EMPRESARISMO

La historia empresarial, desde un principio, hace muchisimos años existen empresarios visionarios, intrépidos, optimistas y capaces de crear estrategias para que sus empresas crezcan en todos los ámbitos, principalmente ofrecer empleo y aumentar sus ganancias significativamente, y ante todo darse a conocer tanto nacional como internacionalmente para poder lograr el crecimiento de su empresa.

Podemos deducir por empresarismo que es la etapa posterior del proceso emprendedor, se convierte en la habilidad que ayuda en la construcción del tejido empresarial local, regional y nacional mediante la consolidación en la práctica de los planes de negocio, que conlleva a la creación de nuevas empresas, y su incidencia con acciones de formación y asesoría para su fortalecimiento, sostenibilidad y desarrollo, que a su vez se efectúan en la atención a empresas fundadas de capital privado o de economía solidaria, en la búsqueda de mayores niveles de productividad y competitividad. Esta es una rama muy amplia en la que encontramos diferentes terminologías para poder comprender todo lo que conlleva el empresarismo.

Uno de los elementos más importantes que componen el empresarismo es la persona que se le denomina empresario. El empresario es la persona o conjunto de personas que son capaces de percibir una oportunidad de producción o de servicio, el que toma una decisión y crea la asignación de los recursos necesarios para poder poner en marcha la empresa. Por otro lado tenemos que el emprendedor aquella persona que sabe descubrir, identificar una oportunidad de negocios en concreto y entonces se dispondrá a organizar o conseguir los recursos necesarios para comenzarla y más luego llevarla a buen puerto. Generalmente, este término, se aplica para designar a las personas que de la nada, solamente, con el capital de la idea, logran crear o fundar una empresa o ayudan a otro a realizarlo.

Aunque si bien no existe una definición concreta sobre el término, características como ser la flexibilidad, el dinamismo, creatividad, orientación hacia la aventura y el riesgo, sirven para describir muy bien el perfil que observará la persona emprendedora.

Muchos, seguramente, creerán que este de emprendedor, es un concepto relativamente nuevo, sin embargo, esto no es así, sino que por el contrario, el concepto surgió aproximadamente a principios del siglo XVI con el objetivo y la razón de ser de denominar a aquellos aventureros que viajaban al Nuevo Mundo a la búsqueda y caza de nuevas oportunidades, sin saber muy bien con que se encontrarían cuando estuviesen en la meta. También, a las personas involucradas con expediciones militares se las solía denominar emprendedores. Luego, ya en el siglo XVIII, los franceses se adueñaron del término porque lo utilizaban mucho para designar a aquellos que se dedicaban a la construcción, como ser los arquitectos. Podemos entender por empresario emprendedor que es aquel que busca innovar con sus ideas, tiene la virtud de detectar y manejas problemas y oportunidades mediante el aprovechamiento de sus capacidades y los recursos a su alcance.

El espíritu empresarial es un proceso histórico en permanente desarrollo y formación; es un proceso humano que tiene desarrollo en cada persona que decide asimilarlo y hacerlo su guía. Su motor, su fuerza. Sentimiento de superación y progreso. Alta motivación y fuerza vital; sueño de logro e independencia que está en cada uno de nosotros.

El espíritu empresarial es un proceso humano profundo y permanente; es un proceso que rejuvenece y da nuevo vigor a toda la sociedad que lo posea, ofrece beneficios de desarrollo a la empresa y a la comunidad como un todo. Ofrece al individuo independencia, control sobre la propia vida, creatividad y autoconfianza.

Para el empresario el nuevo negocio es una expresión creativa y el producto que fabrica o comercializa es sólo el fin. Beneficia

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