El Hierro Y Sus Tipologias Arquitectonicas
herbert.1625 de Septiembre de 2013
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1. Qué es la arquitectura del hierro
Arquitectura del hierro fue el nombre genérico que se le dio a la corriente de la arquitectura y la construcción que se originó en el Siglo XIX gracias a la disponibilidad de los nuevos materiales que se produjeron en la revolución industrial. Ha sido una revolución autentica, desde el punto de vista de sus materiales como de las formas arquitectónicas o sus motivos. Las principales construcciones a base de este material fueron torres, invernaderos, mercados, naves, fábricas, grandes almacenes, kioscos, bocas de metro, estaciones, etc.; fue todo un repertorio de nuevas formas que influirían en la arquitectura actual y que surgieron de las necesidades de la nueva sociedad capitalista e industrial.
1.1 Inicios.
Durante el Siglo XIX la Revolución Industrial se extendió a Europa y a los Estados Unidos. Comenzó en Inglaterra en el año de 1960 y tarjo consigo numerosas composiciones nunca antes soñadas. El hierro fue un nuevo material que comenzó a producirse en grandes cantidades y fue el principal elemento en este fenómeno. A pesar de esto, los arquitectos seguían utilizando en sus construcciones los materiales tradicionales.
Los productos siderúrgicos españoles estaban reducidos a unas cuantas barras de hierro forjado, procedentes de la provincia de Lugo y Teruel, algunas muestras raquíticas de hierros fundidos y dulces, enviadas por los Hijos de Heredia, de Málaga, e Ibarra y Compañía de Bilbao; pero con estos elementos se obtenía un conjunto miserable para un certamen en que se presentaban como competidores Inglaterra, Alemania, Bélgica, Suecia, Noruega y Estados Unidos, cuyas exposiciones de terrería asombraban a los mismos que conocen la importancia de estos países en la producción del hierro.
Se toma como uno de sus principales orígenes de esta arquitectura, la construcción del puente sobre el Severn, en Coalbrookdale. También otra particular historia de la arquitectura del hierro comienza con un puente que tiene todo el atractivo de una obra primeriza.
1.2 Evolución de la Arquitectura en el Siglo XIX
Supone radiales cambios en las formas, estructuras, materiales, topologías e incluso en la relación edificio – hombre – medio. La arquitectura europea hasta mediados del siglo XVIII presenta un carácter unitario, sin embargo, en los primeros años del siglo podemos encontrar puentes de hierro, abadías neogóticas y arcos de triunfo clásicos.
Esta diversidad refleja el eclecticismo que caracterizará y definirá al siglo XIX. En los últimos años del XIX y principios del XX aparecerá una corriente artística con personalidad propia, el Modernismo, que supone la transición entre el eclecticismo del XIX y la investigación y revolución del XX.
Al final del periodo isabelino los ingenieros se fueron incorporando a la nueva arquitectura del hierro, no solo como directores de obra, si no como difusores de los nuevos sistemas. En los años 1860, los ingenieros decidieron proyectar obras con hierro.
El campo de los grandes viaductos para el ferrocarril fue uno de los problemas más Interesantes con que se enfrentó la construcción en hierro y acero en el pasado siglo y donde se alcanzaron luces considerables. Es una época de grandes transformaciones en todos los niveles de la sociedad. Se trata de una era de progreso industrial, que eleva poderosamente el nivel económico, aunque se crea los desequilibrios que generarán graves convulsiones políticas. Francia, epicentro de todas esas transformaciones político-sociales, se convertirá también en capital de las vanguardias artísticas.
Durante este siglo podemos observar cómo mientras se construyen puentes de hierro a la vez se levantan construcciones tan dispares como abadías neogóticas o arcos de triunfo neoclásico. Es un siglo eclético en la arquitectura, ya que comienza recreando los templos clásicos y termina construyendo obras como la Torre Eiffel. A la estética de la forma se opone la estética de la función, a la arquitectura – arte se opone la arquitectura – ingeniería, solo a fines del siglo ambas lograran una colaboración fecunda.
En España, las estructuras de hierro se empezaron a aplicar en primer lugar en las estaciones de ferrocarril. La Estación de Atocha, obra de Alberto Palacio, que era arquitecto e ingeniero, tiene una gran cubierta de hierro y cristal. Otro ejemplo es El Palacio de Cristal, realizado por Velázquez Bosco tomando como ejemplo los palacios que se proyectaban para albergar las exposiciones universales.
Pedro Navascues Palacio, catedrático de historia del arte en la escuela de arquitectura de Madrid, es autor de varias publicaciones sobre el tema y uno de los más destacados especialistas en la arquitectura española del siglo XIX. El hierro permitirá la aparición del rascacielos. Los primeros se construyen en Chicago, con carácter comercial, siendo su máximo representante Sullivan. Las posibilidades arquitectónicas del hierro anuncian el racionalismo, que será el estilo arquitectónico del siglo XX.
La arquitectura europea hasta mediados del siglo XVIII presenta un carácter unitario, aunque adopte formas peculiares en cada país, pero siempre con características comunes. Sin embargo, la fatiga de las formas barrocas provocará una reacción que no va a ser unívoca: en los primeros años del siglo podemos encontrar puentes de hierro, abadías neogóticas y arcos de triunfo clásicos. Esta diversidad refleja el eclecticismo que caracterizará y definirá al siglo XIX. Durante la mayor parte de este siglo, la burguesía busca una arquitectura que refleje su poder. Lo conseguirá mediante dos opciones.
2. Hierro: material principal en esta corriente.
El hierro es el metal más usado, con el 95% en peso de la producción mundial de metal. Tiene su aplicación para formar los productos siderúrgicos, utilizando éste como elemento matriz para alojar otros elementos maleantes tanto metálicos como no metálicos. Se venía empleando en la arquitectura desde finales del siglo XVIII, pero sólo como material accesorio. Evoluciona con diferentes calidades hasta llegar al acero que permite mejorar las cualidades de construcción.
El hierro se empleó en aquellas tipologías arquitectónicas con fuertes exigencias intrínsecas de permeabilidad visual como son los edificios para espectáculos públicos, donde los graderíos, plateas y balcones se habían resuelto hasta entonces con obra de fábrica y entramados de madera. El empleo del hierro permite levantar edificios más altos y amplios, con estructuras diáfanas y grandes vanos, ya que el muro ha perdido su función sustentante.
El bienestar material se traduce en una mejora sensible de la arquitectura y del urbanismo. La mayor parte de las ciudades del mundo se renuevan, buscando mejores condiciones higiénicas, más amplitud en las calles, pero sobre todo una arquitectura que exprese el signo de los tiempos. De ahí los mercados de hierro, las bibliotecas, museos, teatros y edificios para la ópera.
El hierro colado o fundido se obtiene a partir del hierro y combustible y por definirse duro y quebradizo, fácil de moldar, pero no es elástico o flexible. La ventaja resiste en la compresión que es sesenta veces superior a la calcárea. El hierro forjado o laminado, es una afinación a partir de hierro colado, en el que se modifica una cantidad de cobre y sus características: maleable, resistente a la tracción.
3. Principales expositores de esta corriente y sus principales obras
El empleo de los nuevos materiales arquitectónicos se difundió a través de las Exposiciones Universales, que eran eventos que organizaban los distintos estados para mostrar los avances de la ciencia y la técnica propios de su país. Para albergar las máquinas y los nuevos inventos se requerían pabellones de grandes dimensiones, por eso se construyen con los medios técnicos más avanzados y buscando la máxima funcionalidad. Es así como las exposiciones Universales ofrecen los mejores exponentes de la arquitectura del hierro.
Algunos de sus expositores mas representativos son: Henri Labrouste con la Biblioteca de Santa Genoveva y la Sala de lectura de la Biblioteca Nacional de Paris; Victor Baltrad con el Mercado de Les Halles; Joseph Paxton con el Crystal Palace de Londres; Gustave-Alexandre Eiffel con la Torre Eiffel, los Puentes de Oporto como lo son el Puente María Pia, el Puente de San Joao y el Puente Luis I.; y Ricardo Velázquez Bosco con la Estación de Atocha.
3.1 Henri Labrouste
Labrouste insistió en la necesidad de aceptar los nuevos materiales y emplearlos correctamente en la arquitectura. En sus composiciones empleó el estilo neorrenacentista, uno de cuyos mejores ejemplos es su exquisita biblioteca de Sainte Geneviève en París, construida junto al Panteón entre 1843 y 1850. Su interior se caracteriza por la utilización de arcos, bóvedas y columnas de hierro visto. Allí, por vez primera en la historia, los materiales de construcción modernos asumían un papel ornamental, hasta entonces reservado a la piedra y la madera. Labrouste también intervino en la Biblioteca Nacional de París, para cuyas salas de lectura proyectó una cubierta metálica con bóvedas vaídas y lucernarios de vidrio sobre esbeltas columnas de hierro.
3.1.1 Biblioteca de Santa Genoveva
Obra maestra de Henri Labrouste, creada en 1843, y terminada siete años más tarde, ya muerto su autor. El interés arquitectónico se enfoca en ser uno de los ejemplos no comunes de la arquitectura del hierro en ese siglo. La estructura metálica que sostiene el edificio se revela en el
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