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El Cuento


Enviado por   •  1 de Febrero de 2015  •  507 Palabras (3 Páginas)  •  157 Visitas

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Hace mucho tiempo, la luna era pequeñita. Todos los lunes bajaba a la tierra y se divertía mucho. Jugaba con los gatos, con las mariposas, con las ovejas y con los niños. Se bañaba en los ríos, iba a los parques, se montaba en los toboganes y en las hamacas.

Pero un lunes no vino más ¿Te cuento lo que le pasó?

La luna jugaba y bailaba con todos. Hasta que por fin los niños se fueron al colegio, las ovejas a almorzar, los grillos a cantar y las mariposas a mariposear.

La luna se quedó sola y se durmió.

Al despertarse, sintió algo muy raro en su cabeza. Una cosa áspera, caliente y húmeda la acariciaba.

- ¿Qué es esto? – gritó la luna asustada.

Y se encontró con los ojos vacunos de una vaca.

- ¡Me estás lamiendo con esa lengua que parece una lija! ¿No te da vergüenza, vaca vacuna? – dijo la luna.

La vaca se disculpó diciendo:

- Tunus rucu gustu u sul… ¿Qué habrá querido decir? Las vacas hablan solo con la “u”.

Y la pobre luna se puso a llorar.

- Ahora el sol me regañará porque me has quitado un pedazo de tanto lamerme, dijo.

Y a veces, cuando la luna se da vuelta podemos ver que falta el pedazo que le quitó la vaca con su lengua de lija.

Y a las tres, a las dos, a la una, se acabó el cuento de la luna.

EL CUENTO DE LA LUNA

¿Sabías que hay muchas lunas en el Universo? ¡Sí! ¡Parece increíble pero es cierto! En nuestro planeta, la Tierra podemos observar todas las noches una sola luna, pero en otros planetas hay muchas lunas diferentes que se turnan para alumbrarlos.

Bueno, hace muchos años, todas las lunas del Universo se reunieron para hacer una fiesta y conocerse mejor. Pero el sol se puso celoso de la luna y decidió entrar en la fiesta a escondidas. Así que se disfrazó de luna, se puso un gorro de dormir, se pintó unas estrellas alrededor y se puso en marcha. Pero a medida que se acercaba al planeta donde las lunas estaban, sentía cada vez más frío. Pero ¡claro! es que a las lunas le gusta el friito y su fiesta era en un país cubierto de hielo.

Así que mientras se acercaba el sol, el hielo del planeta se iba derritiendo. Las lunas sabían que el sol podía enfermarse ante tanto frío o el planeta podría desaparecer ante tanto calor. Así que se apresuraron a encontrarse con el sol y le dijeron:

- ¡Señor Sol! Es mejor que no siga,

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