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EL PROCESO MENTAL DEL JUEZ A LA HORA DE DECIDIR


Enviado por   •  1 de Agosto de 2016  •  Ensayos  •  3.043 Palabras (13 Páginas)  •  230 Visitas

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INTRODUCCION

Analizar la instancia judicial y específicamente el papel de los jueces como representantes máximos de la administración de justicia y garantes de la aplicación correcta de las leyes, conlleva a un aprendizaje imprescindible dentro de la especialización que estamos cursando, y sobre todo estudiarlo desde la óptica de la objetividad, subjetividad y la realidad que vive la sociedad venezolana. Este trabajo realizado a manera de ensayo reflexivo e interpretativo, tiene por objeto reflejar en palabras sencillas el tema que nos ocupa, relacionado a las autoridades jurisdiccionales y los procesos que puedan influir a la toma de decisiones, de igual forma la realidad que vive el país y que puede incidir en su trabajo de servir de arbitro y vigilar un proceso judicial donde está en juego la libertad de un ser humano.

Existe una amplia literatura jurídica sobre las tópicos relacionados con la Administración de Justicia, que sirven para ponernos al día con respecto a este tema importante en nuestra carrera, que pueden garantizar la objetividad en la toma de decisiones que dentro de los criterios de discrecionalidad garantice la imparcialidad, sin embargo, en oportunidades no es así. El asunto es analizar en profundidad cuáles son esos factores que puedan inferir en una decisión judicial, para eso se realizó este estudio.

EL PROCESO MENTAL DEL JUEZ ANTE LA LEY

Para comenzar con la estructuración de esta monografía, y en un sentido lato tratar de entender el título, nos enfocaremos en el adjetivo de la oración que vendría a ser el proceso mental, que no es mas que un conjunto de operaciones cognitivas y naturales en todo ser humano que se encargan de poner en práctica los conocimientos de distintas naturalezas, que a su vez permiten ver los distintos puntos de vista en determinadas ocasiones y mas aun a la hora de tomar una decisión. Estos llamados procesos asidos férreamente a la psique de cada persona son encadenados en un proceso de percepción, atención, pensamiento, análisis, memoria, cuyo proceso, termina con un accionar, causando una reacción en el exterior.

Este es un asunto; desde la perspectiva sicológica, normal en cualquier ser humano racional, siempre y cuando no sufra ningún trastorno que altere esta homeóstasis humana. De estos procesos cognitivos dependemos todas las personas para el buen vivir en una sociedad, independientemente de la clase que sea, sin distinción de razas, creencias religiosas, estatus social, nivel académico etc, lo que hace suponer que cualquier ser humano común y corriente vive a cada momento de su vida. De ello por supuesto no escapan los jueces, y muy importante a la hora de tomar una decisión.

En el mismo orden de ideas, nos trasladamos al sustantivo juez, teniendo como conceptualización universal que “Juez” es aquel funcionario público que el estado le otorga autoridad para practicar la función jurisdiccional atribuida a los tribunales enmarcado en su totalidad en lo que mandan la Constitución y las leyes. No toda persona puede ser juez , pues ante todo debe ser un individuo con conocimiento de las leyes desde el punto de vista académico o para simplificar la explicación, debe ser abogado, además de presentar una trayectoria conductual y académica intachable (Artículo 13 Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana) en primer lugar y destacada en segundo lugar, pues esta persona debe estar preparado para asumir un alto cargo que lo coloca casi en una máxima autoridad de una región o extensión territorial, geopolíticamente hablando.

Un Juez es un abogado con máxima autoridad en un tribunal de justicia. Es la persona que luego de un análisis exhaustico de las ideas, alegatos y defensas expuestos de cada parte, está en la capacidad de juzgar libremente y dar penas o libertades según sea el caso, tomando en cuenta que dicha decisión debe soportarse bajo los principios morales en los que se basa, pues su experiencia en la valoración de argumentos y pruebas, le otorgan el poder para desarrollar una capacidad de juzgar adecuadamente y de manera justa.

Pero, a esta persona que como ya hemos visto y analizado, el estado agrega una responsabilidad, en virtud de que como es un ser humano preparado en base al conocimiento de la norma, también puede ser objeto de sanciones al momento de tomar una decisión, no ajustada, errada o injusta; claro está comprobable y demostrable, para poder exigir ante el monstruo llamado “Estado”. Esto está establecido como una norma desde nuestra Constitución en el Artículo 49, Ordinal 8.

Un juez, por su investidura y por el cargo que ocupa, siempre va a ser objeto de críticas, en el sentido de que todo proceso es contradictorio y mas en nuestro ordenamiento jurídico Venezolano desde al año 1998, con la implementación del sistema acusatorio a través del Código Orgánico Procesal Penal y que definitivamente colocó distintas etapas en el proceso, partiendo desde el inicio con el juez de control, seguido del Juez de Juicio y terminando con el Juez de ejecución. Sin embargo, esta primera instancia de jueces puede ser cuestionable o susceptible de revisión a través de los Órganos jurisdiccionales superiores en las cortes de apelaciones y el Tribunal Supremo de Justicia.

Pero siguiendo, con la temática al principio del párrafo anterior, el proceso por tener carácter controvertido y de debate, cualquier decisión no es muy bien recibida por alguna de las partes, en virtud que los intereses son debatibles y cada una de ellas tiene una aspiración primordial de que los fallos se pronuncien a interés de cada uno de ellos. Es precisamente en esta parte del proceso, donde entra en funcionamiento el proceso mental del juez ante la ley, para aplicarla justamente de acuerdo a los hechos que se presentaron durante las distintas fases del proceso.

Estas decisiones, no deben ser aplicadas bajo los fundamentos del arbitrio en virtud de que la figura en cuestión se supone debe ser imparcial y hacer la representación pragmática de la dama ciega, símbolo de la Justicia y el derecho, sincretizando a la femenina quien con sus ojos vendados, hace uso de su espada hacia el lugar donde se incline la balanza de la justicia. Su mero accionar es de acuerdo a lo que establece la ley, pues desde el comienzo, analiza y aplica la teoría viva del delito, que lo va a llevar a tomar una decisión justa. Es por esto que el juez debe ser una persona plenamente preparada para tomar una decisión cuya mala aplicación conllevaría a un gravamen irreparable

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