ELABORACIÓN DE UN SUB-COMPUESTO AGROECOLÓGICO (FERTILIZANTE E INSECTICIDA) A BASE DE MATERIALES ORGÁNICOS (Cayena y Parchita)
adalcarTrabajo17 de Abril de 2017
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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder popular para la educación
U.E Colegio Monseñor San Miguel
San Cristóbal- Edo. Táchira
ELABORACIÓN DE UN SUB-COMPUESTO AGROECOLÓGICO (FERTILIZANTE E INSECTICIDA) A BASE DE MATERIALES ORGÁNICOS (Cayena y Parchita)
Autores:
Asesor Académico:
San Cristóbal, Diciembre del 2016
AGROA B
Autores:
Contreras G. Adrian A.
De la Roche Luis A.
Prada O. Carlos L.
Asesor Académico:
Lcda. María Vivas
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del problema.
La agricultura sustentable, basada en prácticas y técnicas ecológicas que minimicen la contaminación y degradación del medio ambiente deberá apoyarse en prácticas de conservación del suelo y agua, en la protección y mejoramiento de la fertilidad del suelo, en la conservación de la biodiversidad, en la utilización de Biofertilizante, de microorganismos antagonistas y promotores del crecimiento de las plantas, en pesticidas naturales u orgánicos, y en el uso racional de técnica biotecnológicas que han permitido generar cultivos genéticamente modificados resistentes a plagas, enfermedades y factores abióticos.
En este contexto, La agricultura orgánica ofrece numerosas ventajas medioambientales, ya que los agroquímicos sintéticos pueden contaminar las aguas subterráneas, perturbar procesos ecológicos fundamentales como la polinización, perjudicar microorganismos benéficos y causar problemas severos de salud a los trabajadores agrícolas. Los monocultivos modernos en los que se utilizan insumos sintéticos, perjudican con frecuencia la biodiversidad a nivel genético, de especies y de ecosistemas. Por lo tanto, los costos y efectos colaterales de la agricultura convencional que actualmente se está practicando en la mayor parte del planeta, ya están teniendo consecuencias muy adversas en los humanos, animales y del medio ambiente.
Al inicio del siglo XXI en un mundo donde los tiempos que corren son cada vez más difíciles, un entorno incierto en el cual son muchos los cambios y las presiones que afectan a las organizaciones, por ejemplo la globalización. Obliga la apertura de nuevos mercados y políticas macroeconómicas por lo cual las empresas se ven forzadas a ser cada vez más competitivas, aumentando la calidad y diversidad de los productos a través de un desarrollo sostenible es decir satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. En este contexto de proceso acelerado de cambios, las empresas tienen que asumir el protagonismo que les corresponde para contribuir al crecimiento y desarrollo del país, logrando mayor eficiencia y brindando productos y servicios de calidad.
De igual modo, la empresa privada constituye el más representativo motor de desarrollo de las economías capitalistas; y en el ámbito de la economía venezolana, su creación es un requerimiento primordial para dar respuestas positivas a la problemática social de desempleo, así como también a la economía informal que afectan especialmente a las nuevas generaciones de la población económicamente activa.
Es precisamente en este entorno, en que las decisiones de crear un producto, modificar los existentes y/o lanzar otros nuevos, son de vital importancia para cualquier empresa independientemente de su tamaño o actividad y conciernen no sólo a su función de comercialización, sino obviamente a toda la organización ya que esta definición compromete la existencia misma. La razón de ser de las empresas es satisfacer a los clientes y ante el acelerado cambio en los gustos, la tecnología y la competencia, ninguna empresa puede prescindir de desarrollar nuevos productos. Los Biofertilizante según lo expresado por Reyes (2009) “Son organismos vivos usados en la agricultura como fertilizantes naturales para las plantas, procesados de manera industrial para lograr una agricultura ecológica la cual proviene de animales, humanos, restos vegetales de alimentos u otra fuente orgánica o natural”(s/p).
En este sentido, estos Biofertilizante permiten aprovechar residuos orgánicos para la recuperación de la materia orgánica del suelo y permite la fijación del carbono en el suelo y una mejora en la capacidad de absorber agua, y suelen necesitar menos energía ya que para su fabricación suele utilizarse cerca de su lugar de origen.
Los Biofertilizante en Venezuela han representado un componente vital de los sistemas agrícolas sustentables, constituyendo un medio económicamente atractivo y ecológicamente aceptable, permitiendo reducir los insumos externos y mejorar la cantidad y calidad de los recursos internos, mediante la utilización de microorganismos del suelo debidamente seleccionados, capaces de aportar a los cultivos nitrógeno fijado de la atmósfera, fósforo transformado a partir del que está fijado en el suelo y sustancias fisiológicamente activas que, al interactuar con la planta, ocasionan una mayor activación del metabolismo.
En el Estado Táchira, se ha visto progresivamente el uso de Biofertilizante en algunos casos para la siembra del ajo el cual se encuentra en zonas altas de los Andes, ya que las bondades de esta práctica consiste en suministrar al suelo elementos nutritivos básicos que aportan materia orgánica sin utilización de fertilizantes que ocasionen efectos negativos al ambiente y a dichos cultivos. En el Municipio José María Vargas, se han realizado parcelas ecológicas para el cultivo de diversas plantaciones.
En la gran mayoría de los Municipios de montaña del Estado Táchira se caracterizan por su relieve montañoso con una diversidad biológica muy especial y en su mayoría por sus grandes cultivos, lo cuales están comprometiendo en forma negativa a muchos ecosistemas a causa del excesivo uso de fertilizantes en los cultivos,
Tal es caso de las Empresas productoras de pulpa de frutas y frutas en almíbar a raíz de su proceso productivo generan una serie de desperdicios que luego se les dificulta manejar, utilizándolo en la actualidad como alimentación animal y en la producción de compost orgánico o fertilizantes, lo cual genera un ingreso adicional para la empresa o en el peor de los casos son vertidos en lagunas de oxidación, lo cual requiere un constante mantenimiento ya que éstas degradan el ambiente, estos fertilizantes pueden traer grandes contaminaciones e intoxicaciones.
La contaminación puede llegar a afectar a las fuentes de agua, también con las lluvias y los riegos de los cultivos dichos fertilizantes son arrastrados hasta los pozos de agua, ríos entre otros, como también pueden llegar a dañar las mismas plantaciones si su aplicación es en cantidades excesivas y no se tienes un adecuado control de dichas dosis aplicadas en los cultivos y de esta manera llegar a la contaminación tanto en el ambiente como a nivel de la salud de los habitantes de determinada región agrícola.
En San Cristóbal, además del uso extendido de estos fertilizantes, se presenta una problemática de tipo ambiental, los agricultores de dicha zona están utilizando para sus cultivos las heces de gallinas como fertilizante por parte de los productores, trayendo consigo la proliferación de vectores (moscas) que pueden producir diversas enfermedades entre las que pueden citarse la gastroenteritis, la gripe aviar entre otras; e igualmente durante el proceso de fermentación de dichas heces, se origina la emanación del nitrógeno amoniacal de los excrementos que produce malos olores, irritación ocular y de la nariz. Por otra parte, el uso indiscriminado las heces de gallina como fertilizante produce que el exceso termine en los ríos, riachuelos, acuíferos y el aire, que sirve como un vehículo más de los contaminantes hacia el agua. Tal como lo destaca Rudek (2008) en un estudio en Carolina del Norte patrocinado por el estado quien observó que los nitratos en acuíferos no muy profundos ubicados debajo de cultivos a los que se les aplicó excremento en forma líquida demostraron tener niveles cinco veces mayores que los permitidos para la salud humana; en cultivos a los que se les aplicó por períodos más extendidos (de largo plazo), los niveles encontrados fueron hasta trece veces mayores que los niveles permitidos para la salud humana. (p.47)
De continuar presentándose la problemática planteada, se continuará a la contaminación de los cultivos, poniendo en riesgo la salud de los consumidores, tal como se desprende de lo expresado por Erickson (2007) quien señala que: en el mundo se han incrementado las concentraciones en el cuerpo humano de nitrato y metales pesados como el Cadmio, Arsénico y el Selenio; señalándose como causa principal al uso de fertilizantes y pesticidas químicos, seguidos de la emisión de desechos peligrosos por la industria química (p.56)
Además, constituye un riesgo para el medio ambiente, un detrimento para la rentabilidad y un detrimento para los productores por la pérdida parcial o total de la inversión.
En el marco de lo anteriormente planteado, se hace necesario desarrollar un sub-compuesto agroecológico (fertilizante e insecticida) a base de materiales orgánicos (cayena y lechoza) que proporcione un insumo no contaminante, que al mismo tiempo mejore la cantidad y calidad de las frutas cultivadas en la región, preservando la salud de los consumidores, generando fuentes de trabajo y el abaratamiento de los insumos necesarios para llevar a buen término las labores de cultivo.
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