ESTUDIANTE PROMEDIO, ESTUDIANTE MEDIOCRE

Silvia Juliana Bautista - 695464

ESTUDIANTE PROMEDIO, ESTUDIANTE MEDIOCRE

Considerado un derecho humano básico y base para llevar a cabo el resto de los derechos, la educación es condición esencial para el bienestar humano de todas las personas, además, de la transformación y desarrollo integral de los hombres y mujeres en un mundo globalizado que se enfrenta a constantes cambios. Sin embargo, no todo puede pintarse tan maravilloso y casi perfecto, si desde niños nos están educando para ser mediocres, tener miedo al fracaso y a no ser capaces de afrontar situaciones cotidianas.

En primer lugar, es justo y necesario empezar a tener una educación para el desarrollo humano. Como Edgar Morin (2015), afirma en su libro Enseñar a vivir, la escuela se encarga de enseñar conocimientos, pero no la naturaleza del conocimiento. Podríamos simplemente pensar en asignar responsabilidad a quienes imparten la educación. Pero, si vamos un paso más adelante, debemos darnos cuenta de que el sistema tiene mucho que ver. Este sistema educativo anclado a la era industrial que en su momento hizo su función cuando se debía alfabetizar a la población y por supuesto ha sido beneficioso para el avance. Sin embargo, hoy en día no sirve de mucho, porque su objetivo es crear obreros que sigan ordenes y no vayan más allá.

Ahora bien, La educación ha sido y sigue siendo un concepto “fundamentalmente discutible”, diría W. Carr (2005). Y lo será más aún cuando estamos formando a estudiantes mediocres, este tipo de estudiante es el que estudia para pasar simplemente, el que está acostumbrado a que desde su niñez lo califican las notas y su objetivo es sacar una buena nota, de no ser así puede llegar a sentir miedo a fracasar, a que esos números representan su conocimiento. Este tipo de estudiantes se limitan a “sobrevivir académicamente” sin desarrollar su intelecto. Es que estamos de acuerdo en que debe existir una alfabetización básica, que debamos aprender a leer, escribir, contar, conocer de cultura general, de ciencias naturales y sociales. Pero, lo que debemos tener en cuenta es que la educación no debe concentrarse en simplemente esos saberes denominados cuantitativos sino introducir una cultura diferente en donde se construya el conocimiento de una forma completamente distinta. En donde enseñen a afrontar situaciones cotidianas, como, por ejemplo, el manejo del dinero, manejo de las emociones, fomentar la curiosidad, creatividad y el talento único de cada persona.

En general, queda por decir que por más de que sepamos que la escuela se transforma, evoluciona y además es un espacio donde se producen intercambios humanos intencionados al aprendizaje, el desarrollo de competencias tanto cognitivas como socioafectivas, comunicativas, etc. No se evidencia en las aulas de clase. En otras palabras, este mundo no necesita estudiantes que vayan en línea recta respondiendo de memoria cada uno de los cuestionamientos presentados en clase, necesita estudiantes que sean capaces de crear conocimiento, críticos, pensadores autónomos, optimizadores de su tiempo y con muestras de creatividad. Por esto mismo, desde la educación se debe empezar. para que esto ocurra necesitamos un cambio en la formación de estudiantes íntegros con una identidad, capaces de desarrollarse en un mundo de constantes transformaciones.

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