Educación En Colombia

UNIVERISDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “GERVASIO RUBIO”

SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA

Asignatura: Calidad y Evaluación de proyectos innovadores

AUTOR: Esp. Héctor Omar Ortega Mejía

ENSAYO

LA EDUCACIÓN COLOMBIANA

A través de los tiempos son muchas las concepciones que se tienen sobre educación, Pitágoras que afirmaba que Educar “No es dar carrera para vivir, es templar el alma para las dificultades de la vida”, para Aristóteles: “La educación es de carácter algo material y entiende que solo mediante la relación del individuo con otras personas se puede hacer un hombre: si esta relación es cualificada puede llegar a ser un buen hombre”. Parsons (1974), plantea que la educación es “un sistema que ha sido formado para moldear las actitudes de los individuos, donde se plantean modelos que se van modificando según convengan a cada sociedad, ya que la educación representa desde su forma extrema un instrumento de control”.

Así como existen diferentes puntos de vista en el concepto de educación, de igual manera, los procesos de enseñanza-aprendizaje, son diferentes tanto para la educación pública como para la educación privada. Los resultados de estos procesos marcan la diferencia en estándares de calidad, el cuál Rodrigo Parra (1992) describe la educación pública como: “La baja calidad de la educación democratizada”. Por tal razón, la educación en Colombia se fue transformando desde la concepción de la educación como “ascensión social” hasta el “desarrollo del individuo como sujeto social”. En la actualidad, el sistema colombiano tiene sus principios condensados en la Constitución Política de Colombia y en la Ley 115/94, Ley General de Educación, las cuales promulgan “el derecho que tiene todo sujeto a recibir educación”.

De tal forma, podemos ver que en muchas de las escuelas el niño ya no es un “alumno”, sino un aprendiz de instrucciones que actúa por medio de dispositivos de memoria, hecho que se repite claramente en las instituciones educativas donde aprender a leer y escribir es una osadía ya que los métodos tradicionales despojan estas prácticas de todo el sentido. Definitivamente no es sana la estadía de un niño en la escuela en donde se le adiestra como a un autómata para que sea “útil” y dizque “competente” realizando trabajos de manufactura sin un pensamiento crítico ni reflexivo que aporte a su crecimiento intelectual.

Si observamos las carencias morales que existen en Colombia, encontramos su nacimiento en las represiones y en el autoritarismo de la educación tradicional que crean individuos dóciles sin espíritu creador y que encajan en una sociedad que tiene como únicos objetivos el dinero, el poder y la burocracia. Finalmente, si el objetivo de la vida es la felicidad, y el objetivo de la escuela es preparar para la vida, entonces el sistema tradicional educativo no ha tenido éxito en ningún sentido. Los contenidos en los planes de estudio no solucionan los dramas sociales venideros porque no hay educación en el pensamiento. La mayor parte del tiempo se les roba a los alumnos el derecho a jugar, a expresar sus emociones, a experimentar e interactuar con su entorno en un ambiente significativo, y se desconoce por completo la cantidad de potencial que se pierde en las aulas porque se da mayor importancia a la academia y que los alumnos obtengan un buen resultado en las pruebas externas para continuar los estudios superiores en las universidades.

En tal sentido, la educación en Colombia atraviesa por una crisis notoria: La deficiencia en la cobertura de calidad, la falta de inversión adicional, la ausencia de planes efectivos de apoyo a los planes de mejoramiento en los colegios públicos, la ineficacia en la aplicación de los estándares básicos de competencias, el fracaso en la aplicación de pruebas a estudiantes y, consecuentemente, los resultados desastrosos en las mismas, el papel indiferente

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