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ETNIAS YURACARES.


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2016  •  Informes  •  3.495 Palabras (14 Páginas)  •  570 Visitas

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El cocimiento de la comida es realizada generalmente con leña sobre el suelo, colocada en medio de piedras (cuando hay acceso a ellas), de un fogón de barro, sobre palos dispuestos horizontalmente sobre dos horcones cuya rama principal va clavada en el suelo, o bien la olla cuelga de una rama clavada de manera oblicua en el suelo. En algunos casos, el hogar o fogón se encuentra en altura, es decir sobre una "mesa" cubierta en su superficie superior con tierra, estando el mencionado fogón en el medio. Esta costumbre del fogón en altura es reciente y corresponde a una influencia Trinitaria. En Gundonovia (comunidad Trinitaria), por ejemplo, pudimos advertir el uso intensivo de estas mesas de cocina, debido, sobre todo, a las inundaciones periódicas que anegan el lugar. Este tipo de cocinas es también utilizado en Santa María de las Juntas. Al fuego le dicen "aima", al humo, "bombo", y a la cocina, "tajusina". Suelen también cocinar sobre una parrilla, generalmente de palos, aunque en algunos casos utilizan una parrilla combinada por dos barras de fierro y encima (cruzados transversalmente) dos troncos. Este sistema de cocina es conocido como "chapapeado". En una sola oportunidad (Bubusama, 1996) pudimos observar una garrafa de gas. En algunas comunidades (Loma Alta por ejemplo) se sigue utilizando la cáscara de la fruta "winna" de la palmera "cunma" para el "dyulula", un método de cocina consistente en envolver la carne en hojas. Si no se consume la carne (incluyendo pescado) fresca, es decir a poco de haber sido cazado o pescado el animal, la manera más utilizada de preparar la carne es la de convertirla en charque, utilizando bastante sal y haciéndola secar colgada de alambres. Para algunos animales, o partes de ellos, existen métodos especiales de cocina. Así por ejemplo, en Santa Teresita (marzo del 2002) preparaban la cabeza del tapir (anta) con maíz. (151) Todas las viviendas Yuracarés tienen cantos rodados para afilar sus cuchillos, machetes y demás instrumentos de fierro. Foto: Santa Teresita del Isiboro, marzo del 2002. 75 De acuerdo con Carlos Prado, Justino Orosco y Benancio Orosco en su trabajo Queremos contarles sobre nuestro bosque - Testimonios de las Culturas Ayoreo y Yuracaré, los Yuracarés conservan el pescado que no lo pueden consumir el primer día por medio del chapapeado, charque y pito. El chapapeado consiste en asar el pescado sobre una parrilla. Una variante del chapapeado es envolver el pescado en hojas de patojú, y en algunos casos se le pone algún condimento. El pito (pescado desmenuzado) también es envuelto en hojas. El charque, o "chariji" no es más que el pescado deshidratado, es decir, secado. Los pescados y la carne de monte son también consumidos en sopas (Prado et al. 1995: 13). Sarela Paz y Carlos Prado afirman que existen dos métodos básicos de cocinar los alimentos (su investigación se llevó a cabo en La Misión). El primero consiste en hervir los alimentos ("sancochado”), y el segundo, mediante el cocimiento a la brasa. Obviamente, las carnes, generalmente son cocidas con el segundo método. El "chivé" de yuca es obtenido después de rallarla, secarla al sol, y tostarla. También preparan harina de maíz, plátano, pescado, y del tronco de palmera totaí. "Todos estos pitos son envueltos en hoja de patujú o de plátano para conservarlos en un lugar especial que se llama chapapa, este consiste en una red tejida de paja o bejuco que se cuelga del techo, fuera del alcance de animales y niños y al cual sólo la .mujer o la persona que va a cocinar se acerca. Las carnes charqueadas y chapapeadas también se las colocan en este lugar". Los Yuracarés son aficionados a preparar algunos alimentos (pescado, huevos de pescado, o criadillas) envueltos en hojas de patujú o plátano. Dichas envolturas son colocadas sobre la brasa, dejándolas cocer lentamente. Este tipo de cocción, llamado “yulula", tiene la propiedad de mantener el jugo o la humedad de los alimentos. Ambos autores luego reproducen la descripción que al respecto hizo doña Gladys Orosco de La Misión: "A nosotros nos gusta ese envuelto en hoja, es más rico, por eso nuestros abuelos hacían antes harto de eso. Esto hacían de repente porque no había manteca antes, por eso habrán aprendido los antiguos, Es igualito, rico como con manteca el tamal. Toda la familia rico lo siente. Lo que han hecho nuestras madres y hemos visto nunca hemos olvidado. Este preparado siempre lo veíamos hacer a nuestras madres. Ese pito de pescado, harto nuestros abuelos manejaban, dura harto. Estoy pensando que cuando envolvían en hoja no le entraba nada, ni bichos". "Cocinar en tamal -Yulula -, el cheruje - sopa de plátano - y el asado de yuca o plátano no hemos olvidado, lo demás hemos olvidado, el cogollo de palma ya no comemos, también el cogollo de chonta tomaban, hacían chicha, es igualito a la yuca. Los abuelos hacían sus chaquitos chiquititos, un poquito se quedaban, hasta que esté su yuca, después otra vez cambiaban de lugar" (Gladys Orozco / Comunidad de Misiones), 76 (155) Bañadores, ollas y platos metálicos mezclados con algunos elementos culturales originales de los Yuracarés. Foto: Senda Ganadera, río Chipiriri, marzo de 1996. (157) La esposa de René Rodríguez cocinando. Foto: Santa Teresita, marzo del 2002. (156) Típica manera de cocinar entre los Yuracarés. Dos troncos sobre los cuales van apoyados barras de hierro. Encima la olla, ahora metálica, y el sartén. A la derecha, plátanos cocidos. Foto: Bubusama, mayo de 1996. (154) Tacú, mano y batea. Foto: La Misión, noviembre de 1994. 77 Según Sarela Paz y Carlos Prado, el consumo de carne tiene gran importancia para los Yuracarés. "Este pueblo considera que ser hombre "Suñe" es comer carne y todavía, en sus expectativas sociales alimentarias, la carne juega un rol importante", Asimismo, los Yuracarés siempre acompañan el consumo de carne con el “jacu", es decir, su complemento, consistente generalmente en arroz, plátano o yuca. A falta de carne, combinan arroz con plátano, yuca, camote o papa de monte, todo ello con aceite o manteca, sal y cebolla, como condimento. Tienen tres horarios principales para comer, temprano en la mañana, a medio día, y al anochecer (Paz et al. 1995: 91-94; 115). En varias comunidades (Santa Teresita por ejemplo) se usan las quijadas del manechi ("luo”) o del mono silbador (“pichi”) para colgar las ollas ("oshewo”), ahora generalmente de aluminio, mientras no las utilizan. Aparte de los utensilios de hierro, uno de los préstamos culturales que mayor uso le dan los Yuracarés actualmente es el tacú ("tajo”) y sus respectivas manos o manijas ("tajubono”). Al parecer lo habrían adquirido de los Trinitarios, quienes al pertenecer a una cultura agrícola lo tenían como uno de sus elementos culturales de mayor vigencia. Los Yuracarés utilizan el tacú para preparar masaco (plátano molido y asado), o moler arroz, o bien, yuca. En Loma Alta (río Isiboro) hacían (julio del 2000) los tacús de palo maría. Otro elemento cultural, de origen incierto, es la batea de madera, que los Yuracarés en Loma Alta llaman "lahueta". Otros la conocen como "gaveta", Generalmente es hecha de palo maría o madera ochoó, La usan para un sin fin de usos, entre ellos, moler maíz y yuca, Otra especie de bandeja o fuente la llaman "casuela", En Santa Lucía (sobre el río Sécure) las hacen de madera bibosi. En el Consejo Indígena El Progreso usan una tabla de forma ovalada con un mango en un extremo de madera trompillo para picar cebolla o carne. Para atizar el fuego algunos Yuracarés siguen sirviéndose del abanico de plumas (“juputa", "tipuptau", o “pupta”), que también utilizan para refrescarse y ahuyentar los mosquitos. Estos abanicos son hechos con plumas de una variedad de aves, Por ejemplo, en La Misión en 1994 todavía las hacían con plumas de águila y pava negra. También se encuentran de plumas blancas (de bato). En Tres de Mayo, Alejandro Borda (febrero del 2003) tenía un abanico de estos de pava pintada ("wisire”). En Tres Islas las hacían (junio del 2004) de plumas negras, de pava coto colorado, plumas negras con punta blanca, de mutún (“yutiche”), y de plumas blancas, de bato ("sipili”). En dicha comunidad afirman que la manera de abanicar es vertical y no horizontal. El mango de estos abanicos sigue siendo hecho a la antigua usanza, amarrado por dentro y por fuera cubierto con la cera negra ("tulujshi”) de una abeja silvestre. Tuvimos la oportunidad de observar una innovación en estos abanicos en Tres de Mayo, justamente en casa de Alejandro Borda, quien había confeccionado un abanico con las largas plumas del "pío", el avestruz de las pampas Benianas. En este caso, la proximidad de las mencionadas pampas proporcionaba la materia prima para este tipo de abanicos, los cuales eran utilizados mayormente para ahuyentar a los mosquitos. Un elemento cultural que nunca falta en las viviendas Yuracarés es el canto rodado, el cual, en algunos casos, es traído desde distancias considerables. A la piedra la llaman "assha". Por ejemplo, los Yuracarés de Loma Alta traen el canto rodado desde Puerto Aurora sobre el río Chapare. Los Yuracarés de Santa Teresita los llevan de Eterasama. En Tres de Mayo, sobre el río Sécure, los cantos rodados son llevados de Oromomo. Estos cantos rodados, que llegan a medir entre 30 y 40 centímetros de diámetro, les sirven para afilar cuchillos, machetes, hachas, y palas. También los utilizan para moler cacao (una vez hecho polvo se hecha en la olla), y a veces, yuca. Asimismo, con la piedra se muele la semilla de motacú, para sacarle el aceite. En Puerto Patiño, los Yuracarés le dicen "ese" a la piedra. 78 En el Consejo Indígena El Progreso utilizaban (febrero del 2004) un machucador de yuca hecho de tembe o pachuba. Para guardar comestibles y objetos varios siguen utilizando canastas ("sipo”) que tienen la característica de tener en la parte inferior un remache de hilo llamado "chenche". Las canastas, al menos en Santa Teresita, las hacen de dos tipos: de hoja de palmera y de bejuco. En Santa Maria de las Juntas (confluencia de los ríos Isiboro y Sécure), así como a lo largo del río Sécure, es común ver canastas ("asayé”) hechas del cogollo de la palmera motacú, que llegan a tener 60 centímetros de largo. En San Vicente, por ejemplo, el "asayé" es utilizado “para que escurra el jugo del chocolate" (Gregorio Morales, comunicación personal, San Vicente, 3 de febrero del 2003). En el Consejo Indígena El Progreso confeccionan una canasta de pachuba que tiene la base con una circunferencia menor a la del resto de la canasta. En el Consejo Indígena Uriyuta los esposos Daniel Herbas y Francisca Roca tenían (marzo del 2004) una canasta de base circular grande (50 cms. de diámetro) y paredes verticales cortas (14 cms. de alto), con la característica identificadora de la cestería Yuracaré, consistente en el refuerzo central, tejido en el centro de la base de la canasta, de donde comienzan a entrelazarse los palos que forman el cesto. Otro tipo de canasta, o mejor, caja, es la "llallta", también conocido como "upu", que consiste en la utilización del cogollo de la hoja de pachubilla (“'puterajte”). Con una sola pieza le dan la forma requerida, es decir, la base y las cuatro paredes dispuestas verticalmente. La unión y consistencia es lograda mediante un refuerzo interior y exterior con palos amarrados horizontalmente con pita (de ambaibo) en las paredes de los dos extremos. Utilizan estas cajas para guardar cosas y para hacer chicha. Muy parecido a las canastas son los cernidores ("shishta”), que tienen el refuerzo tradicional de pita de ambaibo en la base. Alrededor o cerca del lugar de cocina o de la mesa para comer suelen estar colgados pequeños palos de unos 40 centímetros de largo, que en uno de sus extremos tienen una pequeña rama, cuya función es la de colgar ollas y tasas. Identifican a este elemento cultural con el nombre de "oyoto". Una de las frutas más utilizadas por los Yuracarés es el "urucú" ("beimi”), también conocido como "achiote", cuya pulpa ("bija") es coagulada después de exprimirla quedando el colorante, el cual en La Misión es envuelto en chala de maíz. En Loma Alta utilizan una pequeña tutuma agujereada en un lado (que llaman urucurero -"beimísibe" en Yuracaré) unido a un palito que hace de mango. El urucurero les sirve para guardar el urucú y para verter el líquido que les tiñe la comida. En Loma Alta lo mezclan primero con grasa de cerdo. Recordemos que el urucú es también utilizado para el pegado de las plumas en el astil de las flechas. Para ello lo mezclan con la resina de leche. Por su parte, la preparación de las tutumas o calabazas para usos varios es hecho raspándolas internamente con el borde de unas conchas de río (parecidas a las almejas de mar) que en Yuracaré las llaman "carrawa". Algunos elementos culturales tradicionales relacionados con la cocina y el consumo de alimentos siguen encontrándose inclusive en viviendas de Yuracarés que han estado últimamente expuestos e influenciados por la Cultura Occidental, tal era el caso de la familia de Florencio Román Orosco en Puerto San Francisco en 1996. Tales elementos culturales eran la canasta ("asayele”), confeccionada de la hoja de la palmera palla. Estas canastas les sirven para guardar huevos, "chapapeado" (pescado asado), y una variedad de cosas. En Santa María de las Juntas las utilizan para hacer secar el cacao. Otro elemento cultural que sigue siendo típico de los Yuracarés es el cernidor, hecho con la rama de un bejuco y que (158) En algunos lugares las cocinas se encuentran en altura, sobre una especie de mesa con tierra en su superficie superior. Foto. Tres Islas, junio del 2004. 79 tiene la característica de tener en el centro de su parte inferior un refuerzo, generalmente cuadrangular, de pita de ambaibo. Por otro lado, nunca faltan las tutumas, que son utilizadas para beber, guardar cosas, y como recipientes - cernidores para el polvo de urucú (urucureros). Uno de los usos de las tutumas es para beber chicha de yuca, factura maíz, o tembe. A veinte minutos de navegación de Puerto San Francisco (sobre el río Chipiriri), en Senda Ganadera, vivía la señora Ena Herbas, cuya modesta vivienda a dos aguas, casi hasta el suelo (a la usanza antigua) contenía (marzo de 1996), además de una serie de utensilios de factura Occidental, el tacú, gaveta (especie de bañador de madera), machucador (tipo de martillo de madera), abanico de plumas, cera, y la piedra redonda para moler y afilar cuchillos. Otro caso interesante es el de Tres Bocas sobre el río Ichilo, donde existe mucha influencia Occidental a través de las embarcaciones de carga que recorre el río para comprar los productos agrícolas. En dicha comunidad, la señora de don Roque Chávez Morales y su nuera seguían haciendo aceite mediante el machucado de las semillas de motacú para separar las pepas y extraer el aceite. Aparte del aceite, se suele también preparar manteca de pescado para cocinar (Julio Sejas, comunicación personal, Shinahota, 4 de febrero del 2004). En algunas comunidades Yuracarés resulta interesante observar el uso de cucharones y cucharas de madera. Los cucharones ("ishita") pueden tener formas curveadas que le dan una mayor funcionalidad al menear la comida. Algunos de estos cucharones llegan a medir 50 centímetros de largo. Por ejemplo en Tres de Mayo, en casa de Alejandro Borda, se utilizaba (febrero del 2003) un cucharón largo curvo para servir la comida. También en Tres de Mayo, Luciano Colón Hurtado tenía un cucharón de madera gavetilla. Lo mismo en Limo del Isiboro. También los hacen de madera mara. Estos cucharones pueden tener al final del mango una forma curveada, o bien, rectangular. Esta última se llama en Yuracaré "chorontoto", y sirve para todo. Una variante de los cucharones es el batidor ("tiechetaatebe"), que llega a medir un metro de largo, y que se usa por ejemplo para batir chibé (harina de yuca), que en Yuracaré lo llaman "karina" (obviamente proveniente de la palabra Española "harina"). En San Antonio de Moleto los batidores son de almendrillo. En Santa Lucía y en el Consejo Indígena El Progreso hacen estos batidores de madera gavetilla y los usan para hacer chicha, los llaman “jometoto". También hacen platos ("leule") de madera. A la cuchara la llaman "ishita", y al cuchillo "cuchilo", lo que indica que, sin duda, proviene del Español. Lo mismo acontece con el tenedor, "trinchi". En cambio, el uso de cucharas antecede a la llegada de los Españoles. Obviamente, los cuchillos que ahora usan son metálicos. Nordenskiöld en su libro The Copper and Bronze Ages in South America menciona que ocasionalmente los Indígenas alteraban los instrumentos que obtenían de los "Blancos" acomodándose a sus propios gustos. Así por ejemplo, los Yuracarés rompían y afilaban el borde transversal de los cuchillos comunes que obtenían de los "Blancos". Luego les ponían mangos de una manera curiosa. Cuando entraban a la selva llevaban estos cuchillos sobre sus espaldas colgadas de una cuerda (Nordenskiöld 1979 (b): 152). Un elemento cultural bastante singular es un batidor (que desempeña la función de una licuadora) utilizado para batir el plátano maduro (“payuje"). Consiste de un palo largo (un metro aproximadamente) atravesado en uno de sus extremos, de manera perpendicular, por un corto palito que se extiende unos 8 centímetros a ambos lados, y de igual manera, por otro palito, unos diez centímetros más hacia el centro del palo largo. Su uso consiste en hacer girar, en una dirección y en otra, el palo largo entre las palmas de las manos, haciendo girar, en consecuencia, los dos palitos en el extremo, y de esta manera, batiendo el plátano maduro en el recipiente. Don Alejandro Borda en Tres de Mayo tenía (febrero del 2003) estos peculiares instrumentos de cocina, quien los llamaba batidor de “payuje" -plátano. En Yuracaré lo denominaba como "bubushítebe". En Loma Alta también recolectan para comer el "ulaño" (fruto de una enredadera) y el fruto rojo de un bejuco, conocido como la "sapata". 80 Hoy en día los elementos culturales de factura Occidental más usados para la cocina y el consumo de alimentos son aquellos hechos de fierro, aluminio y plástico. Veamos algunos ejemplos. En 1996, en Bubusama, alrededor y dentro de las viviendas había garrafa de gas, mamaderas, baldes y recipientes de plástico (botellones amarillos de aceite cortados en la parte superior), alambres para secar el charque, una escalera de tipo Occidental, y ollas metálicas. En la gran mayoría de comunidades Yuracarés no existen tiendas de comestibles. La única excepción que conocemos es San Pablo sobre el río Isiboro (julio del 2000). Por otra parte, los Yuracarés de Limo tienen acceso a las tiendas de Pueblo Isiboro (del Sindicato -.Patiño), ubicado de manera contigua a su comunidad. Entre algunos alimentos y bebidas no muy usuales podemos mencionar las que observamos en El Encanto como la “papa de monte" y el uso de la hoja de palta “para tomar como té". Dentro de la vivienda de doña Victoria Núñez (julio del 2000) tuvimos la oportunidad de observar, guardado en botellas, "vinagre de chocolate, para ensaladas, para fritar pescado". La chicha la hacen generalmente de yuca, de tembe (en su época), de maíz, y en Nueva Vida, de plátano maduro. En Limo, hacen chicha de tembe mezclado con plátano maduro, para endulzarla. Para la preparación de la chicha utilizan la "chista", un colador hecho de un bejuco llamado "sipo". Para tomar siguen haciendo uso de las tutumas. La tutuma grande se llama "coloto". En Loma Alta, en ocasiones especiales (un cumpleaños por ejemplo) hacen "shapunatu", un cóctel en base a canela y pomelo fermentado. En la obra mencionada anteriormente, los autores Yuracarés Carlos Prado, Justino Orosco, y Benancio Orosco tienen un subtitulo titulado ¿Para qué nos sirven los alimentos? Por la importancia de su contenido lo reproducimos en su integridad: "El pescado tiene vitaminas. La carne de monte es rica y tiene alimento. La mujer que ha dado a luz debe comer: • Sopa de pescado con palmito. • Carne de pava, estos dos preparados le ayudan a recuperar de su parto y le alimentan. • La chicha de yuca se debe tomar harto para que tenga leche". "Los niños deben tomar mucho chuño de plátano porque es como la leche, los hace crecer y los engorda. Las primeras comidas del niño deben ser: • Sopa de yuca. • Sopa de pescado. Esto le ayuda en su crecimiento y le da fuerzas". "De la yuca se saca el jugo y el almidón. Estos son alimentos para los chicos, los hacen crecer. El maíz es buen alimento". "La miel sirve para la tos y la gripe. La carne del jachi, y de yutiche son carnes blandas con más gusto y de fácil digestión. Es sana. La carne de tropero y anta son carnes pesadas". "Cuando uno se enferma hay que darle pescado para que recupere fuerzas. Naranja y papaya para que coma vitaminas". "Así pensamos los YURACARES de los alimentos. Madula yarru" (Prado et al. 1995: 30-

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