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Educacion Parvularia: Conciencia Y Accion Para Seres Humanos Integrales


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2012  •  2.295 Palabras (10 Páginas)  •  472 Visitas

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“EDUCACIÓN PARVULARIA: CONCIENCIA Y ACCIÓN PARA SERES HUMANOS INTEGRALES”

Santiago, Abril 2012

INTRODUCCION

Esta breve exposición nos relata acerca de una realidad un tanto paradigmática, que dice relación con el significado que se le otorga a la labor educativa preescolar, tanto a nivel estatal como ciudadano. Y es que primitivamente cualquier persona sin los conocimientos previos, concluiría que la educación parvularia no goza de la relevancia que si tiene la educación básica, media o inclusive superior, pero yerran. Incluso llegan a pensar que enviar a sus hijos al “jardín” es la solución mas viable ya sea porque “no hay nadie quien lo cuide en la casa” o porque “puede jugar hasta cansarse y así no molesta en la casa”.

Mas allá de que si efectivamente el estado es un agente interviniente con facultad vinculante o no, creemos que la decisión final acerca del futuro de los niños y niñas corresponde a los padres, futuros padres y a la ciudadanía.

Es por ello que en este breve ensayo abordaremos algunos aspectos básicos que nos ayuden a reflexionar acerca de nuestra realidad como sistema preescolar, y como poder cambiarla desde la base, para así poder generar cabios profundos en la educación, tanto en las destrezas, habilidades y aptitudes de los niños y niñas, generando la tan pomposamente proclamada “igualdad de condiciones”, que sin lugar a dudas, se debiese construir desde los inicios de su desarrollo.

Educación Parvularia: Conciencia y Acción para Seres Humanos Integrales.

Hoy en día el tema de la educación ha sido una de las materias más relevantes que ha nutrido el debate de forma transversal y de una manera nunca antes vista, por medio de diversos agentes, tanto políticos como ciudadanos. Pero a pesar de ello, hay aristas que no han sido completamente tomadas en cuenta, y se han abordado de forma un tanto ineficiente en comparación a los grandes beneficios que ello acarrea. Estamos hablando acerca de la educación parvularia.

Si bien por mandato constitucional, según el articulo 19 N°10 de la Constitución Política de la Republica, esta asegura a todas las personas el Derecho a la Educación, y en su inciso cuarto obliga al Estado a “promover” la educación parvularia y garantizar el acceso gratuito y su financiamiento (al segundo nivel de transición), este no resulta obligatorio ni es requisito para el ingreso a la educación básica. Así mismo, el mismo numeral indica en su inciso segundo que los padres gozarán del derecho preferente y el deber de educar a sus hijos, y en su complemento el articulo 236 del Código Civil enuncia que los padres tendrán el derecho y el deber de educar a sus hijos, orientándolos hacia su pleno desarrollo en las distintas etapas de su vida.

Ahora bien, fruto de lo anterior es que existe una gran cantidad de menores que no reciben esta educación. Según la encuesta CASEN 2009, el 37,4% de menores de 5 años asisten a la educación preescolar, y esta cifra se reduce significativamente en los estratos socioeconómicos mas bajos, donde el 32,3% del quintil mas pobre asiste a un jardín infantil, prekinder o kínder, y aumenta a un 52,6% en caso del quintil mas rico (Colegio de educadores de parvulos de Chile, 2010). Estas cifras son fruto de las decisiones de los padres, ya que como citamos anteriormente, estos tienen el derecho preferente de educar a sus hijos, siendo el Estado un agente pasivo sin mayor injerencia, más que promover dicha educación.

Pero ¿Por qué es tan importante la educación parvularia? ¿No basta con la educación que entregan los padres en los primeros años de vida del menor? A simple vista, y desde la posición que ha tomado el Estado, este no cobra una importancia significativa, pero estudios actuales nos demuestran todo lo contrario.

La educación parvularia cobra una vital importancia en los menores de entre 85 días a 6 años de edad ya que se encuentran en una plena etapa de desarrollo, donde tienen áreas mas sensibles, tanto psicomotrices, lingüísticas, etc., donde la educación parvularia puede ofrecer aprendizajes oportunos y pertinentes para dichas áreas, que los padres no pueden ofrecer, ya que no siempre son consientes de los estímulos que les pueden ofrecer.

Así, según investigaciones que estudiaron durante treinta años acerca de la efectividad e la estimulación cognitiva y temprana en los menores, demuestran que “la educación prescolar (…) tienen un impacto significativo en la madurez escolar de los niños, en particular de aquellos de sectores desaventajados socioculturalmente” (Barbara Eyzaguirre, 2001). Este estudio nos demuestra que muchos programas efectivamente logran un efecto positivo en un corto plazo, y también genera consecuencias para la persona y para la sociedad en el largo plazo. Esto se puede visualizar en el aumento del rendimiento de los alumnos en educación básica y secundaria. También este estudio hace referencia a los mejores ingresos que reciben las personas adultas. Así también, siguiendo con los beneficios, trae aparejados una menor dependencia de individuo- Estado, al requerir este menos de los subsidios sociales, al tener mayores capacidades. En síntesis, este estudio nos señala que “los retornos dependen del foco de la intervención, de su intensidad y de la calidad de los educadores” (Barbara Eyzaguirre, 2001). Además, la intervención de los padres en el desarrollo educacional de sus hijos no siempre es completa y suficiente y no porque estos no tengan la suficiente motivación y capacidad, sino que como señalamos anteriormente, no siempre ellos pueden ofrecer oportunamente y de forma eficiente dichos conocimientos y habilidades. Así por ejemplo, existe una etapa de niño que siente curiosidad por el mundo que lo rodea, y los padres no siempre tiene las respuestas para estas interrogantes, pero “no es que falte carácter científico a las respuestas, sino que la forma en que se dan no es adecuada. Muchos padres comienzan dando algunas respuestas, pero enseguida se cansan y no prestan más atención a los niños; otros matan este naciente deseo de saber, diciéndoles secamente: ¡no seas tan preguntón, ya lo sabrás después!”. (Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar)

Ahora bien, en virtud de los grandes beneficios que acarrea la implementación de la educación parvularia, y que un gran porcentaje de la sociedad puede acceder a ella, pero al no ser obligatoria, una gran cifra queda en el vacío y no aprovechan estas oportunidades de formación cognitiva, no por externalidades negativas, sino que por mero desconocimiento de los actores (en este caso los padres) de dichos beneficios,

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