Educacion Sexual

Condones: placer

Seguro

Atalia Vilas

vilasatalia@yahoo.com.ve

Usualmente, cuando se habla de condones o preservativos las personas piensan en un saco que se colocan los hombres en el pene; lo cual es cierto solo en parte porque desde aproximadamente 1993 se le ha unido el condón femenino, que tiene más o menos las mismas características que el masculino pero, en vez de ser de látex es de poliuretano, se introduce en la vagina y puede colocarse ocho horas antes de una relación sexual.

Las ventajas de los preservativos tienen que ver con la prevención de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y de embarazos no deseados; no obstante, el condón femenino presenta algunas ventajas sobre el masculino en cuanto a la prevención del Virus de Papiloma Humano (VPH), debido a que cubre los labios vaginales, el clítoris y evita que los testículos estén expuestos al contacto directo con estas áreas.

Lo anterior y la información sobre cómo usar los preservativos adecuadamente es lo que se suele enseñar. Ello sería suficiente para que las personas decidieran utilizar alguno de estos métodos si no estuviesen influenciados por creencias o ideas que se transmiten de una generación a otra, y que están vinculadas con la cultura, la religión o las formas como nos han enseñado a vivir y a relacionarnos con nuestra sexualidad.

No basta saber o estar informado; esto es condición necesaria pero no suficiente para la utilización adecuada y consistente de los métodos anticonceptivos. Resulta necesario desmontar algunos mitos, creencias y significados que están íntimamente arraigados en nosotros y que movilizan nuestras acciones. Son ideas que se viven como ciertas y se ven cual si fueran naturales, aun cuando han sido impuestas a través de mensajes de la iglesia, la publicidad u otros mecanismos sobre los cuales vale la pena reflexionar en otra ocasión.

Por estas y muchas creencias erróneas, los hombres y mujeres no piensan en la utilización de preservativos a la hora de tener relaciones sexuales. Es importante informarse adecuadamente, reflexionar y buscar las razones que sustentan lo que creemos, así como tener siempre en mente que protegerse puede ser muy placentero

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