lo hará otra vez en voz al tao Al lado de cada pergamino encontrará el Registro del Resultado para cada semana.

PERGAMINO I

Hoy comienzo una vida nueva, mudaré mi pellejo viejo, estropeado por los fracasos del pasado. Hay uvas de sabiduría de las vides plantadas por ros más sabios que existieron antes de mí. El camino que escogí está repleto de oportunidades, pero también lleno de angustias; y los cadáveres de los que fracasaron, uno encima de otro, formarían la pirámide más alta de la tierra. El tiempo enseña todas las cosas a quien vive para siempre, pero yo no soy eterno. Dentro de mi tiempo asignado, debo aprender a tener paciencia, porque la naturaleza jamás procede apresuradamente. El olivo, rey de los árboles, crece en 100 años. La naturaleza me ha proporcionado el conocimiento y el instinto superiores a los de las bestias; a la experiencia se ha asignado un valor exagerado por los viejos que dicen estar de acuerdo y hablan estúpidamente. La acción o medida que dio buen resultado antes puede ser perjudicial o impráctica ahora.

Solamente los principios perduran y ahora los poseo en estos pergaminos. La diferencia entre los fracasados y los triunfadores reside en sus hábitos. Me formaré buenos hábitos. Seré esclavo de ellos. Por medios de estos pergaminos lo alcanzaré, pues cada uno contiene un principio que desalojará un hábito malo de mi vida y lo reemplazará por uno bueno. También es ley natural que solamente un hábito puede dominar a otro. Con este objeto: Leeré cada pergamino 30 días antes de comenzar el siguiente. Primero \0 leeré en silencio al levantarme y al mediad ía; al acostarme lo leeré en alta voz. A medida que las palabras de cada pergamino son absorbidas por mi misteriosa mente, comenzaré a despertar con más vitalidad. Entonces nacerá un hábito nuevo, porque cuando un acto se hace fácil mediante su repetición es un placer realizarlo a menudo, y se convierte en hábito y me convierto en su esclavo por mi voluntad. Hoy mi pellejo se ha vuelto polvo; erguido entre los demás y no me reconocerán porque soy Un hombre nuevo con una vida nueva.

PERGAMINO"

Saludaré este día Con amor, es el secreto. La fuerza rompe un escudo y destruye la vida, pero el amor gana la voluntad. Contemplaré todas las cosas con amor y renaceré. Amaré al sol porque me calienta, la lluvia porque me limpia, la alcgr ía porque me sienta mejor, y la tristeza porque se recuerda que necesita tratar que otros se sientan mejor. Elogiaré a mis enemigos y se convertirán en mis amigos. Cuando quiera criticar me morderé la lengua. Amaré a todos, cada uno tiene cualidades dignas de admirar, aunque quizás ocultas; derribaré las murallas de desconfianza y odio en sus almas y conseguiré su buena voluntad. Miraré a las personas en silencio, mas en mi interior diré: te quiero. Aunque dichas en silencio estas palabras se reflejarán en mis ojos, seren-arán mi frente, harán que una sonrisa se asome a mi voz, y su corazón se abrirá. El odio no existe en mí. Amo la humanidad. También me amaré; vigilaré todo lo que entre en mi cuerpo, mi mente y mi alma; no miraré los apetitos materiales; combatiré la intranquilidad mental. Saludaré este día con amor! -

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PERGAMINO 111

Persistiré hasta alcanzar mi meta. Los toros para las corridas se prueban dejándolos atacar al picador, y su bravura se calcula según las veces que atacó. Así me prueba la vida. Los premios de la vida se encuentran al fin de la jornada, no al comienzo; y no puedo saber cuántas veces atacar ... Puedo tratar 100 veces y fracasar, y puedo alcanzar mi meta después del próximo ataque! Me compararé con las gotas de lluvia que poco a poco se llevan la montaña, las hormigas que poco a poco se comen un tigre, y el esclavo que construye una pirámide. Borraré de mi mente las palabras: No puedo, irrealizable, sin esperanza, porque son inútiles. Cuando la impaciencia me preocupe o desespere seguiré adelante. Recordaré la util ísima ley de los promedios. Persistiré y cada obstáculo será como un impulso que me empujará hacia mi meta; cuando haya terminado mi trabajo diario sin tener en cuenta los buenos resultados a los fracasos, procuraré hacer un poco más para cerrar cada día con una victoria. Nunca permitiré que los buenos resultados de ayer me hagan sentir complacido del trabajo de hoy, pues esto puede conducir al desastre. Me olvidaré de los aconteci mientas de ayer y saludaré al nuevo día con confianza de que será el mejor de mi vida. Persistiré. Alcanzaré la victoria.

PERGAMINO IV SOY LO MAS GRANDE

Nunca existió otro con mi mente. Todos los hombres son mis hermanos, pero soy diferente de cada uno. Pertenezco al reino animal, pero dentro de mí arde una llama que viene de incontables generaciones y constituye constante incentivo para mi espíritu para ser más útil de lo que soy y seré. Avivaré este d~seo de ser siempre mejor. Nadie puede manejar el pincel ni el cincel como yo, ni imitar mi caligrafía, ni engendrar mi hijo. Pero mi habilidad, mi mente y mi corazón se corromperán si no los uso bien. Tengo potencia ilimitada' sólo uso una pequeña parte del cerebro, una ínfima parte de los músculos; por eso puedo doblar los buenos resultados anteriores y lo haré a partir

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