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Ejercicios Circulatorios


Enviado por   •  28 de Julio de 2012  •  1.122 Palabras (5 Páginas)  •  591 Visitas

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Ejercicios para Mejorar la Circulación

El movimiento de la sangre se produce constantemente en un círculo cerrado, y es impulsado por el latir del corazón. La sangre transporta a los tejidos de todo el cuerpo, el oxígeno y el alimento necesarios para garantizar la supervivencia y el crecimiento celular. Por medio del aparato o sistema circulatorio se produce un enlace directo o indirecto, las células y los órganos homeostáticos principales. Cada célula del cuerpo tiene una comunicación muy rápida con los pulmones para satisfacer sus necesidades de oxígeno o para eliminar el bióxido de carbono.

La falta de ejercicios en nuestras actividades cotidianas, los hábitos alimenticios y un estilo de vida poco saludable, son las principales causas de los problemas del aparato circulatorio. Con frecuencia nos quejamos de las piernas cansadas y de los brazos pesados, acompañados de una sensación de hormigueo general. Nuestro cuerpo por su constitución orgánica, necesita de movilidad para mantener las funciones vitales en óptimas condiciones, cuando por las exigencias laborales de la sociedad actual, permanecemos inactivos y sin movilidad física durante las largas horas, nuestra circulación sanguínea se ve afectada a causa de la dificultad que se genera para un buen retorno venoso, algo que con el tiempo produce un deterioro evidente de la salud.

Si realizamos una actividad física con regularidad, con la cual movilizamos todas las articulaciones y músculos del cuerpo estaremos actuando de acorde con las necesidades que el organismo requiere y mejorando nuestra salud.

Ejercicios:

1. Túmbate boca abajo y estira las piernas apoyando el dorso de los pies en el suelo. Coloca las manos por delante de los hombros y el mentón próximo al suelo. Inspira empujándote con los brazos pero sin llegar a estirar por completo los codos y llevando el cuerpo hacia atrás, lentamente. Relaja los hombros y el cuello, mirando hacia arriba de modo que la espalda se arquee hasta donde puedas, evitando el dolor en todo momento. Mantén la posición de la espalda arqueada durante unos cinco segundos o el tiempo que te sea posible, siempre y cuando contengas el aire. Seguidamente baja la espalda espirando hasta que el mentón toque el suelo. Realiza el ejercicio descrito de cinco a diez veces.

Beneficios: Fortalece la espalda, libera le tensión de la boca del estómago estimulando las funciones intestinales, flexibiliza la columna vertebral y aumenta la capacidad respiratoria.

2. Permanece boca abajo, coloca los brazos doblados por delante de los hombros, apoya el mentón en el dorso de las manos y separa ligeramente las piernas. Inspira, elevando una de las piernas lo más posible y completamente extendida. Manténla alzada unos segundos, exhala volviendo a la posición inicial, para seguidamente levantar la otra pierna. Realiza el ejercicio diez veces con ritmo y continuidad.

Beneficios: Mejora el riego sanguíneo hacia la zona intestinal, disminuye los dolores del síndrome menstrual, estimula los órganos internos, previene la ciática, favorece la digestión.

3. Túmbate boca arriba con los brazos extendidos a los lados del cuerpo. Flexiona las rodillas hacia el pecho y seguidamente estira una pierna hacia delante y hacia arriba sin mover la otra. Realiza veinte veces el movimiento alternando las piernas con ritmo y armonía. Respira con normalidad y sin contener el aire.

Beneficios: Descongestiona la cadera y las piernas, reduce la fatiga de las piernas, aumenta el lubricante natural de

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