ESTRUCTURA SOCIAL
leidy20083 de Octubre de 2012
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Articulo de Temple Balear
Gérard de Sède sorprendió al mundo, con sus informaciones relativas al tesoro y los pergaminos que un sacerdote de Rennes-le-Château (Francia), localizó durante la restauración de su Parroquia, dieron lugar a casi 500 artículos y publicaciones; Como la obra The Holy Blood and the Holy Grail, de Baigent, Leigh y Lincoln donde se nos habla de descendientes directos de Jesús hasta nuestros días, rastreo de Occitanos (cátaros) y templarios, complejas tramas de sociedades iniciáticas y secretas...
La Dinastía Merovingia: Los Reyes Perdidos
de la obra de Henri Lobineau (Henri de Lénoncourt)
Entre los reyes merovingios que fueron conspiratoriamente depuestos del trono francés hace más de mil trescientos años se citan asimismo a los sicambros, descendientes de la tribu judía de Benjamín, que emigraron sucesivamente a la Arcadia, a Sicilia, a los Alpes y a las orillas del Rin. De Meroveo hasta Clodoveo, los reyes merovingios, apodados los Ursus, fueron paganos entregados al culto de Diana. El famoso jarrón de Soissons contenía muestras de la sangre de los treinta y nueve primeros reyes francos, que fueron merovingios.
La dinastía de los carolingios y la de los capetos (el rey Felipe el Hermoso, destructor de la Orden del Temple, era un Capeto) no eran legítimas, ya que el último rey merovingio, Dagoberto II, asesinado en el año 679 cerca de Stenay, en las Ardenas, tenía un hijo, Sigisberto IV, que escapó a la suerte de su padre, fue salvado por un tal Meroveo Levy, puro sicambro, quien le llevó en secreto a Rennes-le-Château. Sigisberto IV, llamado Plant-Ard (Retoño Ardiente), se casó con la hija del rey visigodo español Wamba y dio nacimiento al linaje de los condes del Razès, del que provenían también los Blanchefort.
Este linaje es el único que puede pretender legítimamente al trono de Francia. Tal era, según el secreto genealógico-dinástico contenido en los pergaminos encontrados por el abate Saunière en la Iglesia de Rennes-le-Château y que estaban acuñados, por el sello de Blanca de Castilla. El linaje cripto-merovingio se perpetuó en la sombra hasta nuestros días, de modo que el "Rey Perdido", el "Gran Monarca" (pues este regio linaje tendría su origen en el vástago del propio Jesús tras su unión con Maria Magdalena, que fue llevada tras la crucifixión clandestinamente a la Galia donde se refugio, pues ya existían allí comunidades judías), está presente de incógnito entre nosotros. Cuando llegue el momento, se manifestará.
Pero el Rey Perdido no lo estaba para todo el mundo, ya que hacía mucho tiempo que una temible sociedad secreta, el Priorato de Sión, conocía el secreto. Esta sociedad tuvo su nacimiento en la unión de tres grupos de iniciados:
• los monjes de la abadía del Monte Sión, fundada en 1099 en Jerusalén por el jefe de la Primera Cruzada, Godofredo de Bouillon, que era un sicambro;
• los seis (o trece) Sabios de la Luz, discípulos de un tal Ormus y que tenían como emblema la Rosacruz y,
• finalmente, por los últimos esenios, la secta judía de la que procede el Cristianismo y a la que se deben los manuscritos del Mar Muerto.
El Priorato de Sión se proponía como doble objetivo propagar el Cristianismo esotérico de San Juan y defender la cripto-dinastía merovingia. La Orden del Temple, creada en 1118, no era más que su brazo secular, al que proporcionaba ya fuese sus Grandes Maestros oficiales, ya fuese sus Grandes Maestres secretos.
Estos hechos no pueden ser totalmente ignorados debido a ciertos detalles históricos: En el año 886, el "Retoño Ardiente" de la estirpe merovingia, Sigisberto IV, ya había devenido en un amplio y complejo árbol genealógico. Bernard Plantavelu y los duques de Aquitania constituían una de sus ramas genealógicas. Había otras ramas también, pues los documentos Prieuré declaran que Sigisberto VI, el nieto de Sigisberto IV, era conocido como el "príncipe Ursus". Entre 877 y 879 el "príncipe Ursus", fue proclamado oficialmente "rey Ursus", al parecer en una extraña ceremonia eclesiástica celebrada en Nimes.
Con la colaboración de los nobles Bernard de Auvergne y el Marqués de Gothie encabezó una insurrección contra Luis II de Francia en un intento de recuperar su legítimo patrimonio. Varios historiadores nos confirman que tal insurrección tuvo lugar entre 877 y 879. Estos historiadores aluden a Bernard de Auvergne y al marqués de Gothie, si bien no dicen que el líder de la insurrección fuese Sigisberto VI, pero hay alusiones a un individuo llamado el "príncipe Ursus".
Según los documentos Prieuré, Godofredo de Bouillon - en virtud de su bisabuela, que casó con Hugo de Plantard en 1009 - era descendiente por línea directa de la familia Plantard. O sea que; Godofredo llevaba en su estirpe sangre merovingia ya que descendía directamente de Dagoberto II, Sigisberto IV y el linaje de reyes merovingios.
Durante cuatro siglos la sangre real merovingia se mezcló a través de numerosos árboles genealógicos. Finalmente, parece que dio fruto. Y el fruto fue Godofredo de Bouillon, duque de Lorena. Y aquí, en la casa de Lorena, estableció un nuevo patrimonio.
Para sus propios ojos, y ante los de sus seguidores, Godofredo sería más que duque de Lorena. De hecho, sería un rey legítimo, un pretendiente legítimo de la dinastía depuesta con Dagoberto II en el año 679. Pero si Godofredo era rey legítimo, era también rey sin reino; y la dinastía capeta de Francia (apoyada por Roma) estaba demasiado consolidada para que pudiera destronarla.
Baigent, Leigh y Lincoln se preguntan: ¿Qué se puede hacer si se es rey y no se tiene reino? Quizá buscar un reino. O crearlo. El reino más precioso de todo el mundo: Palestina, la Tierra Santa, el suelo que pisara el mismísimo Jesús. ¿Acaso el gobernante de semejante reino no sería comparable a cualquier otro de Europa? ¿Y acaso, al presidir el más sagrado de los lugares de la Tierra, no se cobraría una dulce venganza de la iglesia que traicionara a sus antepasado cuatro siglos antes?.
La pregunta queda ahí... pero entendemos que la respuesta es lógica y clara y más si tenemos en cuenta la importancia que tenía Jerusalén para todo el Cristianismo, hasta el punto de que muchos reyes y emperadores abandonaban sus reinos para ir a conquistar estar tierras santas poniendo en peligro no solo el reino abandonado en Occidente sino que también hasta su propia vida.
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CAPÍTULO OCHO
Misma cara diferente máscara
En los años antes de que los Templarios llegaran a la fuerza desde Francia, la campaña en contra de los ingleses de Roberto el Bruce había sido muy desastrosa. Fue forzado a pedir refugio en las montañas de Perthshire y después en Argyll. Desde allí fue hacia Kintyre y el norte de Irlanda.
Bruce tenía conexiones muy cercanas con Ulster y poseía tierra allí. El título de Bruce, el Conde de Carrick, puede ser visto en varios nombres de lugar en esta parte de Irlanda, incluyendo Carrickfergus. Las personas de Ulster tienen asociaciones políticas y de sangre de mucho tiempo con los escoceses, particularmente en la costa oeste de Escocia, pero han sido manipulados hacia el conflicto muchas veces.
En el corazón de los disturbios en Ulster hasta el día de hoy están las peleas entre los irlandeses (Católicos) y los escoceses - irlandeses (Protestantes) que se mudaron desde Escocia al Ulster. Estos conflictos son manipulados y animados por la Hermandad a través de sus representantes. Con el apoyo de familias nobles irlandesas, Bruce regresó a Escocia en 1307, el año de la purga Templaria en Francia, y pronto se encontró luchando contra un nuevo rey inglés cuando Eduardo II reemplazó a Eduardo I.
La campaña de Bruce adquirió impulso gracias a apoyo y armas de los Templarios que huían de Francia, y culminó en la batalla de Bannockburn, cerca de Stirling Castle, el día de Juan Bautista (el día de Nimrod) 24 de Junio de 1314. Los escoceses derrotaron a los ingleses después de un día de batalla cuando una fuerza de jinetes "desconocidos" llegó para respaldar las filas escocesas. Por alguna razón, nunca explicada, los ingleses entraron pánico y corrieron al ver estos refuerzos. Tuvo que ser una fuerza de pelea especial y tuvieron que ser inmediatamente identificables para estimular tal reacción inmediata.
Los Templarios eran ambos, y este grupo "desconocido" tenían que ser los Caballeros Templarios, los guerreros tan temidos en las cruzadas, que ahora se habían reagrupado en Escocia. La victoria en Bannockburn aseguraría la independencia de Escocia durante los próximos 289 años y entre aquellos que pelearon con Bruce ese día estaba Sir William St Clair de Rosslyn.
Cuando Bruce murió en 1329, la dinastía de Stuart (Estuardo) empezó. En Francia en épocas Merovingias, nombraban Alcaldes del Palacio para apoyar al monarca y desde la época del Rey David I, Escocia había instalado un sistema similar. Fueron llamados Royal Stewards (Mayordomos Reales) y estos puestos se hicieron hereditarios. Cambió después a Stewart y de esta línea vienen los Stuarts.
Otra vez, como con los Merovingios, los alcaldes o mayordomos hereditarios para la línea real oficial al final se hicieron la línea real ellos mismos. Esto vino después de que la hija de Bruce se casó
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