El Cepillo dental

La vida de Rufino

Había una vez un ingenioso inventor, que pensaba en algunas mejoras para la higiene bucal, de tanto pensar se dio cuenta que existía una pasta dental, de manera que faltaba algo más que hiciera un buen trabajo de limpieza junto con la pasta dental. Fue ahí donde su ingenio dio la vida al cepillo dental, con un mango de plástico resistente a la fuerza ejercida y unas cerdas de plástico para dar una buena limpieza  a los dientes.

Al darle vida a este ingenioso invento, decidió llamarlo “Cepillo dental”, se dio cuenta que esto era útil para el ser humano, que decidió hacer muchos “cepillitos dentales”, el primero que hizo tenía muchas fallas puesto que el mango no era tan resistente como él creía que era y necesitaba hacerlo más fuerte.

Su segundo intento de “cepillo dental” hizo que su mango de plástico fuera mucho más resistente que el primero, no obstante se dio cuenta de que de nuevo tenía muchas fallas, pero esta vez fue en las cerdas, tenía muy pocas cerdas para los 32 dientes que tenía que cepillar y darles un buen mantenimiento.

El inventor estaba a punto de darse por vencido, pero había algo que le decía que el tercer intento iba a ser el correcto. Y  así fue, hizo exactamente igual el mango de un plástico duro y resistente como en el segundo intento y esta vez puso más cerdas, así mismo cuando probó su invento en seguida se dio cuenta de que este era el “cepillo dental” ideal para el ser humano.

En su necesidad de mantener a su familia que era algo numerosa, vendió el fabuloso invento a familias con poder adquisitivo y grandes personajes de la nobleza; también a la misma empresa que había creado la pasta dental;  aunque ellos sabía que algo les hacia falta para complementar el correcto uso de la pasta dental, nunca se les ocurrió buscar una solución. En seguida se presentó el invento y estos se multiplicaron en ventas.

El único “cepillo dental”  que no pusieron a la venta fue primer creado con éxito pues este era muy especial, pues había cobrado vida, a él lo mantenían en una vitrina como una exhibición, donde le daban mantenimiento todos los días.

Cansado el pobre “cepillo dental” de no ser utilizado para lo que había sido creado una mañana le suplico a Alexis que era el que limpiaba la vitrina que lo sacara de allí y que por favor lo utilizara como un cepillo común, le explico que se sentía cansado de que nadie lo tomara en cuenta, también que todos lo ignoraran puesto que ya lo era una novedad que él tuviera vida.

El limpiador conmovido con las palabras del “Federico” le hizo caso y se lo llevo a su casa.

Nadie se dio cuenta de la desaparición de este, puesto que nadie le hacía caso después de haber muchas réplicas de él. Al día siguiente Alexis, se levantó muy temprano como  todos los días para ir a trabajar, se bañó y como todos los días se cepillo los dientes; el cepillo se sentía muy emocionado ya que iba a ser utilizado por primera vez y sentiría esa sensación de tener la pasta sobre sus cerdas y frotar los dientes de alguien, “cepillito dental” se sentía útil por primera vez en su vida y totalmente feliz. Así pasaron los días mientras el cepillo vivía feliz, siendo utilizado 3 veces al día y haciendo uso correcto de él.

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