EL ORIGEN DEL MAÑANA

Literatura

El Cuento Fantástico

Prof. Montserrat López

EL ORIGEN DEL MAÑANA

En la ciudad de Quito nace hace varios años, Carlos, el segundo de 5 hermanos, cada uno de ellos eran hijos de diferente padre. Los cinco hermanos fueron criados por su madre,  resaltando en ellos siempre la humildad, el respeto y la responsabilidad. Carlos era un niño muy especial, desde muy pequeño fue una persona seria, trabajadora y muy perseverante, pese a su edad, siempre negaba una sonrisa concentrándose mucho más en cada cosa que hacía, de esta manera él fue creciendo y formándose como un hombre de bien.

Carlos siempre tuvo que trabajar duro, recorrer los campos, criar animales, realizaba actividades que a futuro le darían mucha experiencia para sobresalir en su vida. Él era un hombre fuerte, con una estatura alta que tenía cabello lacio de color negro. Era un día lluvioso, los árboles se movían de lado a lado, el viento helado resoplaba dejando las calles vacías.  Mientras Carlos caminaba por la ciudad, de regreso a casa, recibe un llamada de su madre, en la que le pedía que regresara urgentemente. Al llegar a su casa se encontró con un ambiente, tenso y de desesperación, su hermano había sufrido un accidente y necesitaba varias pintas de sangre de tipo ORH-. Carlos atormentado por el suceso salió corriendo a ayudarlo en el hospital donde Cristian fue transferido.

A sus 17 años conoció a una mujer, la misma que años más tarde sería su esposa, ella se llamaba María Dolores, una mujer muy sabia y siempre preocupada por las cosas del hogar. Tiempo después formaron un lindo hogar, el mismo que traería como consecuencia 4 hijos. Carlos, siempre tuvo visión para los negocios y con su experiencia en el campo y todos sus conocimientos tenía que buscar el sustento para su familia, empezó trabajando en la tala de  árboles, los mismos que a futuro serían el producto perfecto para emprender su propio negocio. Carlos solía buscar bosques en los alrededores de Quito, los compraba según el tipo de árboles y madera que los mismos podían producir; y de esta forma se iba expandiendo poco a poco. Cuando viajaba a los bosques se encargaba de talar los árboles manualmente, con su esfuerzo y el de sus colaboradores, ya que en ese entonces no tenía tantos instrumentos tecnológicos necesarios, posteriormente cortaban las ramas las cuáles servían para vender como leña y con el tronco procesado se realizaban tablones, según lo que necesitaban sacar a la venta. 

Poco a poco todo este trabajo se fue fotaleciendo a pesar de que este negocio  demandaba mucha fuerza física y mental; por lo que Carlos no podía dedicar mucho tiempo a su familia. Lolita se encargaba de sus cuatro hijos, los enviaba a la escuela, les daba la comida y esperaba pacientemente todas las noches a su esposo para poder tener una atención con él y ponerle al tanto de las cosas del hogar. Cuando llegaban los viernes Carlos regresaba cansado a su casa, su esposa le recibía con sus hijos, les daba de comer y compartían un momento juntos. Con el tiempo los viernes se convirtieron en el desfogue de Carlos, ya que comenzó a salir con sus amigos dejando de lado a su familia. Lolita tenía que tenerle listó su traje y pasado las siete de la noche su esposo salía rumbo a una cantina,  cerca del barrio, donde decía ver que una sombra siempre lo acompaña.

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