EL Octavo Habito

El octavo no solo es una adición a los otros siete hábitos. En este se trata de aprovechar el poder de una tercera dimensión de los siete hábitos que responde al principal desafío de la nueva era del trabajador.

El octavo hábito constituye el camino hacia la vertiente enormemente prometedora de la realidad de hoy, que contrasta con el dolor y la frustración que se han descrito. En el fondo es una realidad eterna. Es la voz del espíritu humano: lleno de esperanza y de inteligencia, fuerte por naturaleza, con un potencial inagotable para servir al bien común.

En la imagen mostrada la voz se interseca entre el “talento” que son nuestros dones y puntos fuertes naturales, la “pasión” que son las cosas que nos motivan, nos apasionan y nos inspiran de una manera natural, la “necesidad” y la “conciencia” la cual nos dice lo que está bien y lo que nos impulsa a hacerlo. Dentro de cada uno de nosotros se encuentra un anhelo profundo, innato y casi infalible de encontrar nuestra voz en la vida.

El dolor – el problema – la solución

El objetivo principal es ofrecer un itinerario que le guie desde ese dolor y la frustración a la verdadera realización, la relevancia, la importancia del nuevo panorama de hoy en día, no solo en el trabajo o en la escuela, sino también en la vida misma.

La mejor manera de superar el dolor y encontrar una solución duradera es comprender el problema esencial que produce el dolor. En este caso es la conducta que emana de un paradigma o una visión de la naturaleza humana incompleta o defectuosa. Una posible solución al problema es similar a la mayoría de los grandes avances de la historia humana: surge de una ruptura fundamental con la antigua manera de pensar.

Encontrar una Voz Propia

El poder de descubrir nuestra voz radica en el potencial que nos fue otorgado al nacer. Los dones de nacimiento como talentos, capacidades, privilegios, inteligencias, oportunidades, que si no fuera por nuestra propia decisión y esfuerzo muchos de estos talentos quedarían sin descubrir.

Con estos dones, el potencial de cada persona es enorme, incluso infinito. En el fondo no podemos ni imaginar de lo que puede ser capaz una persona.

• Nuestro primer don de nacimiento: la libertad de elegir.

• Nuestro segundo don de nacimiento: principios o leyes naturales.

• Nuestro tercer don de nacimiento: las cuatro inteligencias/ capacidades de nuestra naturaleza.

Inspirar a los demás para que encuentren su voz

El liderazgo consiste en transmitir a las personas su valía de un modo tan claro que estas acaben viéndola en si mismas.

Al pasar a la segunda parte, “Inspirar a los demás para que encuentren su voz”, entramos en el ámbito del liderazgo, se trata de un liderazgo de un modo de que tratara a las personas que les transmita su valía y potencial de tal manera que lleguen a verlo en si mismas.

Centrados en el tipo de liderazgo en la organización, se destacan cuatro puntos:

1. Una organización no es ni más ni menos que una relación con un objetivo.

2. Casi todas las personas pertenecen a algún tipo de organización.

3. Gran parte del trabajo del mundo se realiza en organizaciones y se canaliza a través de ellas.

4. El mayor reto dentro de las organizaciones, incluidas las familias, es crearlas y dirigirlas de un modo que permita a cada uno percibir en su interior su valía y potencial innatos para alcanzar su grandeza y aportar sus talentos únicos y su pasión.

La respuesta de la era industrial

Si el nivel de confianza es bajo y no hay autoridad moral, el jefe se encuentra en el centro, el líder es quien más sabe y toma todas las decisiones. En cuanto a la falta de visión y valores compartidos, las reglas ocuparán el lugar de la visión y la misión.

La solución del liderazgo en las organizaciones

La decisión de inspirar a los demás que para que se encuentren su voz conduce al lector directamente al meollo de los cuatro problemas organizativos crónicos que surgen como consecuencia del modelo de control propio de la actual era industrial.

Los denominados cuatro roles del liderazgo no son más que cuatro cualidades de liderazgo personal, visión, disciplina, paz y conciencia, que adoptan una forma en una organización.

• Modelar (conciencia): dar un buen ejemplo.

• Encontrar caminos (visión): determinar conjuntamente el rumbo.

• Alineamiento (disciplina): construir y administrar sistemas para no desviarse del rumbo.

• Facultamiento (pasión): concentrar el talento en los resultados, no en los métodos, y retirarse y proporcionar ayuda cuando se lo soliciten.

Modelar y Encontrar Caminos

La voz de la influencia: ser un pequeño timón

Modelar constituye el espíritu y el centro de cualquier esfuerzo de liderazgo. Modelar se realiza, principalmente, en el curso de los otros tres roles, lo que se suscita en una sensación de seguridad y confianza en el líder. Pero el liderazgo solo se produce realmente cuando la gente llega a experimentar por si misma como una persona impulsada por su conciencia modela la exploración, el alineamiento y el Facultamiento.

El hábito de responder al deseo interno de marcar la diferencia, de importar, de ampliar nuestra influencia para llegar a las personas y alisas que más valoramos empieza con una disposición o actitud, una selección, la elección de utilizar la voz de la influencia.

Solo un pequeño timón; un trim- tab en un barco o un avión es un timón pequeño que permite el giro del timón grande, que a su vez, determina la dirección de toda la nave. El líder obra tomando la iniciativa dentro de su propio círculo de influencia, por muy pequeño que sea este.

Tomar la iniciativa constituye un modo de autofacultamiento. Ningún líder oficial le ha facultado,

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