ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Etnia Negra

juanka2621 de Agosto de 2012

2.669 Palabras (11 Páginas)3.378 Visitas

Página 1 de 11

III. INTRODUCCIÓN DE LOS NEGROS ESCLAVOS AL ISTMO DE PANAMÁ

Los primeros esclavos negros llegaron al Istmo de Panamá en la expedición del Gobernador Diego de Nicuesa quienes trabajaron en levantar Nombre de Dios, fundada en 1510.

Un esclavo negro llamado Ñuflo de Olano, acompañó a Vasco Núñez de Balboa en la expedición que descubre el océano pacífico en 1513. Así mismo, cuando Pedro Arias Dávila fundó la ciudad de Panamá el 15 de agosto de 1519, utilizó a esclavos negros para levantar los primeros edificios de la misma.

Los esclavos africanos fueron introducidos de manera temprana a Panamá y con ellos su cultura.

Panamá, por su posición geográfica privilegiada se convierte en un centro de distribución de esclavos en América, la ruta acostumbrada era la llegada de los esclavos al puerto de la ciudad de Portobelo en el Caribe panameño, donde eran llevados por tierra por el camino real que atravesaba el Istmo hasta llegar a la ciudad de Panamá, donde eran embarcados nuevamente para trabajar en las ciudades y la colonización de la vertiente del pacifico de Sudamérica.

Afropanameño, es el término que se refiere a los descendientes de los esclavos africanos que llegaron a Panamá durante la conquista y la Colonización española y posteriormente para la construcción del canal de Panamá.

Los Afropanameños de raza negra representan el 5 % de la población Panameña. Sin embargo, en su gran mayoría se encuentra mestizada destacando los mulatos con un 24% y los Zambos con un 12%, por ende podría decirse que el 41% de la población panameña es Afrodescendiente.

Los Afropanameños geográficamente hablando se encuentra concentrados principalmente en la Provincia de Panamá, en la Provincia de Colón, en la Provincia de Darién y en la Provincia de Bocas del Toro.

IV. APORTE DE LA CULTURA AFRONTILLANA EN PANAMÁ.

A. El aporte en la música folclórica panameña

En Latinoamérica, la música folclórica panameña se destaca por sus danzas, movimientos de manos, pies y cadera, y, sobre todo, los ritmos alegres de sus tambores: ritmos sonoramente marcados por la herencia africana.

En otro importante ensayo, en cuanto al aporte de la etnia negra en la música folclórica panameña, el profesor Armando Fortune señaló:

Aseguran algunos historiadores, etnólogos, folkloristas y musicógrafos panameños, que quisieran esconder, disimular, negar o borrar cualquier vinculación negroide, en el pasado, de nuestra nación con África debido a ciertos sentimientos de incomprensible sonrojo y empeñados en hacer de Panamá un país a la indoeuropea y desafricanizarla a su trance, que la mayor contribución a la mística panameña es de origen indígena y erurooccidental y no africana... (Fortune 1973: 47).

Sin embargo, según los estudios y las investigaciones del Dr. Manuel Zárate y la profesora Dora Pérez de Zárate, en la obra Textos del tamborito panameño, tras de analizar el tamborito congo, se afirma:

...un tamborito tal vez más oscuro que el común, pero tamborito al fin, y quizás si hilamos un poco delgado, podríamos hasta aventurar la afirmación de la posibilidad de que en sus tambores viva el origen de nuestro baile nacional (Pérez de Zárate 124).

Es interesante notar que, según Julian Cáceres Freyre, director del Instituto Nacional de Antropología Argentina, al hacer un análisis de la alegría de las danzas típicas panameñas, comentó en el prólogo de la obra de la profesora Dora Pérez de Zárate: "...sin lugar a dudas se nota claramente la influencia del aporte africano, que es el que dá la nota distintiva y que hace del folklore de este país (Panamá), uno de los más interesantes dentro de los de Hispanoamérica" (Cáceres Freyre en Pérez de Zárate 13).

En efecto, no cabe la menor duda que, como ejemplo contundente de la herencia africana, en la más auténtica música panameña, sobresale el aporte de la etnia negra. A pesar de la esclavitud dolorosa e injusta, los ritmos africanos alegran el tamborito, la cumbia, el bunde, el bullerengue, el bambasú, el saracundé, el quitipié, la danza del Toro Guapo, la cachimba portobeleña y las danzas de los negros congos de Portobelo, Nombre de Dios, Palenque, María Chiquita...

B. El aporte en el habla del panameño

El etnólogo cubano Fernando Ortiz presentó el interesante concepto de la "transculturación" en el libro Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar (1940). La transculturación, según Ortiz, "es un paulatino proceso histórico-cultural que abarca las siguientes fases: la hostil, la transingente, la adaptiva, la reivindicadora y la integrativa". (Ortiz en Garganigo 453).

En cuanto a transculturación, tras casi ocho siglos de dominación musulmana en la Península Ibérica, la cual empezó en el año 711 con la invasión del general africano Tarik, un ex esclavo, comandante de las tropas mahometanas (esta dominación islámica no terminó finalmente hasta el año histórico de 1492 con la toma de La Alhambra de Granada, el más famoso palacio de los nazaritas en España, en vísperas de la llegada de la Santa María, la Pinta y la Niña al Mar Caribe), afortunadamente, los Reyes Católicos no ordenaron, con celo reconquistador, la destrucción del famoso palacio en Granada de los "enemigos infieles" quienes rezan en mezquitas; y, más importante aún, el Santo Oficio de la Inquisición, con fanatismo purificador, no condenó a la hoguera al monje Elio Antonio de Nebrija, por escribir la primera gramática de una lengua "contaminada": la lengua castellana. Según los peritos en la materia, la lengua natal de la reina Isabel la Católica, tiene 10% de su vocabulario en árabe, la lengua de los conquistadores herejes: arroz, azúcar, algodón, alcalde, alacrán, alcahuete, almohada, alcoba, etc., etc., y la muy popular palabra ---¡ojalá!---, la cual tiene su origen en la expresión árabe wasa Allah, "y quiera Dios".

Un excelente ejemplo del concepto de transculturación es la lengua castellana: la lengua en que Miguel de Cervantes Saavedra, en el siglo XVII, escribió la más sobresaliente novela de la cultura universal: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

En efecto, otro buen ejemplo del concepto de transculturación es el español que hablan los panameños. En el habla de los panameños se encuentran huellas de palabras que tienen su origen en lenguas africanas: bemba, bullerengue, bunde, burundanga, cabanga, cachimba, chéchere, congo, cumbia, dengue, guineo, guandú, motete, ñame, quilombo...

Llaman poderosamente la atención los estudios de destacados lingüistas panameños y extranjeros en el habla de los negros congos de Panamá, uno de los "criptolectos afrohispánicos" más documentados por su esencia de inversiones semánticas, juegos de palabras, deformaciones jocosas e improvisación ritualizada. El habla de los negros congos panameños, que ha sobrevivido desde la época de la esclavitud africana, y que por mucho tiempo se consideró sencillamente como un "mal castellano", por ejemplo, etá con dos ojo abietta (< está con los ojos abiertos) 'murió' (Lipski 156), según el eminente lingüista norteamericano John Lipski:

...los congos en efecto hablan 'mejor' que las personas que sólo hablan castellano contemporáneo, ya que los congos hablan un lenguaje con una proeza increíble, fruto de un aprendizaje deliberado y meticuloso. Los negros congos han convertido la marginalidad sociolingüística en trofeo de su resistencia secular a la subyugación y la asimilación por la cultura dominante. (Lipski 154).

Además, cabe destacar que, por el efecto de la transculturación en Panamá, en las aulas universitarias, a los estudiosos interesados en cubanismos, mexicanismos, argentinismos y otros americanismos les llamará la atención de modo especial los panameñismos, porque, en diferentes periodos, se han presentado huellas del aporte de la etnia negra en el español de Panamá de los afrodescendientes de la época colonial y, también, huellas de los afrodescendientes de los inmigrantes antillanos, obreros del Ferrocarril y el Canal. Las huellas de dichos aportes en el español panameño se pueden observar en el siguiente párrafo:

Vecina, yo no soy vidajena, y no me gusta esa vaina de revulú, pero te voy a contar un bochinche bajo una condición: no quiero burundanga ni mucho menos wapí, pero si me das de comer un poco de chicheme, concolón, carimañola, sancocho y mondongo, y también si escucho música chévere de congo, cumbia, saracundé y calipsó. Ese man flacuchento y ñato vestido de guayabana azul y sombrero montuno que viene allí, la abuela es una martiniqueña frenchí que habla patuá y a él le dicen Flacobala. Pues, él era mi cacique, pero ahora es mi pasiero. Su motete ya no tiene ñame, guineo ni guandú. Lo que tiene es un pocotón de chécheres. Según la comadre fula radiobemba, el cambio en ese laopé no se debe a un macuá

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com