Educacion Y Estructura Socioeconómica Y Política

EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA SOCIOECONÓMICA Y POLÍTICA.

1.- Educación y contexto socioeconómico y político.

A lo largo de la historia más reciente de México, puede apreciarse en el discurso ideológico-político un gran interés por parte de los gobiernos posrevolucionarios por encuadrar los objetivos y políticas educativas en el marco del desarrollo socioeconómico del país como estrategia para atender los problemas nacionales.

Sin embargo, las políticas educativas y las acciones derivadas de ellas, no definieron específicamente las necesidades sociales que deben considerarse como prioritarias y, por lo tanto, no se han orientado en la práctica a la satisfacción de las mismas.

El trascurso de la historia, la estructura socioeconómica de nuestra sociedad ha cambiado mucho por los diferentes hechos históricos que han sucedido, y que de alguna forma influyeron en la economía y por consiguiente en la sociedad.

Los modos de producción que a través de la historia se han presentado y como tuvieron que ver en la estructura de la sociedad ya que la mayoría de ellos siempre favorecía a unos y a otros los empobrecía más, desde el capitalismo comercial y el surgimiento de la burguesía, hasta la globalización económica y el capitalismo.

Con Ávila Camacho y en los gobiernos posteriores, la educación asume el modelo liberal que en un primer momento muestra su eficacia para facilitar la movilidad social de ciertos sectores de la población, pero a partir de la década de los 60 ese proyecto educativo demuestra claramente sus limitaciones para contribuir al mejoramiento socioeconómico del país.

Tanto desde el punto de vista individual como social el modelo de desarrollo político, económico y social (incluido aquí el educativo) surge su primer gran quebranto a mediados de la década de los 60. Es en ese periodo cuando los diversos sectores sociales comienzan a demostrar su descontento por los limitados espacios para el desarrollo de fuerzas sociales y sindicales independientes y la escasez de oportunidades de empleo. El desenlace más violento se da a finales de esa misma década, cuando los estudiantes son reprimidos al manifestar su inconformidad y sus exigencias para incrementar las oportunidades de empleo, la ampliación de la cobertura de la educación, la democratización de la sociedad, entre otras demandas.

La escasez de recursos destinados a la educación no ha estado ausente de nuestra historia. Sin embargo, la década de los 80 tiene como característica fundamental la crisis económica por la que atraviesa no solo el país, sino el sistema capitalista mundial, lo cual evidentemente tienen serias repercusiones en materia educativa y en otros ámbitos de la sociedad.

Los informes elaborados por la UNESCO señalan que la crisis económica afecta más gravemente a los países latinoamericanos en comparación con otras naciones del mundo subdesarrollado. Uno de los efectos es precisamente que América latina, junto con África, es la región en el mundo donde se concentran los índices de repetición y de fracaso escolar en la Escuela básica, mismos que se han incrementado significativamente en los últimos años.

La demostración de los efectos que tiene la miseria sobre el proceso de aprendizaje, y en el marco del extremo empobrecimiento de la población en el mundo, organismos internacionales como la CEPAL y el Banco Mundial insisten en hacer hincapié en la necesidad de asignarle a la educación y a la formación de recursos humanos una importancia de primer orden con el fin de que los países en “vías de desarrollo” se incorporen en condiciones de “mayor equidad” a los procesos de globalización y modernización.

Como se ha señalado en diversos foros, lo que se manifiesta en el momento actual es el fracaso de los modelos de desarrollo económico implantados en Mexico y en el resto de América Latina. Ha quedado demostrado que las relaciones establecidas entre educación y desarrollo eran falaces, pues el capitalismo dependiente, al privilegiar la acumulación capitalista desmedida y beneficiar solo a los grupos hegemónicos, impidió el desarrollo socioeconómico de nuestros países y el mejoramiento real de las condiciones de vida de las clases trabajadoras y, por tanto, el acceso de éstas al sistema educativo se vio seriamente obstaculizado.

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