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El Lobo, El Bosque Y El Hombre Nuevo


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2013  •  1.676 Palabras (7 Páginas)  •  524 Visitas

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El lobo, el bosque y el hombre nuevo

En este ensayo les hablare sobre el relato de “El lobo, el bosque y el hombre nuevo” del escritor cubano Senel Paz, pero antes les daré una breve reseña del autor.

Escritor y guionista, Senel Paz nació en Las Villas, Cuba en 1950 a una familia extremadamente pobre. A falta de hombres capaces de trabajar, su madre trabajaba de doméstica, ganando 15 pesos al mes, un sueldo que apenas les dejaba subsistir. Paz considera sus primeros años una época triste. Al triunfar la revolución, su vida mejoró sustancialmente, pues su madre obtuvo un trabajo mejor que les permitió salir de su extrema pobreza.

Fue la primera persona en su familia que terminó la enseñanza primaria y, en 1973, obtuvo su licenciatura en periodismo de La Universidad de La Habana. Paz atribuye el hecho de que sea escritor e intelectual a la política cultural de la Revolución. En este sentido, el personaje David refleja al autor, siendo “hijo de campesinos paupérrimos” que estudia en La Habana gracias a una beca del gobierno. Por otro lado, Paz, como Diego, experimentó algunos problemas con el sistema. Recién salido de la universidad, el joven Paz defendió a su amigo y mentor, Eduardo Heras León, cuando los escritos de éste fueron considerados contrarrevolucionarios. Heras León fue mandado a reeducarse en una fábrica de acero, y Paz fue expulsado de su organización juvenil y enviado a un lugar remoto de la isla a hacer periodismo, a pesar de haberse graduado con distinción.

(Paz, 1991, pág. 9)-“Ismael y yo salimos del bar y nos despedimos, lo siento David, pero ya son las dos, y me quedé con aquella necesidad de conversar, de no estar solo. Ya iba a meterme en el cine cuando me arrepentí, casi llegando a la taquilla, y me pareció que mejor llamaba a Vivían, pero me arrepentí, casi llegando al teléfono y me dije: mira, David, lo mejor-mejor es que te vayas a esperar la guagua a Coppelia1, la Catedral del Helado. Y entonces... ah, Diego.”

Así comienza el relato “El lobo, el bosque y el hombre nuevo” es el relato de una amistad inusual que se desarrolla entre dos hombres en la Cuba, en 1979. David, el narrador, es un joven estudiante que vive en La Habana gracias a una beca del gobierno. Está en su último año de estudios universitarios. Es miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas, lo cual significa que participa activamente en la política socialista y apoya al gobierno revolucionario. Mientras David estudia en la ciudad, conoce a Diego, un hombre de treinta años que parece ser su contrario. Diego no es del campo, sino de La Habana. No pertenece a ninguna asociación de jóvenes comunistas y no comparte el idealismo de David. Al contrario, los gustos e intereses de Diego pertenecen más bien a la decadencia burguesa que la Revolución quiso eliminar.

(Paz, 1991, pág. 19)-"No, no; es una broma –se asustó Diego al verme al borde de la apoplejía–. "Disculpa, fue jugando, naturalmente, para entrar en confianza. Toma, bebe un poco de agua. ¿Quieres ir al cuerpo de Guardia del Calixto?" "¡No!", dije poniéndome de pie y tomando una decisión tajante. “Vamos a tu casa, vemos los libros, conversamos lo que haya que conversar, y no pasa nada." Los nervios me dieron por eso. Me miró boquiabierto. “¡Recoge!" Pero una cosa era descargar sus bultos y otra recogerlos, así que mientras lo hizo tuvo tiempo para reponerse. "Antes voy a precisarte algunas cuestiones porque no quiero que luego vayas a decir que no fui claro. Eres de esas personas cuya ingenuidad resulta peligrosa. Yo, uno: soy maricón. Dos: soy religioso. Tres: he tenido problemas con el sistema; ellos piensan que no hay lugar para mí en este país. Pero de eso, nada, yo nací aquí; soy, antes que todo, patriota y lezamiano19, y de aquí no me voy ni aunque me peguen candela por el culo. Cuatro: estuve preso cuando lo de la UMAP. Y cinco: los vecinos me vigilan, se fijan en todo el que me visita. ¿Insistes en ir?" “Sí", dijo el hijo de los campesinos paupérrimos, con una voz ronca que yo apenas reconocí.

En esta parte del relato, notamos que David acepta la visita a casa de diego, en donde comienza esta amistad.

Por otra parte la confianza de estos dos se da al confesarle diego a David como es que se da cuenta de su homosexualidad

(Paz, 1991, pág. 24)-Le ocurrió cuando tenía doce años y estudiaba en un colegio de curas como interno. Una tarde, no recordaba por qué razón, necesitó encender una vela, y como no encontraba fósforos pasó al dormitorio de los alumnos del último nivel, entrando, sin darse cuenta, por la parte de los baños. Allí, bajo la ducha, desnudo, estaba uno de los basquetbolistas de la escuela, todo enjabonado y cantando “Nosotros, que nos queremos tanto, ¿debemos separamos?, no me preguntes más...” “Era un muchacho pelirrojo, de pelo ensortijado”, precisó con un suspiro, “con esa edad que no son los catorce

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