El Hombre, Dueño De Su Evolución

A través de la historia y desde el inicio de la evolución humana, el hombre se ha visto afectado por todos los fenómenos que suceden en el desarrollo de su relación con el entorno, los cuales ha debido sortear y ha tratado de sobreponerse a ellos con el fin de lograr una supervivencia a las condiciones reinantes y a las situaciones presentes.

Un cambio que el ser humano primitivo debió adelantar frente a las condiciones que la naturaleza le presentaba, fue el caminar con una postura erguida y fina (bipedación), la cual generó una revolución en los cambios anatómicos del individuo y cuyas consecuencias fueron mas allá de un simple cambio orgánico, ya que a su vez desarrolló su capacidad craneana y fué liberando sus manos de la función que inicialmente tenían, caminar; y comenzó a dar uso a su cerebro y su voluntad para coordinar acciones con su manos y extremidades superiores, ayudando en la evolución del cerebro hacia la función reflexiva.

En la medida que su evolución condujo a un mayor desarrollo de su habilidad manual y a la separación entre monos y hombres sobre la necesidad de estos últimos de sobrevivir usando todos sus recursos biológicos mediante la cooperación mutua lograda por medio del lenguaje, la cual no ocurrió entre los monos; esto llevó a los hombres a lograr una mejor motricidad adquirida, la cual diera lugar a requerir y brindar más cooperación en las actividades comunes; para ello los hominideos debieron mejorar sus sistemas de comunicación mutua, desarrollando lenguajes un poco más sofisticados, tanto en el lenguaje corporal (señas con las manos y cuerpo), como en el lenguaje ‘hablado’ (sonidos y gruñidos) que podía emitir con su garganta. Esta mejor organización a través de estos lenguajes presionó y obligó a estos seres ‘primitivos’ a un fuerte esfuerzo mental, para el cual debían adelantar un proceso de reflexión. con lo cual se creó una increíble capacidad de darle sentido a todo lo que le rodeaba tanto como a lo que le sucede, asignándole significados distintos a cada cosa, situación o evento de la vida cotidiana. Todo este sentido que se le empezó a dar a las cosas es lo que actualmente nosotros llamamos cultura y tal como lo define Tylor, es “...aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. ” la cual se "desarrollaba y acumulaba a pasos infinitesimalmente pequeños, y ofreció una ventaja selectiva a aquellos individuos de la población más capaces de aprovecharse de ella -el cazador eficiente, el persistente recolector de los frutos de la tierra, el hábil fabricante de herramientas, el líder fecundo en recursos- hasta que lo que fuera el protohumano Australopitecos de pequeño cerebro se convirtió en el homo sapiens plenamente humano y de gran cerebro. Entre las estructuras culturales, el cuerpo y el cerebro, se creó un sistema de reglamentación positiva en el cual cada parte modelaba el progreso de la otra; un sistema en el cual la interacción entre el creciente uso de herramientas, la cambiante anatomía de la mano y el crecimiento paralelo del pulgar y de la corteza cerebral es sólo uno de los ejemplo más gráficos. Al someterse al gobierno de programas simbólicamente mediados para producir artefactos, organizar la vida social o expresar emociones el hombre determinó sin darse cuenta de ello los estudios culminantes de su propio destino biológico. De manera literal, aunque absolutamente inadvertida, el hombre se creó a sí mismo" . ya que fue el hombre el encargado de modificar su entorno, sacar el mejor provecho de él y acoplarlo a sus necesidades. El hombre se encargo de su propia evolución y establecimiento como ser reinante en la tierra.

En este sentido, el hombre usó todas estas nuevas herramientas para establecer relaciones con los otros seres

...