Cuento

Era hace una vez, en algún lugar del cual el nombre no recuerdo pero tengo claro que era un lugar muy soleado, un calor infernal, ahí vivió el joven del cual hoy contare su historia, Víctor un joven alto, bien formado, de solo verlo la gente quedaba intimidada, era muy pobre pues era el tercer hijo de 11 hermanos y con su padre muerto el tuvo que echarse al hombro a sus hermanos y madre con tan solo 8 años, Víctor emprendió su viaje hacia la Rumorosa, iba a trabajar de albañil, camino y camino cuando de pronto le sale de un hoyo un serpiente, Víctor se había percatado del cascabeleo pero nunca logro ubicarla hasta que la tuvo de frente, la serpiente tiro una mordida de aviso pero Víctor logro moverse, saco su cuchillo y un paliacate de su mochila, la serpiente cascabeleaba cada vez con más fuerte como si se estuviera preparando para atacar, rápidamente tomo una vara y la ato a su cuchillo con el paliacate y lanzo con toda velocidad al mismo tiempo que la serpiente se preparaba para morder, pero no, el no trato de matarla, quedo atorada con el paliacate en la tierra, con mucho cuidado tomo el paliacate y la llevo fuera de la carretera, siguió su camino, en una parada de descanso un chofer robusto y barbón le ofreció llevarlo a cambio de que Víctor limpiara su camión, acepto el trato y así se ahorro un largo y cansado camino, llego aquel lugar donde le habían indicado que trabajaría, siendo este el menor de todos los trabajadores, intentaron una y otra vez abusar de él, Víctor siempre con su frente en alto nunca se dejo, termino dando órdenes, pues su trabajo siempre era el mejor. Habían pasado algunos años Víctor tenía 17 y se encontraba atorado económicamente… la ‘’Rumorosa’’ tiene fama de tener seres extraordinarios, un día de extrema temperatura, con nieve de 15 centímetros, Víctor descansaba en su pequeña choza, sentado cerca de una chimenea acogedora, cuando de repente tocan a la puerta fuertemente…

Víctor: ¡¿quién es?!

Hombre misterioso: Soy Alfonso, un leñador, no te interesaría ganar unos cuantos pesos a cambio de algunas maderas y si pudieras cazar algo?, me han dicho que tienes talento para eso muchacho.

Víctor: ¿No cree que es un poco tarde y sobre todo que el clima no está para andar talando o cazando?

Hombre misterioso: Mira, ¿quieres el dinero si o no?, se me está acabando la leña y no ando de humor para ir a trabajar y quiero comer algo.

Víctor acepto el trato, en el camino se iba preguntando una y otra vez…

‘’ ¿Cómo es que un leñador se quedara sin leña?, un poco ilógico no?, pero bueno quien soy yo para criticar aquel hombre, mientras me pague todo está bien’’.

Subió una montaña bastante empinada, mas aparte la nieve, un duro camino pero no lo suficiente como para doblegar aquel hombre, hayo unos buenos pinos para generar aquella leña que le habían pedido, ya casi había terminado aquel encargo, tenia 3 pilas de madera ya amarradas, cuando de pronto ve una sombra pasar muy rápido, Víctor cae al suelo, completamente impresionado saca su navaja y suelta aquel machete.

Se puso a caminar agachado siguiendo aquellas huellas que dejo aquella cosa, mientras

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