Ejemplo de un Ensayo veterinaria
Andrea GómezEnsayo29 de Abril de 2018
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¿Qué es la guerra?, Voz patrimonial del germánico werra ‘discordia, pelea’, el diccionario de la Real Academia de la Lengua española la define como la lucha armada o conflicto bélico entre dos o más naciones, pugna, oposición, rivalidad, lucha o disputa continuada entre personas, que puede dar lugar a actos violentos, son algunas de las acepciones más comunes para este vocablo, las imágenes de campos cubiertos por sangre y cuerpos sin vida son también las más recurrentes cuando se piensa en ella. Soldados, ejércitos innumerables y armas se convierten en referencias obligadas al abordar el tema. Sin embargo, ¿realmente se puede restringir a estas aseveraciones dicho concepto?, en verdad la guerra sólo se limita a un conflicto de características violentas armadas que se desarrolla en un territorio y tiempo determinado, con pérdidas de vidas como resultado principal.
¿Qué sucede cuando el campo de batalla traspasa las barreras del mundo físico y entra al abstracto?, cuando se multiplica hasta existir tantos como personas hay, cuando este campo cambia su locación para ubicarse justamente en el plano de las ideas y el pensamiento de los individuos. Individuos que ignoran por completo la batalla que se está librando día con día de manera silenciosa en sus cerebros mientras son atacados desde diferentes frentes y diversas formas, cuando el sonido de una bala es remplazado por el sonido generado por una lata de refresco al abrirse y evocar de inmediato casi de manera automática un producto con su respectiva marca, ¿qué es lo que hizo que esa persona pensara en ese refresco en esa marca en particular?, ¿ por qué ese producto y no otro de características semejantes?.
Este es el argumento central que trazan los autores Al Ries y Jack Trout en su obra “La guerra de la mercadotecnia”, llevando al lector de la mano a través de los conflictos bélicos y mercadotécnicos más sobresalientes de la historia, mostrándole el nuevo enfoque adoptado por la misma, el cual ya no solo se preocupa por las necesidades y deseos del consumidor, sino por la competencia, encontrar sus puntos débiles y atacarlos de acuerdo al mejor plan estratégico posible. Bajo este tenor, los nuevos líderes “generales” mercadologos, deberán reunir ciertas características y habilidades que les permitan obtener posiciones de mayor ventaja frente a sus adversarios.
Al ser una guerra, que al contrario de las otras, se libra a diario y a cada momento resulta forzosamente necesaria la aplicación de distintas tácticas y estrategias, esto no solo se limita para aquellas empresas que tienen el privilegio de posicionarse en el cerebro de los consumidores por encima de las otras, mismas que deben mantener la posición a toda costa, siempre preparándose a defenderla, lo que implica seguir influyendo y mejorando la opinión que el consumidor tiene de sus productos, implementando así una situación defensiva, donde se trata de proteger y prever las posibles acciones que tomaran las empresas rivales, pues estas buscan puntos débiles, mercados inexplorados y segmentos desatendidos para atacar y el líder está obligado a atender estas partes. Pero si se detiene a reflexionar por un momento, “la mejor defensa es una buena ofensiva” y esto solo se puede conseguir teniendo y ofreciendo el mejor producto, el mejor servicio y el mejor precio; siendo estas las únicas y verdaderas armas del mercado real.
Sin embargo, “La guerra de la mercadotecnia” no solo hace mención de las estrategias y tácticas que deben seguir las empresas líderes; también incluyen las acciones que deben tomar los segundos y terceros lugares, incluso para aquellas que deseen obtener alguna posición. Y es justo aquí donde se hace mención de las grandes estrategias y tácticas diseñadas, pues a diferencia de los líderes que ya tienen un lugar para defender, los competidores se juegan el todo por el todo para conseguirlo,
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